Columpios.

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Nos montamos en el coche y condujo Luis hasta casa con Harry de copiloto. Liam se quedó ha pasar la noche con Aida en el hospital, realmente estaba mal, estábamos mal. Al llegar aparcó el coche y bajamos todos hasta adentrarnos en casa. Ya era tarde, así que decidimos tomar unas tostadas y zumo.

-Harry.

-¿Dormilona?

-¿Podríamos salir a caminar un rato?Necesito despejarme.

-Obviamente sí, ¿pregunto a los demás?

-Sí.

Bajó las escaleras y preguntó.

-Pao y yo vamos a ir a caminar un rato, ¿viene alguno?

-La verdad es que ha sido un día agotador, el cumpleaños ha resultado un desastre- dijo Zayn.

-Yo me voy a dormir, necesito descansar y Alba se viene conmigo- dijo Niall.

-Vale, iremos nosotros dos, nos vamos, volvemos en un rato.

-Haz, tener cuidado que no hay mucha luz.

-Tranquilo Lou, iré con cuidado.

Cogí un paquete de pipas, me puse una camisa que había en el perchero creo que de Niall y una chaqueta finita con unos leguins negros. Harry llevaba unos pantalones cortos de chandal, una camiseta que le venía olgada y una gorra de béisbol. Andamos sin decir nada bastante tiempo.

-Ven, acompañame- dijo entrelazando su mano con la mía.

Andamos un poco más lejos hasta llegar a un pequeño parque con un tobogán y tres columpios. Estaba en medio del bosque, Harry andó hasta una farola que había, pulsó un botón y se entendieron tres farolas dando luz al parque.

-Hicimos este parque para cuando venga nuestra familia pequeña. Para que jueguen y eso, ven, vamos a sentarnos.

Fuimos a los columpios y nos sentamos uno al lado del otro, eran bastante bajitos, ya que eran para niños.

-Te has traído pipas- dijo con una sonrisa mientras sacaba un cigarro de su bolsillo.

-Sí, soy adicta a las pipas y a los chicles.

-Que adicciones más raras-dijo dando una calada al cigarro.

- Igual que la tuya es el tabaco, la mía son esas.

-Lo se, cada loco con su adicción- paró cinco segundos mientras le daba otra calada.

-¿Como te encuentras?

-Bueno, mi mejor amiga está en la UCI, no muy bien la verdad.

-Pero tu ...¿novio?- dijo riéndose- está aquí para ayudarte.

-Harry, no digas novio en forma de pregunta, no se tú, pero yo, te considero mi novio y sí, me ayuda que estés conmigo.

-Me cuesta decir que eres mi novia, se hace raro.

-Ya, y a mi, y tu¿como vas?, sigues morado por muchas partes, ¿te has puesto la crema?

-Voy mejor, aún un poco dolorido, y no, no me la he puesto porque hoy se me ha olvidado.

-Cuando lleguemos te la pongo, sigue doliendo, ¿no?

-Bastante, mucho, vale sí me muero de dolor.

Solté una carcajada, me sentía bien en esta situación, Harry intentaba ayudarme. Y yo se lo agradecía. Abrí el paquete de pipas tijuana y por el borde empecé a buscar las que más tijuana contenían.

-Dame dormilona- dijo extendiendo su palma de la mano.

-No, así no se piden las cosas.

-Perdón- sacó una sonrisa- señorita Paola, ¿sería tan amable usted de ponerme un puñado de pipas en mi mano?

Amor en una direcciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora