Mi cuerpo a cambiado considerablemente, y se nota bastante al verme al espejo. Mis senos han crecido un poco, eso no es tan notable como mi trasero. Tal vez si haga ejercicio se ejerciten un poco más. Mis brazos ya parecen de una joven de veintidós años. Y lo único que no a cambiado es mi abdomen, ese no se transforma plano, aunque quisiera.
La semana pasada con Gael parecíamos que estábamos estrenando su habitación. Hacíamos el amor mientras nos bañábamos, en el mueble que estaba cerca de un escritorio donde estaba descansando su computador de trabajo.
Parecíamos unos adolescentes conociendo nuestra anatomía o simplemente una pareja que estuvieron distanciados por un tiempo largo que solo se dejaban fundir por los deseos de sus labios recorriendo hasta la parte más pequeña y profunda de nuestros cuerpos.
Tampoco nos preocupábamos de la hora, había pedido para salir todo el día hasta la noche.
—¿Y esa sonrisa tan bonita? —preguntó mi madrina, entrando en la habitación—. ¡Estás preciosa!
Me toma de una mano para darme una vuelta y ver detalladamente el vestido rojo que traía encima.
Mi madrina siempre me ha dicho que me queda muy bien resaltar mis hombros, el vestido que ha hecho para mí, es a la mitad de mis brazos con unos encajes de flores hasta la cintura al igual que todo el color del vestido, rojo. El vestido era largo, y cómodo como todo lo que ella hace para mí.
Hoy estaba convertida en una dama de amor, había viajado a Moscow para la boda de una de mis primas favoritas. Propuso la idea de tener la festividad en la hacienda de mis padres.
Toda la familia lo vio de la mejor forma, Catalina también estaba aquí, ella era una de las damas de honor con Adela.
Gael no pudo acompañarme, claro que al principio me preguntó si estaría Gerson y su hermano, no quería pasar por algo desagradable como lo fue navidad, pero le fecha coincidían con un viaje que haría a unos terrenos que tiene que revisar con su papá.
—¿De verdad lo estoy?
—De verdad —confirma—, ahora hay que darnos prisa, tu prima quiere que vayas a la habitación de tus padres. También acaba de llegar tu tía Evelina.
—¡Mi tía Evelina, eso es genial! —abrí mis ojos de sorpresa, hace mucho que no la había visto, y verla de nuevo me removerá los recuerdo cuando nos cuidaba a Emilio y a mí—, ahora salgo, no demoro, avísales que ya casi estoy lista. Y me encanta el vestido, madrina.
—Siempre estaré dispuesta para ti —me da un beso en mi mejilla y arregla un poco mi cabello antes de desaparecer por la puerta—, no te demores.
La pantalla de mi celular se enciende con un mensaje de Gael.
"¿Cómo está mi dama de amor?"
Sonreí, frente al espejo de mi habitación.
"Ya está lista, solo falta el caballero" —envío.
"Ahora te siento más lejos estando en diferentes lugares. Te extraño" —este mensaje será como la carga de un celular, energía para todo el día.
"Y yo a ti, te enviaré fotos del lugar, princeso"
Cerré la puerta detrás de mí y caminé a la habitación de mis padres, tuve que tocar varias veces para que alguien me abriera la puerta.
Era una completa locura. Maquillista, estilista, manicurista, mi tía, su hermana, Catalina y dos señoras más que no sé quiénes eran moviéndose de un lado a otro. El calor a cabello rizado inundaba la habitación.
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Te Vas A Enamorar De Él
RomanceGalia es una estudiante de 20 años, espontánea y con un gran gusto por la lectura romántica juvenil, pero tiene un pequeño problema, su curiosidad, esta, la lleva a investigar a su nuevo profesor de la Universidad, luego de varios comentarios de alg...