APUESTA [JimSu] (Omegaverse)

~CAPITULO 27~

Nota: ...

Narra Yoongi

Mecía al pequeño Myeong entre mis brazos mientras le cantaba de forma suave una canción infantil.

Él me miraba fijo al igual que trataba con sus manos de tocar mi cara, estaba distrayéndolo por unos minutos. Taehyung tomaba una ducha.

Pobre, apenas va un mes desde que el bebé nació y luce fatal; aunque su alegría sigue intacta, tampoco es como si Jungkook se viese mejor. El pequeño les estaba pasando factura.

Nadie dijo que ser padre era un trabajo sencillo y menos cuando de un recién nacido se trataba.

A parte de eso, Myeong no parecía querer separarse ni un segundo del omega. En verdad resultó posesivo, sobre todo con su padre.

Por ende, resulta increíble que no esté llorando en este momento. Aunque tratándose de mi es entendible, no tendrá otro tío cómo yo.

—¿Por qué eres tan tierno enano?— le dí un beso a su mejilla.

Aún me veía fijo, sus manitas hacían todo lo posible por tomar mi rostro. ¿Les dije? Siendo tan pequeño tiene la manía de tocar las caras de otros.

—Te enseñaré a ir por el buen camino, patearas traseros pequeño— se rindió por fin metiendo ahora el dedo pulgar a su boquita.

En verdad que un bebé traía alegría a donde vaya; me senté con el niño en aquella mecedora ubicada a un lado de la ventana del cuarto pacífico del pequeño.

Era viernes, había tomado mi día libre hoy a petición de Jimin; él dijo tenía algo muy importante que decirme.

Al igual que yo, aprovecharía la ocasión para decirle de una vez por todas a Jimin la verdad. Ya no podía seguir aplazando más el tiempo.

El bebé ya había nacido y ahora no tenía porque preocuparme; bueno sí, del cómo buscar las palabras correctas.

Acomodé mejor al niño entre mis brazos sin dejar de mecerme; al mismo tiempo empecé a divagar.

¿Se enojaría mucho?

>Tal vez

¿Qué hago si me odia?

>No podría odiarte, te ama.

Pero es una verdad impactante, cualquiera se lo tomaría mal.

> Él es mejor que cualquier persona, te entenderá.

¿Y si no?

> Haremos que entienda tus razones.

¿Cómo?

> Pidiendo te escuche.

¿Y si se niega a oír?

> Lo hará, tranquilo.

Detuve mi monólogo interno al darme cuenta de que el bebé ya estaba completamente dormido; con sumo cuidado lo deposité en su cuna negra (regalo mío) y le coloqué la cortina traslúcida.

Unos pasos se escucharon detrás mío, Tae estaba entrando a la habitación aún con el cabello medio húmedo.

—¿Se durmió?— su voz sonando baja.

—Si, lo acaba de hacer— me alejé de ahí con pasos silenciosos.

—Gracias Yoonie, eres la única persona a parte de mí y Kookie con quien no llora— se aplicaba una crema en la cara.