Fuck you. [Slash & tu] ✔️

⚕️Skid Row⚕️

Estábamos esperando a que nos llamaran para comenzar la rueda de prensa. Llevábamos más de una hora allí, pero los reporteros son más impuntuales que Axl en sus mejores días. Así que, como no nos queda otra, aprovechamos el tiempo bebiendo y drogándonos un poco. Este mes ha sido una locura, lleno de estrés y compromisos. La verdad, me fastidia no haber podido pasar más tiempo con _______.

Entre risas y el aroma de la hierba flotando en el aire, charlábamos con los chicos. Entonces, alguien tocó suavemente a la puerta del camerino. Fue Izzy quien se levantó a abrirla. Al otro lado estaban Erin y ________.

Ella... _______ se veía increíblemente sexy, de esas veces que solo con mirarla me entran unas ganas enormes de llevármela lejos de todo. Pero, en serio, estaba hermosa.

—Hola, chicos —dijo con esa sonrisa que siempre hace que se me olvide el mundo. Saludó a todos, y dejó el último saludo para mí—. Hola, Rulitos —me dijo juguetona mientras me daba un pequeño beso en la mejilla. Pero yo la tomé del brazo y la atraje hacia mí, sentándola en mis piernas. Nuestros labios se encontraron, y por un momento todo lo demás dejó de existir.

—Hola, mi reina —le dije mientras acariciaba su mejilla y me quedaba embobado mirándola.

—Estás drogado —respondió entre risas, despeinándome los rulos como siempre hace—. Por eso estás tan cariñoso.

—Estoy cariñoso porque lo pasamos de maravilla anoche... y porque te amo —le contesté, sin filtro. Esa sonrisa suya me mata. Me dio otro beso rápido y continuamos charlando con los chicos hasta que llegó el momento de salir.

Nos sentamos frente a una mesa larga con vasos de agua, ceniceros y micrófonos. Apenas tomamos asiento, las preguntas empezaron a llover. Como de costumbre, Axl tomó la batuta, respondiendo la mayoría. Hasta que me tocó a mí.

—Slash —comenzó un reportero, apuntándome con su libreta—, ¿es cierto que tú y la modelo _______ son pareja?

Sonreí de medio lado, ya medio mareado por el cigarro de marihuana.

—Sí. Somos novios desde hace dos meses —respondí, relajado.

Otro reportero no tardó en meter más leña al fuego:

—¿Cómo pasaste de ser de muchas chicas a solo una?

—Lo que hace el amor, ¿no? —respondí con una carcajada, y los demás hicieron eco de mi risa.

Pero entonces, una reportera clavó su mirada y lanzó una pregunta más filosa:

—¿No crees que solo eres otra estrella de rock más en la lista de ___?

Respiré profundo, pero aquello empezó a irritarme.

—No, no lo creo —respondí seco, pero la misma reportera no dejó de insistir:

—¿Qué opinas de que a tu novia la llamen "groupie"?

¿De verdad? Esa mujer no tenía más que veneno en la lengua. Sentí cómo la sangre me hervía, y antes de darme cuenta, ya estaba levantándome de la silla.

—Pues opino que me importa una mierda —solté, y me marché de la sala. La encontré a ___ esperando tras bambalinas.

—Slash, cariño, no les hagas caso —me dijo mientras apartaba el cabello de mi rostro con ternura.

—Es una perra esa tipa. ¿Escuchaste lo que estaba diciendo? —respondí, todavía enfadado.

—Sí, pero eso no importa —replicó tranquila mientras acariciaba mi mejilla, esa calma suya siempre consigue que baje revoluciones.