La incomodidad de mi brazo hace removerme en mi cama, casi todo mi cuerpo estaba sobre él, me acomodo mejor y acaricio suavemente mi mejilla con la parte más fría de la cama para mejor calidad de sueño, pero, sobre todo, comodidad.
Era algo extraño. Muy extraño, nadie me había venido a despertar, incluso puedo escuchar ruido en la parte de a debajo de la casa, dejo de preocuparme y sigo durmiendo.
La luz cada vez me estorbaba más y enseguida reacciono levantándome de prisa, provocando que todo lo que hubiera comido esté a punto de salirse de mi estómago, seguido de eso, un fuerte mareo me desestabilizó sobre mi cama y no soy capaz de controlarlo, es como si mi cerebro se estuviera moviendo de un lado a otro sin intensión a quedarse quieto.
Gimo del dolor al tratar de salir de mi cama, pero todo empeora, todo se mueve, siento como si no fuera capaz de soportar el peso de mi propia cabeza.
La puerta de mi habitación se abre y reconozco la risa de burla de Catalina.
—¿Cómo se siente la primera resaca? genial, ¿verdad? —respiro profundo con los dedos a los lados de mi cabeza—. Te traigo un jugo de naranja y dos pastillas, bebiste como desquiciada.
—¿Tanto así? —mi voz es muy poco audible que al hacer esfuerzo me provoca dolor de cabeza.
—Revisa tu celular, esos estados te lo dirán todo —el rostro de Catalina trata de contenerse de no reír a carcajadas—. Y ver cómo le haces con Hendrick.
Frunzo mi ceño sin entender, reviso entre mis almohadas buscando mi celular, pero no está. Mi corazón se acelera y mis manos comienzan a sudar descontroladamente. ¿Si alguien lo tomó mientras yo dormía? No tiene clave, podrán ver lo que hablo con Gael. Oh no.
—No, no está mi celular. ¡Alguien lo tomó!
Tiro por todos lados las almohadas y no está.
—Te ahogas en un vaso de agua —la miro confundida—. Sabía que esto iba a pasar así que tu celular está en tu caja de tesoro, donde están tus finas joyas.
Ruedo los ojos por su tono sarcástico, pero eso hace que de nuevo el piso comience a moverse.
Tomo mi celular y entro en la primera aplicación más importante para mí "WhatsApp" tenía dos mensajes de Gael, pero esta vez lo voy a ignorar hasta ver la locura de estados que he puesto.
Y es un horror, no estoy en ninguna de las fotos, pero en su mayoría, hay videos de mi terrible voz cantando, bailando con mi primo, grabando algo que no tiene nada de gracioso y yo sin embargo me río de eso. Borro cada uno de los estados. Estoy segura de que Gael, vio cada uno de esos estados. Él no se pierde nada.
—Soy un asco —tomé el jugo de naranja para luego tomarme la pastilla volviéndome a recostar.
—¿Por qué eres así? Primero se toma la pastilla luego el jugo.
—No me gusta sentir el sabor de las pastillas —arrugo mi nariz—. A demás tengo que procesar todo esto.
Dentro de los mensajes de Gael yo había comentado su estado de un par de copas con una edición propia de él. "Hoy toca matar las penas, porque ahogarlas no se puede"
¿La frase no está al revés?
Se sentía mal también, pero él tomó esa decisión.
—Por esa cara... las cosas no andan bien que digamos.
Catalina se acerca hasta mi cama y se sienta a lado mío.
—No, realmente no lo están, hoy tengo que hablar con Hendrick, solucionar toda esta problemática entre Gael y yo, y lo poco que sabe de nosotros.
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Te Vas A Enamorar De Él
RomanceGalia es una estudiante de 20 años, espontánea y con un gran gusto por la lectura romántica juvenil, pero tiene un pequeño problema, su curiosidad, esta, la lleva a investigar a su nuevo profesor de la Universidad, luego de varios comentarios de alg...