⚕️Es Mi Culpa⚕️

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Narra ________.

Kirk entró y nos dejó solos. Ignoro por completo a Slash. Es mejor... está algo drogado.

—Slash, por favor, quiero estar sola —murmuro mientras miro hacia la calle.

—No, ____, debemos arreglar esto. —Evito mirarlo a los ojos; estoy demasiado dolida por todo lo que pasó.

—¿Para qué? Si vamos a terminar peor que antes —respondo con desgana.

—¿Cómo puedes estar tan segura? —suspira con un dejo de frustración.

—Porque estoy muy estresada... quiero drogarme, quiero llorar... y en estas condiciones, no soy buena hablando. —Desvío la mirada, tratando de ocultar la batalla interna que llevo dentro.

—____, no quiero perderte... —susurra, la tristeza reflejada en su rostro.

—Bien por ti. —Mis palabras salen más frías de lo que esperaba, pero quizás es mejor así.

—Por favor... —su voz está quebrada, y cuando lo miro, sus ojos están llenos de lágrimas.

—Slash... Lo mejor es que nos demos un tiempo. —Él intenta responder, pero las palabras no le salen—. No discutas, Slash, es lo mejor. —Inclina la cabeza, derrotado.

—No es lo mejor... Darnos un tiempo es como decir: "Terminamos para siempre". No voy a dejarte ir así de fácil. —Levanta la vista, su expresión vulnerable, casi desesperada, perfora mi alma.

—Slash ¿Qué esperas de mí? —mi voz apenas se escucha.

—Quiero que estés conmigo, tenerte a mi lado. Te amo, ____. No sé cómo vivir sin ti. —Se acerca lentamente—. Sin tus mejillas... —acaricia mi rostro con una ternura que duele—. Sin tus labios... —pasa su pulgar por mi labio inferior, haciendo que mi cuerpo se estremezca.

—No lo hagas más difícil, por favor —le pido en un hilo de voz, luchando contra el llanto que amenaza con desbordarse.

—Te amo —susurra. No puedo evitar que una lágrima se deslice por mi mejilla.

—Yo también —Antes de darme cuenta, me roba un beso suave, casi doloroso, y luego desaparece en la fiesta. Tan pronto como se marcha, todo dentro de mí se derrumba. El nudo en mi garganta es insoportable, mis mejillas están húmedas, y las lágrimas no cesan.

Intento recomponerme. Arreglo mi maquillaje y regreso al salón, fingiendo una sonrisa. Aunque por dentro siento que estoy rota, no quiero arruinar la velada para Erin y Axl. Durante el brindis, mi voz casi se quiebra a mitad del discurso, pero logro terminar.

Los chicos tocan, aunque Slash parece desconcentrado; incluso desafina varias veces. Sin embargo, nadie parece notarlo, o tal vez simplemente no les importa. Los invitados lo pasaron bien. Yo, en cambio, siento como si estuviera en un funeral.

Una semana después...

Me mudé con Vicky, dejando atrás la casa de los chicos. No he sabido de él en días. Lo extraño desesperadamente, pero sé que alejarme fue lo correcto.

En el estudio, Mandy y yo estamos trabajando para una sesión de ELLE Magazine. Mientras me miro en el espejo, mis ojos se detienen en el collar que Slash me regaló. No puedo evitarlo; lo extraño tanto que duele.

De repente, Mandy entra acompañada por Duff, Steven e Izzy. El ambiente cambia por completo. Duff me observa con seriedad, mientras Steven me lanza miradas incómodas.

—Hola, chicos —saludo, tratando de sonar casual.

—Hola —responde Duff, seco.

—Voy directo al grano... Necesitamos tu ayuda —dice Steven, su tono cargado de preocupación.

Los miro, sorprendida, mientras Izzy agrega:

—Es Slash, ____. Está muy mal.

—¿Qué le pasa? —pregunto, dejando de maquillarme.

—¿En serio lo preguntas? —murmura Steven, visiblemente molesto.

Duff suspira, cruzando los brazos.

—Desde la boda solo bebe y se mete cuanta mierda encuentra. Está al borde de una sobredosis, y nadie puede hacerlo entrar en razón. Necesitas hablar con él.

Mi estómago se hunde. No sé qué decir. Los chicos esperan una respuesta, pero mis palabras no llegan.

—Por favor, _______ —insiste Steven—. Él te necesita.

Suspiro profundamente, sintiendo el peso de la culpa aplastándome.

—Está bien. Hablaré con él después de terminar aquí. —Trato de sonar firme, pero mis manos tiemblan.

—Gracias. —Duff me dedica una mirada seria, pero agradecida.

Termino la sesión rápidamente. Me cambio de ropa y salgo con los chicos hacia el apartamento de Slash. Deciden dejarme sola para que pueda hablar con él.

En cuanto entro, me recibe un silencio sepulcral. Camino hasta la habitación de Slash y toco la puerta.

—Slash. Soy yo, ____. Abre, por favor. —Espero unos segundos, hasta que finalmente escucho su voz, apagada por el otro lado.

—¿Qué quieres? ¿Venir a rematarme?

—Solo abre —Mi corazón se encoge. Finalmente abre la puerta.

La imagen frente a mí es peor de lo que imaginé. Sus ojos están rojos, los labios partidos, y su cabello desordenado. La habitación es un caos: botellas vacías, jeringas y ropa por todas partes.

—Bien. Ya puedes decir lo que viniste a decir y largarte. —Da un largo trago a una botella de vodka mientras se apoya en el marco de la puerta.

—Slash, esto no puede seguir así. Necesitamos hablar. —Intento sonar calmada, aunque por dentro estoy quebrada.

—¿Ahora quieres hablar? ¿Por qué debería escucharte cuando tú me ignoraste por completo? —Replica con frialdad.

—No te quiero ver así, no quiero que te sigas lastimando a ti mismo de esta manera. —Las palabras apenas salen, ahogadas por el nudo en mi garganta.

—No hagas esto. Solo lo haces por lástima, no porque realmente te importe. —Su voz se quiebra, y algo dentro de mí se rompe también.

—Slash... —digo, dando un paso hacia él—. No me voy a ir hasta que arreglemos esto.

Se queda en silencio, dejando que mi determinación se asiente en el aire.

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Fuck you. [Slash & tu] ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora