⚕️Regalo⚕️

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Narra ___

Dos meses después...

Estoy en casa esperando a que Erin termine de arreglarse. Hoy iremos a escoger su vestido de novia. Solo iremos las dos, porque los chicos fueron a ensayar unas canciones para el nuevo álbum.

Slash y yo vamos de maravilla. Lo mejor de nuestra relación es que puedo contarle absolutamente todo, aunque, bueno, tiene un pequeño (y gran) defecto: es demasiado celoso. Además, es increíblemente apasionado... y, sí, siempre estamos en la cama. En cualquier lugar, a cualquier hora. Pero no me quejo, lo disfruto demasiado.

Los chicos han tenido un mes bastante ocupado, lleno de ensayos, conciertos y grabaciones.

Finalmente, Erin sale ya vestida. Tomo las llaves de mi auto y conduzco hasta el lugar donde íbamos a escoger el vestido. Al llegar, estaciono y nos bajamos. La calle estaba llena de tiendas de vestidos de novia, madrinas y damas de honor.

Entramos a una tienda donde los vestidos eran preciosos. Erin se dirigió directamente a un par de vestidos de corte sirena, que eran realmente hermosos. Se los probó, pero no le gustaron.

Salimos de ahí y fuimos a otra tienda. Se probó otros, pero tampoco le convencieron. ¡Dios! Qué mujer tan complicada. Pasamos toda la tarde dando vueltas de una tienda a otra hasta que, por fin, encontró uno que la dejó sin palabras. Era perfecto.

Ya casi todo estaba listo para la boda, que será el 6 de agosto. Se casarán en una pequeña capilla en la playa. Será algo muy romántico. Después de todo eso, manejé hasta el apartamento, y allí ya estaban todos.

—¡Hola, mi vida! —dice Axl, dándole un beso a Erin.

—Hola, zanahoria. ¿Cómo estás? —pregunto, sarcástica, mirándolo de arriba abajo. Él solo ríe, al igual que los chicos.

—¡¿Ya llegó ________?! —grita Slash, asomándose por un lado de la pared.

—¡Hola, Rulos! —me acerco a él y le doy un beso en los labios.

—Hola, muñeca —dice, abrazándome por la cintura.

—¿Cómo les fue? —pregunta Steven, sonriendo.

—El vestido que compró es hermoso —responde Erin—, aunque lo peor fue que me hizo caminar como si no hubiera un mañana.

Ella ríe y se sienta en el sillón, agotada.

—Cariño, tengo que estar como una diva. No puedo escoger cualquier trapo —dice, haciendo un gesto exagerado de diva. Se cruza de piernas y se echa a reír a carcajadas—. Ya sabes, antes muerta que sencilla.

—Tienes razón —respondo entre risas.

—Vamos a mi cuarto —susurra en mi oído, lo volteo a mirar y esta con cara de perversión.

—Está bien —Él me toma de la mano y me lleva a su cuarto.

—¡Usen Condón! —Grita mama Izzy y todos empiezan a reír.

Entramos a la habitación, Slash la cierra con llave. Yo me acuesto en la cama y enciendo el televisor, Slash lleva su colección de películas y las deja encima de la cama. No todo es sexo, eh.

—Falta poco para tu cumpleaños, Rulos —digo, mirando distraída la carátula de las películas.

—Sí... En una semana —responde, y me mira fijamente a los ojos.

—¿Qué te gustaría para tu cumpleaños? —pregunto, devolviéndole la mirada.

—Me gustaría una fiesta, pero no tengo tiempo para organizarla —dice, sin apartar la vista de las películas.

—Yo me encargo —respondo con una sonrisa. Él alza la mirada, sorprendido.

—¿Segura? —pregunta, entre curioso y escéptico.

Asiento con la cabeza, y él sonríe, esa sonrisa que siempre me derrite.

—Te amo, ___ —dice, y me da un beso corto en los labios.

—¿No te gustaría algo más? —pregunto, cuando me separo ligeramente de él, sintiendo la tensión entre nosotros.

—¿Cómo qué? —se acerca lentamente, su voz baja y un brillo travieso en sus ojos me hace pensar que lo ha tomado en otro sentido.

—No lo sé... Lo que sea —digo, sin dejar de mirarlo, sabiendo exactamente a dónde va todo esto.  

Noto como examina mi cuerpo de arriba abajo, mientras muerde su labio inferior. 

—¿Lo que sea? —Yo asiento, Siento como sus manos me toman de la cintura y me recuesta en la cama, me besa apasionadamente mientras sus acarician mi cintura, pero lentamente baja sus manos hasta mis piernas.

—Slash... —trato de articular su nombre ya qué el muy idiota no me da tregua.

—Dime, nena —dice entre besos.

—Espera... —intento separarlo, pero él sigue

—No me pidas que pare —me sujeta con fuerza de la cintura, hunde los dedos en mi piel lo que me hace gemir.

—Ya para, Slash —él me obedece—. ¿Qué quieres? - Lo miró fijamente el solo sonríe un poco... Pero piensa si decirlo.

—¿Cumplirías un fetiche mío? —Dice tranquilo mientras me mira fijamente—. Dime ¿si lo harías? —suspiro y lo vuelvo a mirar.

—Depende —me cruzo de brazos, y arqueo una ceja— ¿de qué trata? 

—¿Serias mi sumisa? —yo me quedo sin respiración, no sé qué decirle.

—dime algo que me harías —en sus ojos se ve la perversión.

—Me encantaría que te disfrazaras de, no se... policía, enfermera, mucama. Quiero que te veas sexy

—¿Quieres que me disfrace? —El asiente con una sonrisa de medio lado.

—Quiero que me hagas un show privado —Yo quedo en shock.

—Un "Show" —Marcó las comillas con mis dedos.

—Que me bailes como la vez pasada pero solo para mi... —suspiro con fuerza mientras lo miro—.  Después entra la parte de la sumisa, vas a hacer todo lo que yo quiera-- Es un regalo algo raro, yo pensé que iba a pedir una guitarra o algo así.

—¿Me lastimaras? —pues más o menos sé del tema porque en varios libros que tenía mi madrina en casa hablaba de eso...

—Si te portas mal, lo haré —Trago saliva, será algo interesante de hacer.

—¿Usarás juguetes sexuales? 

—Si, te va a encantar.

—prácticamente seré tu objeto sexual.

—Sería el mejor regalo de la vida —Creo que todos los hombres piensan con su pene que con su cabeza—. ¿Te molesta? 

—Un poco, no soy un juguete sexual —Digo de mala gana

—No te veo así, para nada, solo me quiero divertir un poco por mi cumpleaño

Aunque se me vino algo a la mente, ya sé en donde haré su fiesta... Se que eso también le va a gustar.



Fuck you. [Slash & tu] ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora