Te Vas A Enamorar De Él

Capítulo Veintisiete

No quería que las cosas pasaran de esta manera. Mucho menos tener un dos por uno en este regreso a clases. Ya tenía suficiente con que Gerson, me haga todo el interrogatorio que quiera y ahora sea Laura, a la que tengo que explicar muchas cosas.

Se suponía que este sería el año donde le tenía que decir la verdad, pero no así, tenía que correr ahora detrás de ella y explicarle cómo fue que sucedieron las cosas. Por la mirada que me dio cuando ingresé a la escuela debo suponer que ya sabía de los rumores que ahora todos están al pendiente, de las fotos que no se dé dónde o como las consiguieron.

Todo en mi cabeza era una confusión, tenía por ordenan muchas cosas y todas se me están saliendo de control.

Lo que menos quería era que, Laura, se alejara de mí sin que me escuche, que crea lo que están comenzando a decir y lo que sigan aumentando, puede que los rumores sean ciertos, también soy consciente que muchas de estas chicas van a agravar la situación.

Salí detrás de ella, cuando estuve a punto de alcanzarla, Karla tomó de mi brazo deteniéndome.

—Espera Galia, ella tiene clase con el profesor Matheson ahora —tenía que hablar con ella, lo tenía que hacer, mi pecho se oprime más de solo imaginar lo que ella pueda pensar—, dale espacio, seguro hablarán después. Ella te buscará. La conocemos muy bien.

Respiro profundo, pero no funciona en nada para tratar de calmarme, peor aun cuando él aparece en todo el pasillo. Justo, al salón de Laura. No quería que Gael se diera cuenta de mi estado, con solo mirarme ya describe como o que me pasa, tampoco quería más interrogatorios.

Me di la espalda encontrándome con Gerson. No sabía cómo verlo, si con enojo o con decepción.

—¿Por qué reaccionó así tu amiga?

Sí, definitivamente quería romperle la nariz, ¿acaso los hombres nunca entenderán nada?

—Porque ella es parte de las chicas que están enamoradas del profesor Matheson, pedazo de idiota —dijo Karla, con leve acritud.

—¿Tú lo sabias? —le preguntó con tono incisivo, ella solo me miró preguntándome a través de los ojos si era necesario responderle, pero Gerson ya con esos segundos perdidos obtuvo su respuesta—, Lo sabías.

—Ya deja los malditos interrogatorios ¿querías una respuesta? pues te di muchas de ellas —puntualicé—, ¿Quieres que se sigan enterando? Perfecto, anda, diles a todos que soy la novia del profesor Matheson. ¿Quieres deslumbran a todos con lo que sabes? Hazlo. Yo no tengo la obligación de contarle a nadie nada de lo que haga o deje de hacer con mi vida. Porque es mía. Yo soy la que lo está viviendo, yo soy la que decide quién está y comparte conmigo lo que yo quiera. O ¿acaso tenía que preguntarte a ti?

—Yo no tengo la culpa de que ahora andes en boca de todos —aclaró—, tu misma lo dijiste, es tu vida, tu verás cómo te perjudicas. Y te lo advertí mucho antes de todo esto pasara.

Gerson, se acomodó más la mochila entre el hombro y desapareció por las escaleras.

Quería hacerme una bolita en el suelo, quedar bajo tierra y no salir. Miré a mi alrededor intentando no llamar mucho la atención de los que estuvieran cerca mío. Gael ya no estaba, supongo ya debe estar en el salón de Laura.

Entre los estudiantes debí imaginarme que él también estaba allí; Efraín, con algunas de las chicas que seguro están en el grupo de admiradoras. Tenía tanto coraje encima. Más cuando todas ellas e incluso Efraín no disimulaban el mirarme y, aunque no sabía leer los labios es como si los estuviera escuchando y no es que hablaran cosas agradables de mí.