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Escucho que suena la alarma de mi celular entre dormida y abro un ojo para apagarla, pero entonces veo que faltan 15 minutos para la clase y me levanto de un salto de la cama. No había escuchado las demás alarmas y la de las 5:45 am es la última en sonar.
Me visto tan rápido como puedo con ropa deportiva, agarro todo lo necesario y salgo volando de mi casa. Antes de salir mi mamá me entrega dinero para que compre algo de desayunar y salgo como alma que lleva el diablo de casa. Miro el celular y solo me quedan 5 minutos para llegar, así que empiezo a correr a la velocidad que me dejen las piernas.
Después de estar corriendo por un rato diviso la Universidad, miro mi celular de nuevo y ya son las 6:05. Al llegar a la entrada, paso mi carné por los lectores de seguridad, suena un pitido de acceso y entro corriendo hacia la cancha. Noto a Olivia y esta al verme alza una mano. Tiro mis cosas en las graderías y corro hacia donde se encuentra ella.
—Respira —me dice Olivia.
Inhalo y exhalo varias veces. Mi respiración aún está agitada y no puedo evitar apoyarme en mis rodillas por lo exhausta que estoy.
—¿Y el profesor? —le pregunto a Olivia.
—No ha llegado. Ellos nunca llegan puntuales cuando es clase de 6 —responde alzando los hombros.
—Bueno, eso es cierto —admito mientras me pongo derecha—. No me hubiera dignado en correr hasta casi perder un pulmón.
El profesor llega después de 5 minutos y empieza a impartir los contenidos programáticos de todo el semestre. Mientras habla me doy cuenta que hay muchos estudiantes rodeándole. ¿No se supone que por clase sólo debe haber 15 estudiantes matriculados? Y sé que hay más de 15 estudiantes.
—¿Por qué hay tantos estudiantes? —formulo por lo bajo a Olivia con intriga.
—Antes de que llegarás oí a unos chicos hablar sobre que al profesor le asignaron dos grupos a la misma hora el mismo día —musita Olivia mientras estira sus brazos. Yo también empiezo a hacerlo—. Y pues al parecer somos nosotros.
Cuando estoy a punto de contestarle a Olivia, el profesor interrumpe la charla para dar una bienvenida. Entonces siento como Olivia agarra mi mano y le da un apretón con algo de fuerza. La miro confundida, pero al parecer ella está mirando hacia otra parte, así que sigo su mirada y me doy cuenta del problema.
«El destino es una perra».
—Les quiero presentar a estos dos chicos —anuncia el profesor y entonces el golpea cabezas se presenta como Aiden y su amigo el guapo como Alek—. Ellos son estudiantes de intercambio de la Universidad de Nederland y quisiera que le den una amable bienvenida.
Los estudiantes empiezan a aplaudir y ellos se limitan a sonreír con algo de incomodidad, con una los labios en una línea. Ahora soy yo la que le da un apretón a la mano de Olivia.
—Vamos a hacernos con ellos —propone Olivia con seguridad.
—¿Cómo así? —la miro confundida, arrugando el entrecejo.
—Hoy estás muy ida, Tessa —bromea—. El profesor acaba de decir que nos hagamos en parejas para una actividad.
—Bueno, ya estamos las dos.
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LEAPERS I ©
Mystery / Thriller[Libro I: Bilogía Penumbra.] Algo inesperado y sobrenatural está por suceder en el pueblo de Pamplona. Con la llegada de dos atractivos y misteriosos estudiantes de intercambio, el destino de Tessa y Olivia se verá envuelto en una serie de peligros...