Una vez en casa le entrego las manzanas a mi madre y ella me dice que en la noche me repone el dinero que gasté comprando la fruta. Subo a mi habitación y me acuesto en la cama boca arriba.
No cabe duda de que lo que ha pasado en el supermercado con aquel chico ha sido demasiado extraño. Todo había empezado como una broma, pero en su rostro se podía notar que él hablaba enserio y eso me asustó.
¿Lo volvería a ver? No lo creo.
Alek me envía un mensaje diciendo que vaya inmediatamente a la casa de Izan y yo me siento de golpe. He estado tan distraída toda la mañana, que olvidé por completo lo mal que está la situación en estos momentos. Así que salgo inmediatamente de la habitación y una vez abajo, me despido de mamá con un beso mientras ella corta algunas verduras.
Meto mi móvil en los hoyos de mi sudadera y salgo de casa. Entonces veo la camioneta negra de Aiden estacionada y él me mira por la ventanilla. Tomo una gran inhalación y avanzo hasta el auto. Me subo, sin saludar y él arranca.
—Pensé que estarías ocupado con Olivia —suelto de repente.
—Solo necesitaba comprar algo y ya lo hice —dice, con la vista al frente.
Decido no comentar nada más y me dedico a mirar por la ventana, mientras nos dirigimos a casa de Izan. Los nervios crecen cada vez mas en mi cuerpo y me hacen remover inquieta, haciendo que me frote las manos contra las piernas para intentar calmarme.
—Olivia me contó que has estado un poco asustada por todo esto —La voz de Aiden me hace girar a verlo—. ¿Por qué tienes tanto miedo?
—Me da miedo pensar que puedo perder a mis amigos en un segundo. Quizás hay momentos en los que puedo ser un poco valiente, pero todo esto me supera.
—Entonces no debiste, desde un principio, querer averiguar todo sobre nosotros —murmura él con seguridad.
—Lo sé —admito—, pero no puedo evitar sentirme tan asustada. No quiero que nada malo le pase a ninguno de mis amigos.
—Eres bastante altruista —confiesa él y una pequeña sonrisa se escapa de su rostro—. Desde que quisiste ayudar a Ciara he podido notarlo.
Sonrío, pero es una sonrisa débil, sin ganas.
—Siento que debo protegerlos, pero la verdad es que parece que ellos son los que me protegen a mí.
Llegamos en menos de lo esperado a la casa de Izan y Olivia nos espera con la puerta abierta. Posteriormente, nos encontramos todos sentados en el gran comedor de la casa de Izan y en medio del silencio, solo se puede oír el sonido del tic tac del reloj que está a un lado de nosotros.
—Los cazadores aun no saben quién es el asesino de Ruber —empieza a decir Alek, cortando el silencio—. Sin embargo, no se darán por vencidos hasta encontrarle.
Izan no refleja ninguna expresión en su cara. De hecho, se encuentra bastante tranquilo, como si no sintiera miedo de aquello.
—Deberías irte para Bogotá, Izan —recomienda Olivia, mirándole—. Aquí solo pones tu vida en riesgo.
—No me iré —replica él, alzando la vista—. No dejaré sola a Ciara.
Ciara aprieta su mano.
—Puedes irte con ella —refuta Olivia—. No seas tan irracional.
—No tengo miedo —ataca él, levantando los hombros.
—Es que no se trata de eso. Se trata de hacer lo mejor para ti —contraataca Olivia con enfado.
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LEAPERS I ©
Misterio / Suspenso[Libro I: Bilogía Penumbra.] Algo inesperado y sobrenatural está por suceder en el pueblo de Pamplona. Con la llegada de dos atractivos y misteriosos estudiantes de intercambio, el destino de Tessa y Olivia se verá envuelto en una serie de peligros...