APUESTA [JimSu] (Omegaverse)

~CAPITULO 15~

>>No se a ustedes, pero así me imagino al pequeño Jihoon<<

Narra Jimin

Bien, toda estaba listo.

Había arreglado la casa dejándola brillando de limpio.

Cociné unos bocadillos que había visto en internet, quienes reposaban gloriosos sobre la mesa isla junto a la cocina.

Holly dormía por ahora sobre su cama, pero ya estaba vestido con una camisa que decía "El Favorito de Papá" y perfumado con loción canina.

Movía el pie con desespero, con Yoongi habíamos acordado vernos en mi casa a las 10:00am, ahora faltaban menos de 15 minutos para eso y los nervios hacían que sudase pese a haber un frío de los mil demonios, o ¿era mi imaginación?, digo en septiembre hace fresco ¿no?.

Me frote las manos en el pantalón limpiándolos debido al sudor existente en ellas; tomé el celular entre mis manos verificando la hora, 9:52am, ¿tan pocos minutos habían pasado?. Dios, sentía que mi pulso se aceleraba.

¡Concentrate Jimin! Solo es una simple reunión de trabajo, además vendrá el pequeño Jihoon, ¡centrate en terminar las clausuras! ¡Por Dios!.

Decidido a pensar en otra cosa, verificó en el aparato electrónico varios mensajes y e-mails acumulados en la bandeja de entrada.

Todo iba excelente hasta que el ruido del timbre resonando por las paredes hicieran darme un salto dejando caer el celular.

Holly, alzó la cabeza oliendo el aire verificando si conocía el aroma.

Un segundo toque me hizo reaccionar parándome de mi lugar dirigiendo mis pasos hacia la puerta. Tomé el picaporte soltando un suspiro girando este para ver a las dos personas que mas esperaba.

El niño parecía una pequeña albóndiga debido a la gran cantidad de suéteres que portaba, mientras Yoongi solo vestía uno mas sencillo junto con aquella bufanda gris de apariencia suave.

—¡Jimin!— exclamó Jihoon dando pequeños saltos, pero sin soltar la mano del omega.

—¿Cómo estas pequeño?— me puse de cuclillas revolviendo su cabello.

—De maravilla, desde que mi Papi me dijo que vendríamos no he parado de estar muy emocionado.— colocó una mano sobre mi mejilla, yo por inercia la cubrí con la mía.

—¿En serio?— asintió con entusiasmo.

Retiró la mano de mi rostro, le sonreí con ternura poniéndome de pie mirando ahora al precioso omega frente a mi quien tenia el ceño levemente fruncido.

—Buenos días Yoongi.— saludé feliz.

—Si, si, buenos lo que sea. ¿Nos dejas pasar?— le restó importancia.

—Oh, claro que bobo. Adelante.— me hice a un lado dejándolos pasar, cerré la puerta luego.

—Tu casa es muy bonita Jimin— el infante se iba quitando los múltiples abrigos.

—Gracias, espero y se sientan como en ca...— mi argumento se vio cortado debido a los ladridos del perro color café.

—Mira Papi, ¡tiene un perrito!— el menor señalaba al animal con su rostro bañado en emoción.

—Holly, deja de ladrar. Son amigos.— el can alzaba sus orejas como tratando de procesar mis palabras.

—¿Holly?— el rubio miraba al perro con cierta nostalgia.