⚕️Recuentro Incomodo⚕️

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Narra _______.

Llegamos a la fiesta, y el ambiente ya estaba lleno de energía. Entre los invitados distinguí a Elton John, y debo admitir que me emocioné al verlo. Los Guns se acomodaron en una mesa cercana a donde estaban los novios, mientras yo me mantenía todo el tiempo con Slash. Bailamos varias canciones y hablamos de cómo sería nuestra boda, planeándola con esa mezcla de seriedad y humor que tanto nos caracteriza.

—___, ¿puedo hacerte una pregunta? —me dijo Slash, mientras yo daba un sorbo a mi cerveza y dejaba la botella en la mesa.

—Claro —respondí abrazándolo, notando la suavidad en su mirada.

—¿Sientes algo por Brian? —sus palabras fueron directas, pero su tono era bajo, casi como si no quisiera saber la respuesta. Lo miré con el ceño fruncido, negando con la cabeza.

—Por favor, sé sincera conmigo —insistió, mirándome fijamente.

Solté un suspiro, buscando sus ojos.

—Slash, yo te amo a ti. Eres el único hombre que amo —dije con firmeza—. No siento nada por él. Tal vez solo me siento mal porque sé que aún tenía sentimientos hacia mí.

La expresión en su rostro se relajó y me abrazó con fuerza.

—Pues qué lástima por él, porque eres mía —bromeó con esa sonrisa pícara que siempre me desarma.

—No digas eso, pobre Brian —repliqué medio en serio. Su mano se deslizó suavemente por mi pierna descubierta, mientras sonreía.

—Amor, él tiene que entenderlo. Estás conmigo. Que busque a otra, ¿no? —continuó con despreocupación. Lo miré fijamente, entre seria y divertida.

—Eres un poco insensible —respondí, arqueando una ceja.

—¿Quieres que hable con él? —preguntó, más serio de lo que esperaba, lo que hizo que abriera los ojos como platos.

—No. ¡Ni se te ocurra! Entiende, él lo acepta, ¿no has visto que haya intentado coquetear conmigo o algo más? —pregunté con énfasis, y él negó con la cabeza.

—Entonces, por favor, no hables con él —insistí, y después de unos segundos de reflexión, accedió con un leve asentimiento.

La fiesta continuó llena de risas y música. Elton subió al escenario y dedicó una conmovedora interpretación de Your Song para el primer baile de los novios. Fue un momento mágico; la conexión entre Roger y Jessie era palpable mientras se miraban con ternura y amor.

De repente, sentí unas manos abrazándome por la espalda. Giré un poco y ahí estaba Slash, sonriendo.

—¿Le gustaría bailar conmigo, señorita Cruz? —me preguntó con una inclinación teatral y una mano extendida.

—Será un placer, señor Hudson —respondí, sonriendo. Puse mis manos alrededor de su cuello mientras él me rodeaba la cintura. Bailamos lentamente, en un rincón donde casi nadie nos prestaba atención. La música parecía diseñada para ese momento; todo lo demás desapareció.

Más tarde, llegó el turno de los Guns N' Roses. Slash me dio un beso rápido antes de subir al escenario con una guitarra acústica, colocándose junto a Izzy. Axl saludó al público, arrancando ovaciones antes de anunciar:

—Esta canción va dedicada a ___ y Roger. Con ustedes, Patience.

Mientras la melodía comenzaba a llenar el salón, Brian se acercó y, extendiendo la mano, me invitó a bailar.

—¿Te gustaría? —preguntó con una sonrisa.

Dudé un momento, pero acepté. Al ritmo de la música, su mano sostuvo suavemente mi cintura, mientras bailábamos en silencio. Aunque sonreía, podía sentir los ojos de Slash clavados en nosotros desde el escenario. Cuando la canción llegó a su fin, Brian me dio un beso en la mejilla antes de retirarse. Pero al mirar a Slash, su molestia era evidente.

Él bajó del escenario y vino hacia mí, sin decir una palabra. Su mirada estaba dirigida al escenario donde Axl volvía a tomar el micrófono.

—Damas y caballeros, ¡con ustedes, el señor David Bowie! —anunció. Slash se puso más serio de lo habitual. Sabía que ya conocía a David, pero nunca me había contado mucho al respecto. La noche dio un giro mientras Bowie comenzaba con la vibrante Heroes, animando a todos a bailar.

De repente, vi a Slash sacando a bailar a una mujer que no conocía. Fue un gesto rápido, casi impulsivo, que me dejó inmóvil por un segundo.

—Cariño, estás en una fiesta, no en un velorio —dijo Freddie, apareciendo a mi lado. Me tomó de la mano sin previo aviso y me llevó a la pista de baile. No pude evitar reír al ver la energía y los movimientos que desplegaba. Nadie baila como Freddie.

Cuando me dirigí de vuelta a mi mesa, sentí una mano sujetándome por la cintura con firmeza. Era Slash. Sus ojos, aunque calmos, parecían esconder algo detrás.

—¿Estás enojado? —pregunté, tratando de interpretar su expresión.

—No, amor, para nada... Vamos a la mesa —dijo Slash con calma, aunque había algo en su tono que me hacía dudar. Me tomó de la mano y, a pesar de que varias sillas estaban libres, insistió en que me sentara en sus piernas.

Steven, Brian, John y Freddie subieron al escenario y comenzaron a tocar "Somebody to Love". La interpretación fue magnífica; esa canción tiene algo que siempre consigue erizarme la piel. Cuando terminaron, el público estalló en aplausos mientras Roger subía al escenario y se aclaraba la garganta para hablar.

—Para mí, Jessie es la mujer más perfecta que existe. Y para quienes dicen que las personas perfectas no existen, es porque nunca han encontrado a su mujer perfecta —dijo Roger, dedicando una sonrisa a su esposa.

Me sentí aludida, pero mi atención fue rápidamente atraída por Slash, quien tomó mi mano y me miró directamente a los ojos.

—Yo tuve suerte de encontrarte. Para mí, eres más que perfecta —dijo con una sonrisa cálida, antes de inclinarse y besarme suavemente.

El momento era mágico; las palabras de Roger en el fondo solo hacían que el ambiente se sintiera aún más romántico. Después de su discurso, la banda comenzó a tocar "Crazy Little Thing Called Love". Sin previo aviso, Slash me llevó a la pista de baile. Estábamos cerca de Roger y Jessie, y en una especie de gesto improvisado, intercambiamos parejas. Roger tomó mis manos mientras Slash comenzó a bailar con Jessie.

—Te ves radiante esta noche —me dijo Roger, siempre galante, mientras nos movíamos al ritmo animado de la música.

Después de la canción, regresamos a la mesa, pero Roger tenía algo más preparado. Nos condujo hasta donde estaba Elton John, y nos presentó.

—Es un placer conocerte —dijo Slash, con cortesía—. Y ella es mi novia, _______.

Me encantaba lo orgulloso que sonaba cada vez que se refería a mí. Aunque nuestra conversación con Elton fue breve, Slash estaba radiante, hablando con confianza mientras me mantenía cerca de él.

Entonces, Jessie nos llevó a conocer a otro invitado destacado de la boda. Al llegar, reconocí la figura de David Bowie, elegante y enigmático como siempre. Jessie se apresuró a hacer las presentaciones.

—Ellos son Slash y ________ —dijo Roger, sonriendo.

Sin embargo, en cuanto nuestros ojos se cruzaron con los de Bowie, el ambiente cambió por completo. Slash apretó mi mano, y algo en su rostro se tensó.

—Sí, lo conozco —dijo, su voz cargada de tensión—. Se acostaba con mi madre.

El aire pareció desaparecer del lugar. Nadie supo qué decir, y el silencio incómodo se apoderó de la conversación. Incluso Bowie, tan conocido por su carisma, quedó inmóvil, mirándolo con expresión seria. Fue uno de esos momentos en los que no sabes si quieres salir corriendo o desaparecer.

Intenté intervenir, pero las palabras se quedaron atrapadas en mi garganta. Por suerte, Jessie rompió el hielo rápidamente, haciendo una broma para desviar la atención. Aunque el momento seguía siendo tenso, agradecí su habilidad para salvar la situación.

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Fuck you. [Slash & tu] ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora