No puede ser verdad.

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No sabía como decirselo. Estaba muy nerviosa y notaba como las palabras no me salían.

-Emm... No me apetece hablar- dije levantándome para quedarme sentada.

-Cuentamelo, no va pasar nada- dijo pasando su mano por mi espalda.

-Puf... a ver como...como empiezo- dije mordiéndome las uñas.

-Relajate y cuentamelo cuando puedas- dijo sin despegar su mano de mi espalda.

-A ver, tu te acuerdas que el móvil de Noelia... se perdió, no?- dije sin mirarlo.

-Si, que pasa con eso?

-Pues... pues que... ai Harry no se como contartelo- dije poniendo mis manos en los ojos.

Se sentó a mi lado, pasó su brazo por mi cintura y besó mi mejilla.

-Vamos Paola, hay confianza, lánzalo.

-Me han llegado varios mensajes de su número. No se como, pero justo lo que decía pasaba.

Se quedó mirando como un loco. Soltó una sonrisa enloquecedora y negó con la cabeza.

-No puede ser, que insinuas, que alguien nos espía?- dijo mirandose.

Me encojí de hombros y fui a coger mi móvil. Abrí los mensajes pero no había ni uno en la bandeja de entrada.

-No puede ser Harry, estaban ahí- dije alucinada- tu me crees?

-Que quieres, que te mienta y te diga que sí?- dijo encojiendose de hombros- su móvil se perdió dormilona, no puedo decir nada más.

-Oh puto Harry- dije impactando mi puño en su musculoso brazo.

-Eh, que solo te he dicho la verdad, relajate- dijo tocandose el lugar donde le había dado un buen puñetazo.

-Jodete imbécil- dije entrecerrando la cejas- es verdad lo que te digo, o si no, dale unos días y verás como vuelve a pasar.

-Lo que tu digas Paola- dijo con un suspiro- juegas?

Me senté apoyando mi cabeza en la pared. Me miró fijamente y levantó una ceja. Se apoyó en mi recostando su espalda en mi cuerpo y posando su cabeza en mi pecho.

-¿Quieres hacer algo?- dijo mientras negaba yo con la cabeza.

-¿Quieres hablar de algo?- negué con la cabeza.

-¿Estas enfadada? y no me sirve que nieges porque se que te pasa algo- dijo ahora girando para verme.

-No, es solo que nadie me cree y estoy hasta las narices de todo- dije sin mirarle.

Seguidamente empezó a sonar los mensajes del móvil, pero esta vez no lo cojí yo, lo agarró con sus manos, lo desbloqueó y miró. Un mensaje de Noelia llegaba a mi móvil. "Buen sexo que van tener Liam y Aida en el super, el que os han interrumpido a vosotros ;)"

-Esto no puede ser verdad.

-Todo el mundo está algo loco como para montarselo en un super, no crees- dije levantando la ceja.

-Tienes razón, lo siento, pero esque es imposible, no es posible, si lo ha perdido- dijo mirando bien.

-Eh pensado lo mismo, seguramente sea la persona que lo robó, pero siempre me manda el mensaje antes de que pase- dije poniendo mis manos en su pecho mientras volvía a recostarse.

-Entonces, como puede saber que pasa?- dijo levantando su cabeza hacia arriba para mirarme desde abajo.

Me encojí de hombros mientras mordía el labio superior en señal pensativa. Sin duda era un santo reto saber todo eso. Miró mi cara lentamente y sacó una sonrisa que dejaría ciego a cualquiera.

-¿Porque me miras así?

-Porque me encanta tu cara pensativa, me puede mucho- dijo sin dejar de mirarme.

-¿A que día estamos Harry?- dije cambiando de tema.

Miró el móvil.

-25 de agosto, porque preguntas eso- dijo levantando una ceja.

-Bfff... En dos semanas empezamos las clases. Menuda mierda- dije pasando mi mano por sus rizos.

-¿Os ireis?- dijo incorporándose para mirarme bien.

-Supongo que si Harry, nosotras empezamos las clases y no creo que paseis mucho más desapercibidos, ¿entiendes?

-Osea que te volverás a ir vamos- dijo negando con la cabeza- no otra vez no, no dejaré que te vayas. No te dejaré escapar.

-Harry porfavor, no hablemos de este tema- dije mientras se recostaba en mi otra vez pero ahora con su oreja pegada a mi estómago.

Pasaba lentamente mis dedos por su mentón. Podía observar como se le erizaba el cuerpo rápidamente al hacer eso. La verdad esque sentía pena con solo pensar en el simple echo de tener que volver a los estudios. Dejar a Harry aquí en Londres y tener que irme a España.

Sentí como su respiración se ralentizaba, se había quedado dormido. No se cuento tiempo pasamos ahí dentro, pero escuché como tocaban la la puerta.

-Pasa- dije con la voz casi apagada para evitar despertar a Harry.

-Ya acabé se...- dijo mirando- perdón, no quería interrumpir nada.

-No, está durmiendo, solo es eso- dije con una sonrisa.

-Ah bueno, ya terminé de limpiar, digale- la interrumpí.

-No me hable de usted porfavor, no me gusta- dije- pero siga.

-Está bien, dile a Harry cuando se despierte que mañana volveré con Flora para acabar todo- dijo mientras yo asentía.

Se quedó mirando como yo pasaba la mano por el pelo de Harry y después me miró para entrar y apoyarse durante unos segundos en el borde de la cama.

-Este chico tiene muchas cosas buenas- dijo riendo- pero también tiene demasiadas malas- ahora miraba fijamente a Harry- normalmente lo veo con chicas, una detrás de otra y con todas se comporta igual. Pero creo que contigo es diferente.

-¿Como diferente?- dije esxtrañada. Hablábamos con susurros para que no se despertara.

-Verás...- dijo ahora mirandome- para empezar, nunca le había escuchado poner motes a sus chicas y a ti te ha presentado como dormilona. Nunca, y cuando digo nunca es nunca, había subido a una chica a su cuarto, bueno sí- se me encojió el corazón- a su madre y a su hermana, es la primera vez que veo este cuarto y ni sí quiera se que hago aquí, como se despierte me matará- respiré en señal de alivio- y por si faltara menos, creo que ninguna ha pasado tanto tiempo como tu en su casa Paola- paró un momento y respiró- te quiere de verdad. No dejes que te pierda o solo dios sabe que hará. Te aprecia mucho y creo que morirá si te pierde.

Atendí esas palabras tan sabias y después asentí.

-Bueno, creo que va siendo hora de que me vaya. No quiero molestar más- se levantó para irse.

-Marga!- alcé la voz haciendo que Harry diera un salto- Gracias- dije sonriendo mientras agarraba la cabeza de Harry suavemente para volver a posarla otra vez en mi vientre.

Pude escuchar como Marga cerraba la puerta después de agarrar unas cuantas bolsas. La impresión me la llevé cuando de repente la puerta de la habitación se corrió de golpe encontrandome a Stella dentro de casa...

Amor en una direcciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora