Capítulo Veinticinco

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Ya para la tarde del viernes, me encuentro sentada en una de las mesas de la plaza de la universidad. Efraín siempre andaba con sus misterios, de mi parte solo le daba más suspenso a la conversación que tuviera con él.

Miraba la hora, en casi treinta minutos Gael estaría por salir de su laboratorio. Mis ojos recorren cada parte del lugar y no hay nadie conocido en la gran plaza central de la universidad, le envío un mensaje a Catalina avisando que ya había llegado al lugar, justo en ese preciso instante, la horrible y desagradable sonrisa de Efraín se acercan hacia mi lugar.

—¿Crees que es bonito estarte esperando? Solo espero lo que me tengas que decir no me haga perder el tiempo —digo firme y sin ninguna emoción en mi rostro.

—Pero primero quiero saber el por qué no aceptas estar conmigo, creí que en primer año...

—En primer año estaba estúpida, te aprovechaste de mí, por mi ayuda pasaste al siguiente nivel y me hizo verte como lo realmente que eres —se sienta al frente de mí y suspira fingiendo estar cansado—. Concluye rápido.

—Es mejor que te vean conmigo que con el profesor de Botánica ¿No crees?

La arrogancia con la que escupe cada palabra me aumenta las ganas de golpearlo.

—¿Puedes ya ser claro? Estoy cumpliendo con lo que dijiste.

Alza sus cejas y me extiende el celular.

—Solo escucha —respiro profundo, pero lo obedezco.

"Es alumna de él, solo la he visto, según pregunté, el nombre es Galia, existen ya rumores que tiene algo con el profesor Matheson, ella lo sabe buscar en la oficina, ella es compañera de la chica que tomó la foto que te acabo de enviar"

—¿Quién es? —pregunté, después de alejar su celular de mi cercanía—. ¿Quién es la chica? ¿Y por qué te dice eso?

Él solo ríe mientras sigue tecleando en su celular.

—Quien me lo haya dicho no importa —frunzo el ceño apretando mi muñeca debajo de la mesa—. Y si es tan cierto como lo dice, tampoco lo sé, pero ¡Que terrible! ¿Qué pretendes con el profesor Matheson? ¿Estar en sus artículos? ¿Pasar el año? ¿Tener buenas calificaciones? ¿Una buena posición económica? Que mal, sobre todo que digan que tú eres quien lo busca, en su oficina —sus labios se curvan en una mueca aviesa.

—Puedes creer lo que más te guste —respondo dejando caer el peso de mi espalda sobre el regazo de la silla—. Puedes defender la identidad de la chica —agrego, trato de no sonar despreocupada—, pero ¿Quieres tener problemas con el profesor por un chisme? Digo, tan mal debes estar en su materia para que recurras a mí, por ayuda. Todas esas especulaciones que te han dicho... —sonrío, conteniendo mi enojo—. ¿Tan importante es mi vida para ti que incluso escuchas más cosas de mí? Sin saber si es falso o no.

—Los rumores se transmiten de persona a persona con una base —me acerco de nuevo a la mesa prestando atención a sus palabras—. Tienes amigos ¿No? Tal vez... no lo sé, te están apuñalando por la espalda.

Su vista está totalmente clavada en mí, trata de intimidarme. Trata de como dé lugar sacarme la verdad a gritos y ponerme incómoda. Hay un punto importante en todo esto, menciona «amigos».

—Entonces —remojo mis labios y su vista cae directo a ellos—. Si te digo la verdad de lo que has estado escuchando, me ayudas en Química Orgánica, y yo en Botánica, y solo entonces no abrirías la boca de lo que poco que sabes, ¿Me equivoco?

Asiente como aceptando un trato.

—También me gustaría que estemos juntos, pero eso es otro punto aparte, por ahora quiero pasar esa materia.

Te Vas A Enamorar De ÉlDonde viven las historias. Descúbrelo ahora