Mis noches comenzaron a ser diferentes, mi WhatsApp en especial se transformó de un lugar solitario solo utilizado para los grupos de la universidad a uno con más interés.
Llegar después de la universidad, terminar cualquier pendiente que tenga y recostarme en mi cama para hablar con él —mi profesor de botánica— podría ser el mejor plan de todos. No me aburría nada de lo que me conversaría, estudiaba y me grababa todo lo importante que me diga en su día, comenzaba incluso a reírme frente a la pantalla de mi celular. Le comentaba mis experiencias que había pasado en mi corta vida, él les decía ocurrencias.
Me impresionaba mucho la confianza que estaba teniendo conmigo y, gracias a eso, sé a qué hora sale del trabajo, sus horarios, e incluso donde come en la hora del almuerzo, aunque ese dato ya la mayor parte de las chicas ya lo saben, puesto que hasta en esa hora lo van a buscar para cualquier pregunta que se les cruce por la cabeza con tal de entablar conversación con él.
El peso de mi cuerpo sabe que hemos retornado a clases, le doy la bienvenido al estrés y a la caída de cabello nuevamente.
Todos los alumnos de la carrera salen e ingresan a sus respectivas clases, me he tomado el atrevimiento de buscar a mi profesor entre toda esta gente, reviso la hora en el reloj de mi muñeca y ya debe estar aquí, o por lo menos estar en camino.
—¿Qué es lo que haces aquí? —me sobre salto llevando mi mano al pecho del susto.
—Gerson —digo soltando el aire comprimido en mis pulmones —. ¡Ay, Dios! No me asustes así.
Le doy un pequeño golpe en el hombro y miro detrás de él, ahí venia Gael.
Después de todo, también tiene un bonito nombre. Poco común.
Pero su mirada traía consigo algo distinto, que cualquiera que lo viera y no lo conociera se daría cuenta. ¿Preocupación será? Tal vez esté muy ocupado, no me ha escrito el día de hoy y tampoco he insistido en reenviar el "Buenos días"
La mirada de Gerson cae en mí misma dirección. Mi amistad con Gerson ha surgido desde la mitad del primer año aquí en la carrera. La imprudencia que tiene su forma de ser no es muy compatible con los demás compañeros de clase, se podría decir que soy la única amiga en la que puede confiar aquí.
Su cabello bien rizado lo ha dejado crecer mucho este año que cubre toda su frente agregando a esto que también ha subido un poco de peso.
—Sabias que ese nuevo estilo que tienes sobre la cabeza no le agradará a la profesora ¿verdad? —le digo distrayendo su atención al profesor Matheson.
Sentí algo en el pecho cuando la atención de Gael no se posó jamás en mí, ni siquiera me miró para saludarme, aunque sea por amabilidad, solo pasó y se perdió en el primer pasillo de la carrera.
—¿Ya te enteraste? —miro a Gerson sin comprender lo que dijo —. Hablo del profesor Matheson.
—¿De qué?
Él miró a los lados asesorándose de que nadie estuviera mirándonos y me tomó del brazo.
—Vamos al salón, te lo contaré allá.
No dije nada solo lo seguí hasta entrar en el salón de nuestra clase y sentarnos casi entre los últimos asientos. Aunque no tenga mis lentes listos no dije nada al respecto del asiento que había escogido él, me interesaba mucho lo que me dirá.
Mi esfuerzo por acercarme al profesor ha progresado bastante en este corto feriado que hemos tenido, puedo ayudar a Laura en conquistarlo ya que tanto le gusta con toda la información que sé. Me siento como un globo con muchos papeles escritos en su interior de todo lo que le gusta a él, para que en el momento exacto llegue a explotar... Laura sepa que papel escoger y saber que tiene que hacer para enamorarlo.
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Te Vas A Enamorar De Él
RomanceGalia es una estudiante de 20 años, espontánea y con un gran gusto por la lectura romántica juvenil, pero tiene un pequeño problema, su curiosidad, esta, la lleva a investigar a su nuevo profesor de la Universidad, luego de varios comentarios de alg...