⚕️No Es Lo Mismo ⚕️

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Narra ________.

Slash pareció enfadarse con lo que dije. Su mandíbula se tensó mientras apartaba la mirada.

—¿Estás molesto? —pregunté, inclinándome hacia él. Aunque negó con la cabeza, se negaba a mirarme—. Claro que lo estás. Mira... —me acomodé en la silla, fijando mis ojos en los suyos—. No es sano que me ocultes algo como eso. Disfruto estar contigo, pero necesitamos comunicación. No puedes esconderme algo tan importante como que no estabas usando protección, Slash.

Sus ojos bajaron al suelo, en silencio, como si buscara las palabras adecuadas.

—Creo que deberíamos buscar otras actividades como pareja —continué, tratando de mantener la calma—. Si esto te molesta tanto, quizás solo te importe el sexo y nada más.

—¡Claro que no, ____! —me interrumpió con un tono cortante—. Amo estar contigo... No es solo sexo. Además, te lo he demostrado.

Lo miré seria, dudando de sus palabras.
—¿Cómo?

—¡El collar!

—Sí, amo el collar, pero eso no es suficiente —dije, entrelazando mis brazos frente a mí—. Lo que quiero es más comunicación, construir algo real.

—¡Joder, ____! —su voz subió una octava, temblando de frustración—. Nada es suficiente para ti. ¿Qué quieres que haga? ¿Pedirte matrimonio? Porque ya lo sé... tú no quieres eso. —Algunos nos miraron desde la distancia, pero nadie intervino.

—¿Qué estás diciendo, Slash? ¿Ahora soy yo el problema porque no quiero casarme contigo? —pregunté, alzando una ceja.

—Sí, lo eres —murmuró, desviando la mirada.

—¿Perdón? Entonces, ¿ese es el problema? ¿Que no quiero casarme? —me incliné hacia él, casi escupiendo las palabras—. Solo llevamos cuatro meses juntos, Slash. Y ya peleamos por todo. ¿Qué crees que pasará si nos casamos?

Suspiró, frustrado, cruzando los brazos.

—Para mí, cuatro meses son suficientes.

Negué con la cabeza, sintiendo un nudo en la garganta.

—Hay maneras de demostrar amor que no involucran matrimonio.

—¡Ya lo hice, ____! Te di un collar, te llevé serenata, y aún así dices que no te basta. ¿Qué más puedo hacer? —gritó, su voz llenando el espacio con enojo y dolor.

Inspiré profundamente, buscando la calma.

—Es difícil creer en tu amor cuando constantemente la cagas, Slash. Ligando con otras delante de mí, drogándote sin importarte cómo me siento...

Vi cómo las palabras lo herían, aunque no retrocedió.

—Pensé que ya habíamos superado eso —respondió, más bajo esta vez.

Negué con la cabeza, sintiéndome exhausta.

—Estoy cansada, Slash. Cansada de esta relación.

Sus ojos se abrieron un poco, impactado por mi confesión.

—Yo... yo también estoy cansándome —susurró tras un momento de silencio.

Tomé aire, tratando de ocultar el temblor en mi voz.

—Tal vez deberíamos darnos un tiempo.

—Tal vez... —repitió.

Me levanté con el corazón pesado y empecé a caminar hacia afuera. Necesitaba aire, lejos de la atmósfera cargada del lugar. Cuando estaba por cruzar la puerta, sentí su mano en mi brazo.

—____, no me dejes así. Te amo, y tú me amas. No necesitamos un descanso.

Me solté suavemente de su agarre y lo miré.

—¿No lo necesitamos, Slash? Porque desde aquí parece que sí. Peleas, celos, desconfianza... Esto ya no funciona.

Él cerró los ojos con frustración, suspirando profundamente.

—Son cosas normales en una relación.

—No, Slash. Estas cosas desgastan. Siempre es lo mismo: peleamos, te disculpas, volvemos a empezar, y otra vez pasa lo mismo. Estoy cansada del círculo.

Se apartó, cruzando los brazos, visiblemente dolido.

—¿Entonces te estás aburriendo de mí? —preguntó en voz baja.

—No quiero hablar de esto ahora... —susurré, mirando al suelo.

—¿Eso es un sí? ¿Te cansaste de mí y ahora buscarás a otro? ¿Un Brian May? ¿Sebastián? ¿Kirk? —sus palabras eran afiladas, llenas de veneno y celos.

—¡Basta, Slash! —grité, mi paciencia colapsando—. De eso estoy cansada. De que me llames zorra y pienses lo peor de mí.

—Es que... —vaciló, pero se corrigió antes de decir algo peor.

Lo fulminé con la mirada antes de girarme y salir del lugar. No soportaba escuchar más.

Afuera, el frío me recibió mientras buscaba un lugar para estar sola. Encendí un cigarrillo y aspiré con fuerza, dejando que el humo calmara mi ansiedad.

—Señorita Cruz, qué sorpresa verla aquí. —La voz tranquila me sobresaltó. Giré y vi a Kirk, con su guitarra en mano y un cigarrillo entre los labios.

Lo saludé seca, sin ánimos de hablar. Él se sentó a mi lado, observándome en silencio.

—Es raro verte sin Slash.

—Probablemente está enredado con alguien más a estas alturas —solté, fría, mientras daba otra bocanada.

Kirk suspiró.

—¿Peleaste con él?

—Parece que eso es lo único que hacemos. —Pisoteé el cigarrillo, deseando que el caos de mi vida fuera tan fácil de apagar.

Antes de que pudiera decir más, una voz conocida rompió el momento.
—Espero no estar interrumpiendo algo... —Era Slash, mirándonos desde la puerta con los brazos cruzados.

Genial. Aquí vamos de nuevo.

🎸









Fuck you. [Slash & tu] ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora