Fuck you. [Slash & tu] ✔️

⚕️Stranger⚕️

Narra ___

Han pasado varios días, y los chicos están trabajando arduamente para sacar el disco lo antes posible. Sin embargo, las peleas entre Steven y Axl se han vuelto más frecuentes, y la tensión se siente en el aire.

Meegan ha entrado en mi vida como un vendaval, convirtiéndose en una especie de amiga de Slash, aunque él parece no darse cuenta de que ella lo observa con otros ojos. No he vuelto a ver a Erin desde aquel día, ni me ha llamado, lo cual me resulta extraño. Isabel se ha vuelto una gran amiga, y ahora siento que puedo confiarle absolutamente todo.

En pocos días es mi cumpleaños, pero he estado tan abrumada con el trabajo que casi ni me he detenido a pensar en ello. Cada día hay sesiones de fotos para distintas marcas, desfiles que me exigen recorrer la ciudad de un lado a otro. A Slash y a mí casi no nos estamos viendo, y eso me desanima. No lo he visto desde hace dos días, porque tuve que hacer una sesión fotográfica y, tras ella, un desfile. Me ofrecieron quedarme en un hotel cercano, pero no quería; fue Slash quien me insistió para que aceptara.

El desfile finalmente terminó, y corrí al camerino para recoger mis maletas. Mandy vendría a recogerme para llevarme a la disquera, donde están los chicos de Guns.

— Creo que Axl golpea a Erin —dice Mandy, sin apartar la vista de la carretera.

La miré, inquieta.

— ¿Por qué dices eso?

Mandy me mira con tristeza en los ojos.

— Ayer tuvimos una reunión y Erin llevaba unos lentes oscuros. Cuando estábamos en la cocina, se los quitó, y tenía un moretón en el ojo.

Sus palabras me dejaron helada. Mi mente se llenó de rabia, pero traté de calmarme.

—Si eso es verdad... te juro que voy a matar a Axl —respiro profundamente. Pero la verdad es que todo esto me perturba, no solo el hecho de que ella lo sufra, sino también cómo nos lo ocultó.

Durante el trayecto, hicimos dos paradas para comer algo y tomarnos un respiro. Intentamos dejar de hablar de Erin y Axl, pero mi cabeza seguía dando vueltas. Traté de dormir, pero, de repente, Mandy frenó bruscamente el coche, casi me golpea la cara con el asiento del frente. La miré mal y ella no pudo evitar reírse.

Finalmente, llegamos al edificio. Al salir del auto, un aire cargado de tabaco me golpea, y las risas de los chicos llegan a mis oídos. Mandy abre la puerta del estudio y me hace un gesto para que siga. Al entrar, lo primero que noto es a Meegan, pegada a Slash como si fuera su sombra. Todos están allí, menos Steven.

—¡Amor! —Slash se levanta y me recibe con un abrazo. Cuando se separa, me da un beso suave en los labios—. Fueron los dos días más largos de mi vida —me dice, abrazándome de nuevo. Me giro hacia Meegan, que parece a punto de estallar de furia.

Saludo a los chicos, y me uno a su "reunión". Conversamos por un rato, pero mi atención se ve atraída por Erin, que sigue en un rincón, cabizbaja, apagada.

—¿Qué quieres para tu cumpleaños, amor? —me pregunta Slash con una sonrisa. Sus palabras me hacen dejar de mirar a Erin y volver la vista hacia él.

—No quiero nada... ni una fiesta —respondo, y noto cómo los chicos se desaniman al instante. La idea de las celebraciones me incomoda; en realidad, no me gustan las fiestas de cumpleaños, nunca las he disfrutado.

—Entonces, ¿a dónde te gustaría viajar? —me pregunta él, todavía sonriendo—. O... ¿qué te parece un anillo de compromiso?

Mis ojos se desvían hacia Erin una vez más. Sigue con la mirada baja, envuelta en un mar de pensamientos. Algo no está bien con ella, y lo puedo sentir.