Te Vas A Enamorar De Él

Capítulo Ocho

En multimedia, Gael.

Traté de sentirme tranquila, pero era casi imposible, sentía que en cualquier momento Laura podía preguntarme algo acerca de Gael y de mi boca podía soltar cualquier tipo de información, no me gustaba ocultarle nada a ella, siendo mi mejor amiga desde la secundaria. Tenemos tantas experiencias vividas y llantos compartidos que me siento culpable, pero todo esto lo estoy acumulando para decirle todo acerca de él y que pueda estar con él tanto como quiere.

Respecto a lo que decía Catalina, sí, me sentía confundida, me sentía extraña, me sentía incluso hasta atrapada. Siento que Gael es un enorme letrero con letras mayúsculas diciendo «Peligro» si sigo alimentando este pensamiento puedo caer en lo que más temo, en lo que he tratado de alejarme desde hace un par de años. El pensar en todas estas cosas me deja cansada, con dolor de cabeza, y hasta con la presión baja.

No, es que parezco hasta anciana.

Hace varias horas Laura se había ido a la universidad, la conciencia no me dejaba tranquila, debo decirle. Decirle que es un hombre extraordinario, con un cerebro increíble, que no te hace menos por saber más, que puede encajar contigo, y hablar de lo que sea con él.

Respiro profundo, veo de nuevo mi celular y había llegado otro mensaje de él mismo. Acababa de llegar del trabajo.

Se a que rumbo va todo esto, lo sé y, también se cómo terminaría.

Comenzamos a conversar mientras terminaba de hacer mis deberes, pero entre el celular y mis resúmenes quien tuvo más peso fue el celular, la conversación tenía más profundidad en torno a él. Entendí de una vez porque razón está aquí, había regresado a Rusia. Por su hijo. Dejó de trabajar en otros países para pasar tiempo con él.

"La historia que escribe en la plataforma ¿Tiene algo que ver con su vida?" —leí. Me había descubierto.

"Solo al comienzo" —respondí.

"Claro, los personajes tienen mucho que ver con los amigos que tienes en la universidad"

Es increíble como él puede decirme de usted y luego de tú, en cuestión de segundos. No me molesta para nada, me agrada que tenga ese acercamiento.

"¿Reconoce quien es Laura?" —tenía que insistir en el tema de Laura, para eso le escribí, tengo que hacer que le nazca interés en ella.

"Si, es tu mejor amiga. Que, por cierto, la veo muy entusiasmada en clases"

Vamos bien. Vamos muy bien.

"¿Por qué será?" —quiero insistir aún más en este tema—. "Pero a todas nos ve como sus hijas"

"Así es. Tantas fans —respondió, pero enseguida escribió de nuevo—. "Pero hay una que si me llama la atención"

Esto se pone cada vez mejor.

Me enderezo y presto suma atención a los minutos que se acercan entre nuestra conversación.

"Supongo debe ser de la universidad"

"Lo es"

"¿De mi año?" —estaba interesada en saber.

"No. Ella es de nivel superior. No es parte de las fans" —era de esperarse.

Pero en mi interior esperaba otra respuesta. Lo más curioso de todo esto es lo que me hizo sentir el leer este mensaje. Por el silencio de mi casa escuchaba perfectamente mi respiración, sentí como mi corazón se estrujaba entre mis pulmones. Cada latido se hacía más fuerte como si gritara "desilusión" en cada segundo. Las puntas de mis dedos hormigueaban aun con el celular en la mano.