Capítulo 31

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¿Sabes en esos momentos en los que tu boca se cae al piso, literalmente, por una sorpresa? Bueno, así me siento justo ahora e incluso Olivia está igual o más impresionada que yo. Y es que ella se acaba de enterar que Danthaniel también me conoce a mí.

Mi mente es un mar de preguntas ahora mismo, mientras que mi vista viaja de Aiden a Danthaniel y viceversa. ¿De dónde se conocen Dan y Aiden? ¿Y por qué Aiden reaccionó de esa forma al verlo? Pero lo más importante es: ¿De dónde carajos conoce Danthaniel a Ciara?

—¿Qué mierda haces aquí, Danthaniel?

La pregunta de Aiden nos saca del ensimismamiento a todos, haciendo que podamos reaccionar. Danthaniel se ríe y la chica que viene con él levanta dos bolsas de regalo con una expresión de seriedad. Por otro lado, el chico me mira como si estuviera viendo a un fantasma. Solo está ahí, de pie, mirándome con esos profundos ojos grises, perplejo.

Aiden parece a punto de sufrir un brote psicótico mientras examina a Dan; sus manos hechas puños y su entrecejo notablemente fruncido. ¿Por qué Aiden está tan molesto por verlo? ¿Qué secretos ocultan aquellos dos chicos con aire de rivalidad?

—Quiero te largues en este maldito momento —ordena Aiden, demasiado furioso—. Y llévate a tus primos.

—La que debe echarnos aquí es ella —contraataca Danthaniel, señalándome con la margarita que tiene en sus dedos.

Y así, Aiden gira a verme y nuestros ojos se conectan. Un escalofrío recorre mi columna dorsal por lo mucho que me transmiten sus pupilas tan dilatadas. Incluso su cara se ha puesto roja y puedo notar como aprieta su mandíbula. Justo ahora es tan irreconocible para mí. El Aiden que ahora me mira, es un chico que siento que no conozco.

No puedo evitar pensar en esos segundos sobre que Aiden es un cajón de secretos. Pero es un cajón que desea ocultar para que nadie descubra o revele lo que tanto esconde. ¿Quién es en realidad Aiden Ekman? ¿Y cuáles son las cosas que tanto oculta?

Cuando estoy a punto de responder, Aiden se abalanza sobre Danthaniel, provocando que caigan al piso. Él empuña la chaqueta de Dan, levantando un poco su cuerpo. Danthaniel solo sonríe, debajo del cuerpo de Aiden, pero él no está nada divertido, sino que está furioso.

Todos permanecemos estáticos, sin mover ni un solo músculo. Y no es hasta que Aiden le lanza un puñetazo en la cara a Dan, que nuestros sistemas reaccionan y caemos en cuenta de lo que está pasando. Un rabillo de sangre se desliza por la boca de Dan, pero él sigue sonriendo, como si Aiden estuviera contando chistes.

La música deja de sonar y todos los espectadores murmuran y disfrutan del espectáculo.

—Ya echaba de menos las peleas estúpidas —murmura Dan, con la mirada fija en Aiden—. Y al parecer, después de un año, tú sigues siendo el mismo.

Alek se acerca rápidamente a Aiden, lo levanta por un brazo y lo aleja de Danthaniel. El rostro de Aiden solo destila enojo, rencor y muchísimo odio. Su pecho se mueve en una sintonía descompuesta, como si debajo de esa piel y músculos, su corazón quisiera salirse de la caja torácica. Una pequeña vena se marca en su frente y su respiración está demasiado agitada.

El primo de Danthaniel lo ayuda a levantar y este se limpia con el dorso de su mano la sangre que sale de una comisura de su boca. Olivia me mira como si no pudiera entender nada y la verdad es que yo también me encuentro así. No entiendo la razón de tanto odio de Aiden, hasta el punto de llegar a golpear a Dan. Ni siquiera a Jason le propino un puñetazo como acaba de hacerlo con el misterioso Piaget.

—Fue tu maldita culpa —grita Aiden, con dolor en su voz—. Ahora ella está muerta por tu culpa.

Los gritos solo me confirman que Aiden parece tan ensimismado con Danthaniel, que no se da cuenta de que todos lo están mirando.

LEAPERS I ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora