Las clases habían comenzado hace tres semanas prácticamente, estaba cansada de venir a clases que, desde ya, necesitaba urgente unas buenas vacaciones.
Los zapatos de toda la multitud de mi clase se escuchaban por los pasillos juntos con sus escandalosas voces. Nos dirigíamos al laboratorio de Botánica y farmacéutica. No entiendo cuál es la prisa, todos vamos al mismo lugar ¿Por qué el de apresurarse?
Incluso cuando las puertas del laboratorio se abren, muchos se empujan para ver quién entra primero y quien escoge el mejor puesto. Recalcando que el mejor puesto es estar cerca del profesor y tener toda su atención.
Espero unos segundos para ingresar.
—Como siempre, ingresando entre los últimos —dice Karla apartando su maleta del asiento que tenía reservado.
—¿Y entrar con el ganado descontrolado? No, gracias —digo sentándome y dejando mi pequeña agenda cerca.
—Pero hay quienes si tienen el ganado bien controlado —susurra en mi oído y dirijo mi mirada hacia quien podría ser de quien me esté hablando.
Me he fijado que ciertas alumnas de esta clase sienten una atracción visible por el profesor Matheson, y él parece notarlo, más creo aún conserva cualquier tipo de cercanía con cualquiera de ellas, como lo está haciendo ahora.
Roxana, es una de las chicas que más se le ve el interés por él, llamándolo por cualquier cosa simple solo para atraer su atención, no se puede negar lo guapa que es esta chica, blanca y aunque el cabello no sea su tono natural, el rubio castaño le sienta bien, más con el cuerpo que tiene en forma, otras por otro lado toman más poder y beneficio a la situación, como tomarlo del brazo y llevarlo al lugar donde está el experimento para estar más cerca de su rostro y conseguir más que un toque de mano.
Lo más gracioso de todo esto es que me fijo en todos los intentos que ellas hacen y no consiguen nada.
A diferencia de la presidenta de la clase.
Con solo verlo hace que ponga mis ojos en blanco, recalco que no solo es la presidenta, sino también parte del acuerdo estudiantil de la carrera. No es muy alta, ni tampoco tan bonita, solo creo tiene más ventajas sobre las demás por hacerlo reír de vez en cuando.
—Comencemos con la práctica —dice el profesor luego de cerrar la puerta.
Todos se acomodaron en sus asientos para el inicio de la competencia. Y literalmente es una competencia, quien hace primero todos los pasos explicados por él y, aunque mi grupo haya sido el primero la vez pasada, su atención es totalmente para las chicas con hipoxia cerebral.
—Bien, que comience el juego —trueno mis dedos y comienzo con la agrupación de materiales sobre el mesón del laboratorio.
—¿Qué pasa si dejo caer al suelo el Matraz? —todos los chicos de mi grupo miramos a la chica nueva que ha sido integrada por el propio profesor la semana pasada, frunciendo el ceño —. Tranquilos, solo fue un comentario —se queda callada un momento y luego habla otra vez —. Con esto tal vez llamaríamos la atención del profesor, es como si no existiéramos.
—¿Me recuerdas tu nombre? —digo tratando se sonar paciente.
—Adamarys.
Sonrío sarcásticamente.
—Soy la encargada del grupo por si no lo has notado —me presento —. Y por lo que veo, no has realizado lo que te pedí que tuvieras listo en tres minutos. Sin embargo, estas... —respiro profundo y me contengo —. Invirtiendo tu tiempo en otras cosas como llamar la atención del profesor. ¿No te das cuenta de que es mejor así?
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Te Vas A Enamorar De Él
RomanceGalia es una estudiante de 20 años, espontánea y con un gran gusto por la lectura romántica juvenil, pero tiene un pequeño problema, su curiosidad, esta, la lleva a investigar a su nuevo profesor de la Universidad, luego de varios comentarios de alg...