Te Vas A Enamorar De Él

Capítulo Veintiuno

Lo había descubierto. Había visto todas las fotos que tenía guardas en la carpeta. Todas y cada una de ellas, cada salida, y cada beso en la mejilla. Incluso las del evento de navidad de la facultad, donde él estuvo.

Los fuertes latidos en mi pecho no me dejaban pensar por tanto ruido ¿Qué puedo decirle? Ni siquiera puedo mentirle al respecto de las fotos, ni de Gael. Mi secreto está en peligro, Gael incluso está corriendo riesgo por mi culpa.

Los ojos de Hendrick muestran dolor y decepción, ambas combinadas haciéndome sentir culpable de tantas cosas. Sus manos están hechas puños y temo que se lastime por tener tanta fuerza en ellos. Sé que está esperando una explicación de mi parte, pero no la tengo. No puedo reaccionar, no puedo ordenarle a mi cuerpo que dé ni un paso, no puedo mover ni un solo dedo.

—¿Desde cuándo has estado saliendo con él? —bajo mi mirada, nerviosa, remojo mis labios sin buscar respuesta—. Contéstame, ¿desde cuándo? es que debí imaginarlo. Estaba más que claro. Su rostro me lo decía; decía que no le agradaba en absoluto que estuviera allí hablando contigo.

Seguía en silencio, sabía que este momento iba a llegar en cualquier instante.

Y el temor crece aún más de lo que está en mi cabeza. Le dirá a Emilio, luego se lo dirá a Gerson, y todos en menos de dos días se enteran de que un profesor sale con una alumna. El prestigio de Gael caerá por mi culpa, hablarán de nosotros en los pasillos o cualquier lugar, llegarán a los oídos de los demás gestores y a dirección. No puedo permitirlo.

—¿Por qué te afecta tanto? —su mirada gélida y su inhalación ruidosa me hace dudar de mi propia pregunta—. Tú, no lo conoces...

—Claro que sí. Y créeme, no tiene una buena reputación.

—Estás equivocado, se de lo que hablan de él, de su profesión, de cómo imparte dando clases, de las chicas que se enamoran de...

—Lo superficial —me interrumpe—. ¿Sabes por qué sale contigo? ¿Te has hecho esa pregunta? O al menos has considerado que, ¿realmente se va a fijar en ti? No seas ilusa, Galia.

—Me he hecho esa pregunta cientos de veces no necesitas recalcármela a cada segundo.

La severidad de sus expresiones me hace desafiarlo ¿Cómo puede hablar así de Gael?

—Cuando tu hermano se entere de esto...

—No se lo dirás —lo interrumpo, me doy cuenta de la exigencia que tienen mis palabras—. Por favor.

Esboza una leve sonrisa con sus manos en sus caderas, mira mi computadora con ira y estoy segura de que si pudiera ahora mismo la haría pedazos.

—Estás suplicándome... suplicas por un hombre, o debo decir, un profesor, porque eso es él para ti, un profesor —muerde sus labios—. Galia, desde que te conocí sabía que Gerson había encontrado en ti una gran amiga, leal, y fuerte de carácter. Podía dejar a mi hermano en buenas manos, más aún si mi último año es el más complicado y sé que contigo podía irme tranquilo —suspira—. Por un segundo creí que, realmente si estaba enamorado de ti, pero confirmé lo contrario.

—Gerson, solo es mi mejor amigo, yo no me fijaría en él, y yo te lo dije —respondo—. ¿Eso es lo que te enoja? ¿Qué no me haya fijado en Gerson?

—Me enoja que seas tan gentil, tan cariñosa, compresiva, que metes tus manos al fuego por personas que te van a lastimar, porque eres ingenua, no ves las cosas como los demás, piensas que todos tienen tu buen corazón, cuando no es así. Ese profesor, te va a lastimar, y lo único que recibo de tu parte son súplicas para que no le diga a nadie sobre tus fotos con él. Ni siquiera te merece.