Capítulo 2 - La perdí.

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Natalia Prov:

Cuando la ví no pude evitar que mi corazón saltara desaforado de felicidad, darle un beso aunque fuera en la mejilla me hizo recordar su dulzura al besar, no puedo negar que la sigo amando, durante 2 años he vivido atormentada por algo que ni siquiera recuerdo, pero todo tiene una causa y quiero que ella la sepa, por mucho tiempo la busqué como pude, pero supo ocultar bien sus pasos, no pude alcanzarla y al final me resigné a que la había perdido. Pero ahora todo cambia, ahora ella estará al mi lado durante algún tiempo y es esta mi oportunidad para poder explicarle, quizás reconquistarla, entregarle todo el amor que tengo 2 años guardando, porque no lo niego, intenté rehacer mi vida, pero nunca pude, a cada persona que besé ví a Makis, nunca pude estar con nadie, porque nadie era ella, nadie era mi Makis.

Al parecer ella tiene bien fijo evitarme a como dé lugar y logra escapar bastante, pero ahora la tengo frente a mi, no me pude contener y la encerré en una habitación para poder hablar, en un arrebato la tengo entre mi cuerpo y la puerta, puedo sentir su suave aroma, le digo que la amo y ella me dice que "ya me superó", algo que me niego a creer, no mientras no me lo diga mirándome a la cara, ya no queda espacio entre nosotros, estamos completamente pegadas, así que levantó su cara tomándola del mentón, dejo nuestros labios a milímetros dejando que estos se rosen, con voz firme le digo decidida.

- Dímelo mirándome a los ojos, dímelo de frente a poder creerte - puedo ver sus labios tan cerca y la vez tan lejos, siento que pide que la bese y yo necesito besarla, necesito recordar , lentamente empiezo a pasar mi mano por su mejilla, ella solo cierra los ojos, también lo quiere.

-¿Makis estás por ahí? Ya llegué - se escucha una voz desde fuera, esta hace que Makis reaccione y me empuja peligrando apartarme un poco.

- Mierda, Isabel, escondete, métete detrás de ese sofá - me dice mirando a todos lados sobre mi hombro, no puedo lo que me está diciendo.

- No me voy a esconder¿Quién es Isabel? - le pregunto ya un poco celosa al oírla mencionar otro nombre.

- Por favor, si dices amarme escondete y no me armes más problemas - me mira con ojos suplicantes, eso fué un golpe bajo.

- Me escondo solamente si me prometes una conversación y me dejas darte un beso - le digo volviendo a pegarme a ella, la extrañé mucho y me niego a dejarla partir otra vez sin intentarlo.

- La conversación te la puedo prometer - me dice ella mirándome de manera implacable - pero el beso no puedo, por favor Afanador, escondete y no me provoques un problema.

- Entonces ese día que tengamos que volver a grabar te espero, después de eso vamos a alguna parte a hablar - le digo con firmeza y sin poder contenerme mis brazos rodean su cintura para poder abrazarla - Y por favor llámame por mi nombre, me llamo Natalia, no me digas Afanador porque me rompe el corazón - sin poder evitarlo mi cabeza se esconde en su cuello y mi nariz se hunde en su cabello, sigue teniendo el mismo olor, sigue teniendo ese aroma que me da paz, la siento temblar - No me digas que ya no sientes nada, cuando todas tus acciones te acusan de lo contrario.

- Natalia por favor no me hagas esto, escondete y déjame salir - me dice con la voz quebrada, siento que sus manos tocan mis caderas y empieza a caminar haciéndome retroceder con ella - por favor no me provoques problemas, juro que hablaremos, ya lo prometí, en dos días lo haremos, pero ya déjame ir por favor.

- Está bien, por tí Makis lo haré, esperando que no sigas huyendo - le dejo un beso en la mejilla, más largo de lo que sé que es permitido y la vuelvo a abrazar, su calor me envuelve, necesito explicarle, necesito que conozca mi parte de la historia,  necesito volver a amarla - Espero que en dos días podamos hablar con más calma.

La suelto, con todo el dolor de mi alma la suelto y me encamino hacia atrás del sofá, me escondo ahí, siento que Makis abre la puerta y la escucho de inmediato hablar con alguien, me rompe el corazón, no puedo evitar que mi alma caiga a piso con lo que veo.

- Amor aquí estoy, perdón estaba buscando un baño - dice Makis parándose en la puerta, ¿A quién rayos le dice amor?

- Tan chiquita que es difícil de encontrar - veo que una chica abraza a Makis y la besa, le dan ganas de salir de dónde estoy y arrebatarsela de los brazos, pero prometí no causarle problemas, así que me trago la rabia y los celos al ver como Makis le responde.

- Vámonos de aquí por favor, llévame a tu casa - le dice Makis suplicante, no puedo seguir escuchando esto, cada palabra me rompe el corazón.

- Vaya, tanto desespero, está bien, vamos, tengo el carro afuera - le dice y de reojo veo como le toca el trasero, el pequeño susurro que escucho termina por quitarme el alma del cuerpo para quebrantarla en mil pedazos - Te amo preciosa.

No le di cuenta cuando las lágrimas empezaron a salir, cuando cierran la puerta dejó que un sollozo salga, es verdad, quizás ella si me superó, si dejo de quererme y ahora quiere a esa mujer que la vino a buscar, ya un poco más calmada me pongo de pie, seco mis lágrima y salgo de esa habitación, me tengo que quedar un rato recostada contra la pared porque las piernas me tiemblan horrible, ese "te amo" resuena en mi cabeza y las lágrimas se vuelven a agolpar en mis ojos, los cierro con fuerza, solo escucho unos pasos.

- Nati, llevo rato buscándote, la niña chiquita se fue y...- se detiene a lo que está diciendo, ya está frente a mi y yo no puedo abrir los ojos porque si lo hago las lágrimas van a volver a escapar - ¿Nati que pasa? Nati por favor mírame, cuéntame, no te quedes con eso que te atormenta - siento sus manos en mi rostro y con la frustración que me embarga me arrojo a sus brazos, ella me acuna con sumo cuidado y amor - Tranquila bebé, aquí estoy, saca todo.

- Es ella, ella me dejó de amar, ella me odia - le digo entre lágrimas, Juli camina abrazada a mi, abre la puerta de la habitación y me hace entrar cerrando la puerta, me lleva al sofá y me sienta.

- ¿Quién? Por favor dime qué pasó - me dice dejando besos en mi cabeza, es mi mejor amiga, pero nunca llegué a contarle quién era Makis, solo le dije que había perdido a mi gran amor por una tontería de la cual ni siquiera me acordaba, ella sabe que no he podido superar mi amor por ella.

- Makis, perdí a Makis para siempre, ella a ama a otra persona, ella me odia, Juli, la perdí y se llevó mi corazón en sus manos - le digo aún entre lágrimas, ella me sonríe y me seca las lágrimas con el pulgar.

- Escúchame hermosa, no está todo perdido, no si la química entre ustedes es tan fuerte, no creas que no le di cuenta de todo hoy, ustedes se llaman a pesar de las circunstancias - me da un beso en la frente - Puedes recuperarla, solo no te rindas, si la amas recuperala, la única persona que puede dar las cosas por perdida eres tú, dale tu parte de la historia, hazla escucharte y haz todo para que vuelvan a armarse, no la des por perdida.

- No quiero perderla, no puedo perderla, no puedo cuando la sigo amando con todo el corazón - le digo ya calmada, sé que va siendo hora de salir - no la puedo perder.

¿Cómo te atreves a volver? - (Ventino) [Makia]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora