Me levanté temprano, y créanme que cuando digo temprano, es exactamente temprano. Tuve que poner unas cuantas alarmas desde las tres y media de la madrugada, para tener media hora entre despierta, arropada de pies a cuello sobre mi cama. Una alarma a mí no me basta para levantarme, es más, recién las llego a escuchar cuando suena la cuarta y, para estar siempre prevenida, se poner nueve de ellas.
Pero jamás, ¡Jamás en la vida! Pongan una alarma con su música favorita, es lo peor del mundo.
Mas aun cuando casi muero infartada por el "Hasta mañana princesa" creí que se molestaría, o que me dejaría claro que nuestra relación no va más allá de alumna-maestro. Y debo confesar también que al leer el mensaje me costó mucho dormir. ¿Se pueden imaginar la sonrisa con la que me dormí? ¿Con que alegría mi corazón comenzó a latir aún más fuerte? ¿Y el cosquilleo en mi estomago haciendo más fuerte por que al despertar me di cuenta de que el mensaje seguía ahí? Es que realmente parezco una niña cuando le dan su primera my scene, luego de verla en televisión.
Había perdido permiso en el trabajo para faltar el día de hoy. La hora me descoordinaba pero como era «obligación» tenía que hacerlo, los viernes en la mañana no tenía clases solo en las tardes, y eran las de Gael, que ahora, se han convertido en mi clase favorita, todo lo que él decía lo resaltaba, lo grababa por audio y... ¡que deleite era escuchar su voz! pero también desagradable escuchar las voces de las chicas que hacen chistes en sus clases.
Alteran mi zona de tranquilidad y paz eterna.
Claro que era la mejor de la clase, o eso me consideraba yo misma, junto con Josué. Así que competencia en ese ámbito no había mucha. También porque botánica farmacéutica no era una materia fácil. Y Gael como profesor... difícilmente se saca alguien un diez en sus seminarios y, peor aún, sus evaluaciones.
Salí del baño con la toalla enrollada en mi cuerpo, suelto un suspiro al ver el vestido que me pondría hoy, no tenía ni remota idea en cómo llegar al laboratorio de encuentro, ni como saldré vestida así desde mi casa. Mi papá a las cinco y media sale para su trabajo, recuerdo bien decirle que no se preocupara por dejarme y, a Emilio, no creo le nazca levantarse temprano para ir a dejar a su hermana.
Me tomó en un tiempo preciso de una hora maquillarme, y colocarme la diadema de Alicia en el país de las maravillas, sí, ese es mi traje. Un vestido lo suficientemente ancho desde la cintura hasta cuatro dedos más abajo de mis rodillas, un delantal blanco, medias largas del mismo color y zapatos negros.
—Mi mala suerte —murmuré al verme al espejo con traje ya puesto—. Parezco de caricatura.
Termino de ponerme un poco de rubor en las mejillas, quise pedirle a Catalina que me maquillara, pero vive un poco lejos y tendría que pasar la noche aquí, e ir luego a su universidad. Se que no le molestaría, pero mejor dejar una reunión así para este fin de semana. Se que anda algo intranquila por no contarle al pie de la letra como andan mis sentimientos referentes a mi profesor de botánica.
El sonido diferente de mi celular me hace buscarlo entre mis sabanas y saber quién podría ser el dueño del mensaje. Antes de irme a dormir personalicé las notificaciones de Gael. Tenía que saber la diferencia entre sus mensajes y los mensajes de los grupos de la universidad.
Hay prioridades.
"Buen día. ¿Ya está despierta?" —sonreí sin evitarlo.
"Buenos días. Si, ya estoy lista. ¿Qué hace usted despierto?" —era demasiado temprano. Ya me había comentado que no le gustaba madrugar.
"¿Ya va a salir? Es una lástima no verla vestida del traje que ha escogido"
"No es ninguna lástima. Mejor que no me vea así, es vergonzoso"
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Te Vas A Enamorar De Él
RomanceGalia es una estudiante de 20 años, espontánea y con un gran gusto por la lectura romántica juvenil, pero tiene un pequeño problema, su curiosidad, esta, la lleva a investigar a su nuevo profesor de la Universidad, luego de varios comentarios de alg...