Amor en una dirección

Día de perros.

Me desperté e hice lo primero que hago siempre, mirar la hora. Las 10:14 de la mañana. Me giré para ver si podía dormir un poco más, pero no, ahí estaba él, con su perfecta cara durmiendo. Se me hizo tal nudo en el estómago que no pude ni respirar en unos diez segundos. No pude evitar pasar mi dedo por su rostro y después sacar una pequeña sonrisa.

-Te gusta ver mi rostro mientras duermo- dijo con la mayor lentitud del mundo mientras apretaba los ojos molestos por la poca luz.

-No, solo me giré y estabas en mi camino.

-Princesa, estas ocupando toda la cama- dijo mirando su lado de la cama- es imposible que esté en tu camino.

-Perdón, arrimate, yo ya me levanto.

-No, quedate aquí, hoy vamos ha hacer día de perros todos, por lo que veo- dijo sujetándome el brazo.

-¿Como sabes eso?

- Liam nunca se levanta tan tarde y aun esta durmiendo, Niall no esta viendo el canal de deportes, Sara no esta preparando leche con cereales y por si faltaba menos, Noelia y Louis no han gastado ni una de sus bromas aun, hoy es día de perros, todos duermen- dijo mirando hacia el techo.

Que oido tenía ese chico, se sabía cada movimiento.

-Enseñame la mano- dije apoyándome en el cabezal de la cama.

-Ya esta mejor, y sigue vendado.

-Pues quitatelo para que pueda verlo.

Se quitó la venda y las heridas ya estaban secas, solo que horribles moretones invadían su mano. La tenía inchada y casi no la podía estirar del todo.

-¿No tendrías que ir a que te lo mirara un médico?¿No te habrás roto nada?

-Si me lo hubiera roto ahora no estaría así, estaría llorando del dolor, aparte, lo puedo menear, solo es el golpe y ya esta, estoy bien. Solo que ahora, cuando quiera masturbarme tendrás que hacerlo tu por mi, soy diestro y no puedo hacerlo solo- dijo riendo.

-Harry guarro- empecé a reirme sin evitarlo- Tu? Llorar?Nunca te he visto llorar.

Lo veia con una leve sonrisa en la boca, por un momento me paré a mirarlo, él estaba allí, con todos su tatuajes, tirado en la cama, con todo el aire acondicionada cayendo en su cuerpo, y sus pantalones blancos que ... ¿no llevaba nada más abajo?No pude apartar mi vista por un momento de ahí. En ese mismo instante Harry me miró.

-¿Que miras, tengo algo?- dijo mientras miraba hacia abajo él también.

-No, no es eso, solo que...- estaba roja a más no poder, el ambiente era normal, pero a mi me estaba entrando calor- ¿no llevas calzoncillos?- decidí preguntar.

-No, me resultan incómodos mientras duermo, me apretan la cadera y después me pica, que, te has fijado, admitelo- dijo mirándome mientras se reia.

-Hombre, pues me pones en un aprieto si me preguntas eso, no he podido evitarlo, pero las demás noches...- me interrumpió.

-No te das cuenta nunca porque cuando vienes a la cama ya estoy acostado o simplemente vienes borracha, pero siempre me los quito- dijo mirándose ahora él.

Como dijo Harry, el día transcurrió como perros, nos levantamos a comer entre risas. Íbamos todos en pijama, la verdad esque se estaba genial sin ninguna bronca ni fiestas ni nada. Por la tarde nos pusimos los bikinis y nos tiramos a la piscina, los chicos se tumbaron a dormir con los bañadores en el jardín.

-Eh chicos, creo que tendríais que levantaros, os habeis quedado completamente dormidos y llevais ahí tres horas y media- dijo Alba mientras abría los ojos al ver como se habían quedado.