Capítulo 12 - Como olvidarme P.1.

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N/A: Escuchen esta canción, tiene algo especial para mí, creo que por muchos años esta fue una canción que tome en el corazón y la hice propia, intentando buscar algún consuelo en sus rimas y en su contenido, si alguno de ustedes está pasando por un momento difícil, escúchenla, se darán cuenta que no están solos. Les dejo esto y me retiro lentamente.

Juliana Prov:

Los padres de Natalia están de viaje, sus hermanos no están en el país, lo más cercano a un familiar que tienes somos yo y Juancho , sé que voy a exceso de velocidad, es peligroso, porque con suerte veo, llevo los ojos empañados por las lágrimas, no puedo creer que la hayan atropellado, no puedo creer que anduviera borracha por la calle, no puedo creer que se estaba cayendo a un hoyo frente a mis narices y no supe darme cuenta, no supe ser oportuna y ayudarla. Llamé a las chicas, sé que Cami y Olgui le tomaron un cariño especial a Nata, sé que quieren que ella y Makis se entreguen a su amor, porque como están, ambas son infelices, quieren ayudar a que Makis abra los ojos y vea que Isabel no es más que un placebo, una máscara, el problema es que ya no estoy segura de seguir alentando esto, la única que sale siempre mal parada es Natalia, más vale que salga viva de esta, tiene que salir viva de esta para después poder matarla. Llego a ese maldito hospital, creo que incluso estacioné mal el carro, solo puedo salir corriendo, voy directo al mesón de informaciones.

-Buenos días, necesito información de la paciente Natalia Afanador, una chica de 19 años que fue atropellada, me dijeron que la trajeron acá – le digo apresurada a la señora que está a cargo, esta solo me mira con su mejor cara de amargada.

-Como ya le dije a los dos chicos que llegaron antes que usted, la señorita acaba de ser ingresada, la están interviniendo, no tendremos mayor información hasta que alguno de los doctores salga a buscar a la familia ¿Es usted familiar directo? – me dice con voz monótona y algo hostil.

-No señorita, solo soy su amiga, pero sus padres y hermanos en este momento no se encuentran en el país, en este momento soy lo más cercano a un familiar que podrá encontrar – le digo intentando que las lágrimas no me salgan, la enfermera suspira y me dice en un tono cansino.

-Escúcheme, su amiga no llegó nada bien, los doctores están haciendo hasta lo imposible por salvarla, pero hasta que alguno de ellos salga no podremos darles más información, ahora, le aconsejo que intente buscar a alguien que pueda funcionar como un tutor legal, a ti no te dejarán tomar decisiones frente a una complicación que pueda surgir en la operación, en estos casos lo mejor es estar preparados y perder el menor tiempo posible, si no se puede contactar a la familia de manera inmediata busca a alguien que tenga al menos 21 años, ahora cariño por favor siéntate, se vendrá una noche muy larga – me dice ella, su mirada no es tan dura y su voz se suavizó.

-Muchas gracias – le digo con la voz rota, me doy vuelta y veo a Makis y a Juancho sentados, abrazados, no sé si siento rabia contra Makis o contra la situación.

-¿Me puedes explicar que mierda pasó? ¿Por qué cada vez que ella termina dañada estás tú en el medio? – le digo con los puños apretados, levanta la vista, está llorando, eso hace que mi enojo baje, me siento lentamente bajo la atenta mirada de Makis.

-Ella me llamó para decirme que me amaba, estaba tan borracha, me dijo que no sabía cuándo había sido la última vez que estuvo sobria, intenté que me dijera dónde estaba, que parara, que no siguiera en la calle, me ofrecí a ir a buscarla, pero no alcancé a hacer nada, solo sentí el fuerte impacto, no pude hacer nada, yo solo pude escuchar como la atropellaron, como la gente gritaba y no podía hacer nada – salen fuertes sollozos y a mí las lágrimas ya se me escapan sin ningún permiso, mire a Juancho y le dije.

-Necesitamos a alguien que sirva de tutor legal, como no están los padres ¿podrías ser tú? – el solo afirma, me toma de la mano y me acuna junto a Makis, esta será una larga noche.

Makis Prov:

Llevamos como 5 horas sentadas acá, a estas alturas ya llegó Cami y Olgui, logramos comunicarnos con los padres de Natalia, pero ellos no pueden llegar hasta dentro de 3 días, así que le dieron un poder a Juancho, mi celular suena como loco, estoy segura que es Isabel, pero no tengo fuerzas de contestarle, ya está oscureciendo cuando sale el medico con cara de cansancio, sin dejar ver ningún indicio de su diagnóstico, se acerca a la enfermera, ella apunta en nuestra dirección, él se encamina hacia nosotros.

-¿Son los familiares de la señorita Afanador? – pregunta él mirándonos alternadamente.

-Somos nosotros – dice Juancho.

-Bueno fue bastante difícil, casi no la cuenta, sobre todo porque nos tuvimos que restringir mucho por la cantidad de alcohol que tenía en el organismo, sin contar la baja excesiva de peso y la pérdida de sangre, tengo una pregunta importante y quiero saber la verdad ¿La señorita está siguiendo algún tratamiento psicológico? – nos dice con el ceño fruncido.

-No, ella no sigue ningún tratamiento – le dice Juli con la vista fija en el expediente, el resopla y se sienta.

-Bueno, entonces tendrán que ser un pilar fundamental para ella, probablemente tenga que seguir un tratamiento si es que despierta – dice él muy serio.

-¿A qué se refiere con todo esto? – le pregunto yo con el corazón en la boca

-Me refiero a que la señorita Afanador se auto flagela, probablemente esto fue un intento de suicidio, hicimos todo lo posible por ella, pero las condiciones de su cuerpo no ayudan en nada, el golpe de su cabeza fue muy fuerte, las fracturas y daños internos fueron graves, ahora si ustedes creen en dios recen, porque nosotros como médicos no podemos hacer más, las siguientes 48 horas son vitales, puede que la señorita repunte o sufra una crisis y muera, lo siento mucho – dice apretando los labios.

-¿Podemos pasar a verla? – pregunta Juancho con la voz quebrada.

-Pasen de a uno por favor y no más de 5 minutos, pueden quedarse en la sala de descanso del hospital después – dice él y se retira, yo me quedo en silencio, primero pasa Juancho, después Juli, después Olgui y después Cami, todos me miran, no he logrado decir palabra desde que salió ese maldito doctor.

-¿Puedo entrar? – le pregunto a Juli, ella cierra los ojos y esconde su rostro entre las manos.

-Anda – escucho y sin más me paro, voy directo a esa sala, ahí la veo, llena de vendajes y de hematomas, tiene un brazo con férula, y una pierna, su abdomen está cubierto por un vendaje al igual que su cabeza, está conectada a un millón de máquinas, con el corazón en la boca me acerco a ella, me siento en la silla a su lado y cómo puedo entrelazo mis dedos con los de su mano buena.

-Sé que no puedes escucharme, pero quiero que me perdones, quiero que me perdones por hacerte creer que no me importabas, que no te quería, porque te amo, aunque lo quiera negar te amo con todo el corazón, nunca he dejado de amarte, la noche que pasé contigo fue la más maravillosa que he tenido en mucho tiempo y no pienso aceptar, me parece una locura pensar que te tendría que llevar flores a un cementerio– lentamente me levanto y me acerco a ella, una de mis lágrimas cae en su mejilla – Fue un privilegio escuchar que decías que me amabas, no puedes dejarme ahora, no puedes dejarme con todo este amor guardado, por favor no me vuelvas a dejar – dejo un suave beso en su mejilla, cuando me separo siento que todas las maquinas del cuarto empiezan a sonar y el cuerpo de Natalia comienza a dar violentas sacudidas, en cámara lenta veo como un mar de doctores entran a la habitación y me empujan hacia afuera, con la vista nublada y con el corazón en la boca mis pies empiezan a correr, no me doy cuenta a donde se dirigen, escucho gritos a mis espaldas, pero no me detengo, no me detengo hasta que frente a mi está la entrada a la capilla del hospital, en este momento creo que ahí recae mi última esperanza.

¿Cómo te atreves a volver? - (Ventino) [Makia]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora