Sustos y más sustos. Parte 2

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Mi cara estaba fría y palida, mi respiración no funcionaba bien, notaba como que la sangre incluso no circulaba por mis venas. Un mes hacía que Harry lo había hecho con ella. Fui al cuarto sin pedir nada, cerré la puerta de golpe y me puse una compresa con los ojos llenos de lágrimas, después, me puse un chandal y cogí esos guantes de boxeo que vi en el fondo del armario de Harry y me fui a la sala donde había un saco con tal de descargarme. Estuve más de una hora dándole al saco, todas seguian gritando fuera, al fin decidí enfrentarme a la realidad.

-Pero...

-¡Nada de peros Stella!¿¡Como eres tan puta!?

-Podríais...- me miraron todas- Paola yo...

-No tienes nada que decir- se me nublaron los ojos- ¿al fin y al cabo, eso es lo que querias no? Ya lo tienes- cogí una botella de agua y entré al cuarto, pero no sin antes mirar lo que hizo Sara.

-Eres una cerda- y le dio una torta en la cara- esta por mi- le dio otra en la otra mejilla- esta por Paola- le cogió de los pelos y la tiró al suelo- y esta es para que te enteres de una vez de que esto es lo mínimo que te puedo hacer.

Sonreí un poco al escuchar aquellas palabras y golpes, después me encerré en el cuarto y puse el pestillo para que nadie entrara. Me di una ducha en la que lloré casi más del agua que calló por el grifo. Estuve casi más de una hora y después, me puse el pijama y me tumbé en la cama de nuevo, no comí. Escuché la pueta abrirse y un bofetón nada más abrir.

-Después no pretendas volver con Paola retrasado de mierda- dijo Aida.

-¿Que?¿Porque has hecho eso?

-Harry, ¿Como te has atrevido?

-De que hablais- contestó algo confuso.

-Vas a ser padre Harry- dijo Liam con voz tranquilizadora.

-¿Que?Pero si Paola y yo no...

-No de ella- interumpió Sara mirnado a Stella.

-Pero...

-Stella eso es verdad- le interrumpió Harry.

-Mm...si pero...

-No puede ser- escuché pasos hacia la habitación y la manivela se giraba pero no se abría- Dormilona, Dormilona vamos abreme, escuchame, sabes que no lo he hecho adrede.

-¡VETEEEE!- grité- ¡NO QUIERO VERTE EN LA VIDA!¡DEJAME MALDITO IDIOTA!

-Dormilona, vamos dejame pasar- dijo dando un puñetazo flojo a la puerta- vamos por favor- dijo medio llorando- yo quiero un mundo contigo por favor abreme.

-Harry- lloraba ahora yo- vete.

Me sumergí bajo las sabanas de borrego y los nordicos y, con un pañuelo en la mano, cerré los ojos y me dormí.

(...)

Me desperté por el golpeo de mi puerta, miré el reloj, las once y media de la noche.

-Entra- dije sin ganas.

-Hola Pao- me dijo Sara- puedo pasar- y cerró la puerta.

-Ya estás dentro- me giré cara ella.

-Verás- se sentó en la cama- hemos estado aclarando un par de cosas con Stella... Creo que deberías escucharla durante varios minutos.

-¿A esa? Ni hablar, no se lo merece- negué con la cabeza.

-¡Paola!Hazme caso por favor, tiene algo importante que contarte- insistió.

Pensé y razoné, si no fuera importante, Sara si quiera la hubiera escuchado.

-Tiene cinco minutos, cinco.

Amor en una direcciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora