Fuck you. [Slash & tu] ✔️

⚕️Alejate⚕️

Narra _________.

Estaba en casa de Vicky, apurándome para alistarme para la fiesta de cumpleaños de Slash. Toda la tarde me aseguré de que cada detalle saliera perfecto. Compré el disfraz, los juguetes que formarían parte de su regalo... Fui sola a hacer las compras, y no voy a mentir, fue un poco incómodo. Pero valía la pena si todo esto lograba sorprenderlo.

Las cosas entre nosotros han estado tranquilas últimamente. Ya no discutimos por esos problemas del pasado. Incluso, Slash y Sebastián lograron arreglar sus diferencias, y aunque nunca pensé que eso pasaría, ahora no hay tensiones entre ellos. Eso, de alguna manera, me hace sentir más aliviada.

De pie frente al espejo, revisaba la ropa que iba a ponerme esta noche. Era un atuendo completamente diferente al disfraz especial que Slash quería que usara más tarde. Sabía cuánto lo emocionaba la idea, pero primero quería verme impecable para la primera parte de la noche.

Había coordinado todo con los chicos para que llevaran a Slash al bar mucho antes de que yo llegara. Quería que disfrutara relajado, rodeado de amigos... y, sí, de las chicas del bar. Eso no me molestaba, no en su día especial.

El problema era que ya iba tarde, y ni siquiera me había bañado todavía.

—___, ¿sabes qué hora es? Vas a llegar tardísimo a la fiesta de tu novio —dijo Vicky, entrando a la habitación ya completamente arreglada.

Levanté la mirada hacia ella, preocupada.

—¿Qué hora es? —pregunté rápidamente.

Ella revisó su reloj con un suspiro.

—Son las 8:30 de la noche.

Me miró con seriedad, mientras yo tragaba saliva, consciente del desastre que era mi organización esta vez.

—Adelántate tú. Yo termino de arreglarme y voy en un rato —le respondí.

Ella me lanzó una mirada que claramente decía que no estaba de acuerdo, pero finalmente hizo una mueca de resignación.

—Está bien, pero no te tardes.

La vi salir de la habitación antes de correr al baño. Me di una ducha rápida, dejando que el agua me ayudara a calmar los nervios. Al salir, sequé mi cuerpo lo más rápido que pude y comencé a vestirme, cuidando cada detalle. Tenía que verme increíble para Slash. Era su noche, y quería que al verme supiera cuánto me importaba.

Me peiné dejando mi cabello suelto, aplicándome solo un poco de maquillaje, lo justo para realzar mi rostro. No suelo tardar mucho arreglándome, y esta vez no fue la excepción. Tomé mi bolso, las llaves, y salí del apartamento de Vicky.

Conduje hacia el bar, que ya lucía bastante lleno. Había invitado a muchas personas, incluidas algunas caras complicadas, como Sebastián. A pesar de todo, él y Slash siguen siendo amigos, por lo que no quise excluirlo.

Cuando llegué al club, lo primero que vi fueron las luces de neón que iluminaban la entrada. Dentro, las cosas estaban en pleno apogeo: chicas semidesnudas giraban en los tubos mientras algunos hombres las observaban fascinados. El ambiente estaba cargado de música, risas y murmullos. Alcancé a distinguir a Mandy y Duff sentados en una mesa, bebiendo y riéndose de algo. Sin embargo, no veía a Slash por ningún lado, y una punzada inquietante se instaló en mi estómago.

Me abrí paso entre la multitud, sonriendo aquí y allá a conocidos mientras llegaba a la barra. Todo el mundo en el club era amigo o conocido de Slash o mío; después de todo, era una fiesta privada.

—¡Hola, Julia! —le dije a la chica detrás de la barra—. Por favor, una copa de Jack Daniel's.

Ella me sonrió, y mientras se encargaba de mi pedido, observé el ambiente con más atención. La gente parecía pasarlo en grande. El ruido, las risas y la música lograban crear una atmósfera eléctrica que me envolvía poco a poco.