Amor en una dirección

¿Como era antes?

POV AIDA

Eran las diez y media de la noche, estaba bastante cansada, mi móvil ya se había bloqueado de tantos intentos por averiguar el patrón. Me trajeron la cena, realmente asquerosa. Longanizas, pisto, yogurt y pan duro como una piedra. Decidí no cenar aquello que resultaría una bomba nuclear incluso para el pez que tenía mi compañero de habitación.

-Sí no te lo comes, no podrás dormir del hambre que pasarás- dijo Adam, mi compañero.

-No cenaré.

Mis padres se habían ido a descansar a casa, sí no pasaba nada, mañana por la tarde-noche me darían el alta por fin.

-¿Cuántos años tienes?- me preguntó el chico que hacia unas horas que se había instalado.

-Me dijeron que tengo 17 y en enero haré los 18. ¿Y tú?

-Tengo 19 y una novia que está muy buena.

La verdad es que el chico no es feo, tiene el pelo rubio y los ojos marrón verdoso. Es moreno de piel y alto. Tiene un tatuaje en el gemelo derecho que pone "Vanesa"

-¿Tú novia se llama Vanesa?

-Sí- dijo mirando su gemelo.

-¿Y cuando la dejes que harás con ese tatu?

-¿Quién dice que lo vayamos a dejar?

-No se, pero jamás haría eso.

-¿Y tú?¿Tienes novio?

Me encogí de hombros, la verdad es que nunca me lo había preguntado, no sabía sí tenía novio. Me había picado la curiosidad por saberlo.

-Como que no lo sabes,¿A ti que te pasa?

-Amnesia, ¿y a ti?

- Problemas en la aorta, ya sabes, todo muy jodido.

-¿Te puedes morir?

-Es la arteria más importante del cuerpo, no se, igual me salvan- se reía.

Era bastante agradable, pero tenía un ego que se le subía por las paredes. Me estaba entrando el sueño, procedí a tumbarme cuando empecé a escuchar mi nombre por el pasillo. Me incorporé y mire hacia la puerta cuando se abrió...

-¡Aida!- grito una rubia con pelo muy rizado, ojos verdes y más alta que las demás.

-Hola, tú eres..., se que eres una de mis mejores amigas, pero no se cual, lo siento- dije un poco avergonzada.

-No te disculpes tonta, soy Sara- dijo abrazándome.

-Ah sí ya se quién, hola Sara.

-Oh, mi pequeña idiota, como te he echado de menos- me dijo una castaña de pelo ondulado, ojos marrones y un pelín más bajita que Sara- yo soy Noelia- me guiñó el ojo.

-Hola Noe,¿ te llamaba así?

-Sí, así me llamabas.

-Que pasa Aidita- dijo otra rubia, esta vez más oscura con los ojos marrones miel y la más bajita de todas sin dudarlo- soy Paola, me puedes llamar como quieras.

-Hola Pao, encantada de volver a verte- dije tímida.

-Perdona- dijo mirando a mi compañero- ¿Sabes dónde han metido a mi Aida? Es que la otra Aida me hubiera pegado o me hubiera dicho que me follen o algo así- dijo sin más.

¿Enserio le hubiera hecho eso?¿Como era antes? Adam se escogió de hombros y se rio.

-Hola amor, yo soy Alba- me dijo una castaña clara con ojos marrón intenso alta y morena de piel.