Capítulo Siete

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Todo este tema de Gael me ha dejado pensando, las deducciones de Catalina hacen que tiemble por completa. No puedo meterme en este hoyo. No puedo complicarme la vida de esta manera, es un hombre demasiado mayor, un hombre con una sonrisa magistral —debo reconocerlo—, con conocimientos increíbles y tanta experiencia que hace vibrar hasta la parte más pequeña de mi ser.

Pero Laura, es mi mejor amiga, no puedo mirarlo. No puedo, no debo.

Entre tantas cosas olvido que ya hemos regresado a clases de nuevo. Debo concentrarme pronto serán los aportes y estoy tan atrasada con los pendientes de algunas materias.

—Todos tenemos que ir —dijo Josué en la conversación que tenía con Karla sin dejar de ver las reacciones de los tubos de ensayos—, en pocas palabras es una obligación la asistencia.

—Por eso, y muchos motivos mas no escogí con ese profesor, es como chiflado —comentó Karla, sabia de lo que estaban hablando—. Galia ¿De qué iras disfrazada?

—De lo que sea —mascullo.

No era una idea que me agradaba, pero ya me había disfrazado antes e incluso iba a trabajar animando fiestas si no hubiera encontrado mi trabajo actual.

—Te verás tan adorable igual con lo que te pongas —Karla, ríe a carcajadas mientras que mis ojos le lanzan miradas fulminantes—. El tamaño te ayuda mucho. Mas con esos cachetitos que se te saben poner rojos.

Quitaba con sumo cuidado sus manos frías de mis mejillas.

—No es nada gracioso —digo—. Claro, como a ti no es quien verán caminar por las calles con muchas miradas encima y decir ¿A esa niña se le perdió el circo a las ocho de mañana?

Los dos sueltan carcajadas llamando la atención de los demás.

—¿Ya terminaron? —pregunta Gael, llegando a nuestro lugar.

Creo que le molestó que se hayan reído, jamás ha venido hasta nuestro lugar.

—En eso estamos —responde Karla, cogiendo uno de los tubos aparentando que estaba trabajando con nosotros—. Solo comentábamos un poco de los disfraces de la clase de Fitoquímica.

—Eso mismo acabo de escuchar de sus otros compañeros —su tono es de burla —. ¿Quién de ustedes irá con disfraz?

—Todos los que vemos clases con él —contesto, ruedo los ojos.

Trata de reprimir su risa, pero le es imposible.

—Y ¿Ya les dijeron donde es? —pregunta nuestro profesor, muy interesado. 

Sus ojos se encuentran con los míos y no los aparata. Me siento nerviosa que comienzo a jugar con el bolígrafo en mi mano.

—Nos dio una complicada dirección. Solo hay que ponernos de acuerdo todos para no perdernos —dijo Josué—. Y hay ciertas compañeras que se... —hizo una tos muy mal ensayada—, se saben perder muy a menudo.

—No me pierdo —refuto, sabiendo que la indirecta era para mí—. Solo que, a veces las calles parecen tan iguales que es fácil confundirse. Son muy pocas la veces que me quedo lejos de mi parada por quedarme dormida en el camino.

—Por ese motivo hay que ir juntos —termina de hablar con aire divertido al mismo tiempo.

Todos ríen incluyendo Gael, como si hubiera contado un chiste o algo parecido

—Veo que dentro de sus facetas no solo es llegar justo a tiempo a clases, sino perderse en la ciudad —dice Gael, perdiendo la rigidez de su cuerpo.

Te Vas A Enamorar De ÉlDonde viven las historias. Descúbrelo ahora