Me volteo y entonces puedo ver al dueño de aquella voz.
—¡Esto no puede estar pasando! —grito mientras me tiro encima del chico que está sentado en mi cama. Mi nariz choca contra su cuello y aspiro su olor. Extrañaba aquel olor—. Me pegaste un buen susto, Izan.
—¿Cómo está una de mis bebés? —pregunta riendo, pasando por alto mi comentario y yo me despego un poco de él para verlo a la cara.
—Ahora que te veo muy feliz.
—Yo también estoy muy feliz de verte, Tessa. Pero estás desnuda con solo una toalla cubriendo tu cuerpo y no quiero que el tal Alek me mate.
Río por su comentario, me levanto y le digo que se voltee para yo poderme cambiar por algo más decente que mi toalla blanca. Busco en mi closet unos jeans negros y un sueter blanco. Abro una gaveta y saco ropa interior junto con unos calcetines cortos color azul claro. Así que después de tener todo listo empiezo a ponerme mi ropa interior.
—¿Por qué te asustaste tanto? —Curiosea Izan, mientras está de espaldas.
—Es que últimamente a Aiden y Alek les gusta entrar a mi habitación sin previo aviso.
Oh, no. Mala elección de comentario.
—¿Aiden? —Inquiere Izan y noto la confusión en su voz. Meto un pie dentro del jean y después el otro—. ¿Es que cuántos chicos son?
—Solo dos.
—Atacas más que los rusos, Tessa.
—¡Oye! —protesto riendo—. Alek es ruso, para que te enteres.
—Santa mierda —exclama él y yo me río.
Una vez termino de vestirme le digo a Izan que ya puede voltearse.
—Aún sigues vistiendo muy monocromático —manifiesta Izan y yo asiento con la cabeza.
Mi amigo el rebelde cambia su mirada y me exige que debo contarle todo lo que ha pasado y aunque sea un amigo al que amo mucho, debo pasar por la pena de mentirle. Él no puede enterarse de todo lo que ha estado pasando las últimas semanas.
Así que me siento a su lado, mientras me pongo mis calcetines y le cuento la historia de cómo los conocimos Olivia y yo, omitiendo la parte del asesinato y la verdad que ocultan los dos extranjeros.
—Olivia y tú han estado más que entretenidas, ¿eh?
—La verdad es que son unos chicos muy agradables.
—Aquí lo que me importa saber es... —murmura Izan, pensativo—. ¿Cuál de los dos te gusta?
Empiezo a toser por su repentina pregunta y él golpea mi espalda con una mano. Esa pregunta si que hizo a mis pulmones exaltarse.
—Me sentía atraída por Alek, pero ahora mismo siento que ya no —cuento y no sé si estoy segura de lo que digo—. La verdad no entiendo mis sentimientos por él ahora mismo. Hay veces es los que siento que me atrae y otras en las que no. ¿Me hago entender?
—Sí —confirma Izan mientras me mira detenidamente, tratando de cómo poder entender mis sentimientos—. ¿Y Aiden?
—¿Aiden? —bufo. Izan es muy malo haciendo preguntas—. No, por él no siento nada. La paso bien con él, pero ya.
—Entiendo.
—¿Y tú por qué estás aquí?
Izan se acuesta en mi cama sobre su espalda, toma una almohada y la pone debajo de su cabeza. Suelta un suspiro y habla.
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LEAPERS I ©
Misteri / Thriller[Libro I: Bilogía Penumbra.] Algo inesperado y sobrenatural está por suceder en el pueblo de Pamplona. Con la llegada de dos atractivos y misteriosos estudiantes de intercambio, el destino de Tessa y Olivia se verá envuelto en una serie de peligros...