⚕️Ola Hudson⚕️

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Narra ________.

Han pasado varias semanas y, en tan solo dos días, será Navidad.

Dave, el chico que conocí en Halloween, prácticamente vive con nosotros ahora. Rompió con su novia por completo, y Slash, como el buen amigo que es, le ofreció quedarse en nuestra casa. Aunque, debo admitir que hay días en los que Dave no aparece, y esos son los que Slash y yo aprovechamos al máximo para hacer lo que queramos.

Slash salió temprano para ir a recoger a su mamá al aeropuerto; ella pasaría con nosotros la Navidad. Mientras tanto, Dave y yo nos quedamos solos en la casa. Se ha convertido en un buen amigo: divertido, gracioso, amable, y tiene una conversación interesante. Además, tiene un gusto musical excelente. En muchos aspectos, se parece bastante a Slash.

—Hoy conocerás a tu suegra, ¿cómo te sientes? —dice Dave, sentándose a mi lado con una cubeta llena de palomitas.

—Bien... Según lo que me ha contado Slash, es una mujer muy liberal, así que no tengo nervios —respondo mientras tomo un puñado de palomitas.

Seguimos charlando y lanzándonos palomitas entre risas. Pero la verdad, ya era hora de empezar a arreglarme. Dentro de poco llegaría la mamá de Slash, y tenía que al menos dar la impresión de estar un poco decente.

Subí a mi habitación, me metí en la ducha, no me tardé mucho. Ahora venía lo peor: decidir qué ponerme. No podía vestirme como siempre, no quería que pensara que soy una chica fácil. Empecé a rebuscar en los cajones hasta que, finalmente, me decidí por algo adecuado.

Me vestí rápido, me maquillé de forma natural y sencilla, y listo. Bajé, y al llegar abajo encontré a Dave todavía viendo la misma película.

Ahora sí, los nervios me estaban matando. ¿Y si no le agrado a la madre de Slash? ¿Y si me odia? Empecé a mover mi pierna sin control.

—¿Qué te pasa? —preguntó Dave, frunciendo el ceño.

—Tengo nervios... ¿Qué tal si no le agrado a la mamá de Slash? —confieso, intentando calmarme.

Él esboza una ligera sonrisa.

—Tranquila, eres muy amigable. Le vas a encantar —me asegura antes de volver a poner atención en la película.

Cuando terminó la película, me levanté rápidamente para revisar el almuerzo y asegurarme de que no se estuviera quemando. Mis manos estaban sudando, y mi estómago daba volteretas.

De repente, la puerta principal se abrió. Escuché las voces de Slash, y al fondo, la de su mamá. Mi corazón dio un salto en mi pecho.

Slash entró con dos maletas en las manos, las dejó a un lado de la sala, y detrás de él apareció una mujer afroamericana con el mismo cabello rizado que él. Ella observó la sala con detenimiento, fijando su mirada por cada rincón. Detrás de ella venía un chico, más o menos de mi edad, con la piel morena y rastas en el cabello, igual a Slash.

De inmediato me escondí. No quería salir. Escuché cómo conversaban con Dave, y por un momento, me deseé desaparecer de allí. No solía preocuparme por lo que dijeran de mí, pero hoy... esta vez era diferente. Era la mamá de Slash.

—¿Dónde está ___? —escuché la voz de Slash llamando desde el pasillo.

—Está en la cocina —respondió Dave con calma.

Suspiré profundamente, me armé de valor y, finalmente, me dirigí hacia donde estaba Slash y su familia para presentarme. Mi corazón latía con fuerza mientras salía de la cocina. Era el momento.

Fuck you. [Slash & tu] ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora