¿Estaba emocionada? claro que sí.
¿Qué si era el momento que tanto había esperado? Por supuesto.
Pero a Galia Lassa, le gustan las cosas diferentes. No quería una declaración en videollamada, quería que lo hiciera personalmente.
Seamos más realistas. Lo quiero a él con un hermoso arreglo de Girasoles en forma de «G» sobre su auto, me entregue una caja de gomitas de muchas variedades junto con una carta de su puño y letra cosas lindas sobre lo que siente por mí. Desde el momento en que me conoció hasta ahora. Sin faltar nada más y menos tal y como va vestido a dar clases a la universidad. Sus colores oscuros me desestabilizan y hacen un gran remarque en su rostro, que lo hace demasiado atractivo.
Debe ser ilegal presentarse así a dar clases.
Con razón tiene a las chicas así de locas.
Y esa atracción me está pidiendo que sea su enamorada.
Novia del profesor de Botánica.
—¿Aceptarías? —pregunta luego de mi silencio.
Vamos dile que sí, es lo que quieres, no lo hagas esperar más, no lo pienses, deja de consultarlo.
—No —soy la reina de las estúpidas, como se me ocurre rechazar una oferta como esta—. Por ahora no, así no.
—No se, ya dijiste que no y no volveré a proponerlo.
Perfecto, se resintió.
—No es que no quiera, solo quiero que sea diferente ahora, quiero que seas el primero que me lo diga en persona.
Al decir eso, fue como un alivio completo para mí, y no fue mentira, nadie quien hubiera estado conmigo lo había dicho en persona, solo por las redes sociales, y por ellas mismas la terminación. Quiero que eso cambie con él. Porque con él quiero que todo sea único, y que realmente sea para mí.
—Está bien, princesa.
Escucharlo decir aumenta mi presión y el sonrojamiento de mis mejillas.
—Pero claro, primero el berrinche ¿verdad?
—Eres contagiosa.
Gael, provoca que todo lo que haya ocurrido el día anterior, desaparezca con tan solo hacerme reír o simplemente conversar con él, es una magia rara y solamente suya.
—¿Duermes así? ¿Sin camisa? —pregunto.
Conozco muy bien esa sonrisa que ahora deslumbra a través de mi celular.
—Mira tú, tienes la dicha de verme sin camisa y justo antes de irme a dormir.
—Eso significa que soy afortunada una vez más —esbozo una sonrisa triunfante, él asiente entrecerrando los ojos.
—Deja de pecar con la mente mejor dime, ¿Quieres salir mañana? ¿Una vuelta? —su pregunta se escucha más como un joven tratando convencer a la chica que le gusta para salir—. Pero si no puedes yo entenderé.
—¿A dónde?
—No sé, es un pretexto para verte.
Me derrito, ¡Me derrito!
—Mejor sería el sábado que viene —propongo—. Hay mucho más tiempo para nosotros, toda la tarde.
—Yo quería verte mañana, pero de acuerdo.
Claro que tenía ganas de verlo mañana y todos los días que tiene la semana, pero era lógico que mi familia iba a notar la salida que iba a tener. ¿A dónde iría? ¿Con quién? Aun no resuelvo bien el tema de los anónimos que fueron enviados a mi hermano, quiero dar esa vibra de calma en mi casa y que por ahora nadie note que salgo con alguien, y ese alguien un profesor.
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Te Vas A Enamorar De Él
RomanceGalia es una estudiante de 20 años, espontánea y con un gran gusto por la lectura romántica juvenil, pero tiene un pequeño problema, su curiosidad, esta, la lleva a investigar a su nuevo profesor de la Universidad, luego de varios comentarios de alg...