Amor en una dirección

Primer segundo día de instituto.

La semana pasó rápido, pero fue larga. Apenas veíamos a los chicos ya que, se iban muy pronto y venían muy tarde, tan tarde que sólo notaba el beso de Harry en mi mejilla antes de irse a dormir. Nos dejaban el desayuno puesto y justo al lado tropecientas mil películas para que pudiéramos ver ahora que sabíamos que tenían cine. Era octubre así que ya no nos podíamos bañar porque sí no, sufriríamos una hipotérmia. Hacíamos las camas y recogíamos los cuartos para ahorrar que Marga subiera arriba porque días antes le habíamos pillado cotilleando los cajones de la habitación de Niall. También le íbamos diciendo cosas a Aida para que fuera sabiendo ya que no las recordaba.

(...)

Me sonó la alarma a las siete menos cuarto de la mañana, la paré y acto seguido se ponían a sonar las alarmas por las otras habitaciones. Al salir vi a Noelia con cara de perro muerto apoyada en el marco de la puerta.

-Me han dicho las demás que las despertemos cuando ya hayamos desayunado- dijo apoyando su cabeza en mi hombro.

-Vale- dije sin más también medio dormida.

En la cocina estaban los chicos, Niall se estaba calzando, Harry estaba encima de la isla tomando café natural para despertarse, Zayn se abrochaba el cinturón, Liam se ponía la camiseta y Louis comía unas tostadas apoyado en el mármol.

-Buenos días- dijo Noelia bostezando.

-Ui, ¿que hacéis despiertas a estas horas?- dijo Niall mirándonos con las cejas enarcadas.

-Hoy es nuestro primer día de clase, ¿recordais?- continuaba Noelia.

-Es verdad, sabéis el horario,¿No?- dijo Zayn abriendo la nevera.

-Sí, pero iremos un poco estresadas.

-Ven Noe- dijo Louis abriendo sus manos.

Yo me había sentado en una butaca sin hablar, ya que aparte de estar dormida, no me gusta hablar recién levantada.

-¿Te encuentras bien Dormilona?- Asentí- Toma, acabate esto, te dará más energía,¿a que hora os vais?

-A las ocho menos cuarto- dije dignándome a hablar mientras me aclaraba la voz.

-¿Y a que hora salís?- dijo Niall ahora comiendo manzana.

-A las dos y media- dijo Noelia que estaba apoyada en el pecho de Louis.

-¿Quieres que pase a por ti?- dijo Harry agarrándome de la barbilla suavemente y pasando su pulgar por mi boca- creo que hoy acabamos pronto.

-Que quieres,¿Que se arme una buena allí?- dije riéndome al sentir las cosquillas que me hacia en los labios.

-No, sólo quiero verte ya- dijo enseñando una sonrisa.

-Sí aún no te has ido- besé su dedo que me acariciaba.

Suspiró, cerró los ojos y después me miró otra vez.

-¿Sabes la de chicos guapos que van haber allí?- me habló ahora con la cara sería.

-¿Y que?

-Pues que voy a tener que repatear culos a base de bien.

-Harry, no empieces- dije pasando mi rostro por su enorme mano- ¿o es que no te fías?

-Sí, sí me fio, no vuelvas a decir eso, es sólo que eres demasiado, sois- corrigió- demasiado guapas, apuesto que más de diez os intentan entrar hoy- dijo negando con la cabeza.

-Vaaaale- dije poniendo en blanco los ojos- paso de escuchar más gilipolleces, me voy a la ducha- dije saliendo asqueada de la cocina.

No podía creer que Harry no se fiase de mi, soy su novia, necesito confianza ante todo. No podía pensar que un chico me dijera hola y al día siguiente llegara al instituto con el brazo escayolado. Tocaron a la puerta entró Harry, abrió la cortina azul opaco y me miró a los ojos sin perderse en otra parte.