Capitulo 50.

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Bakugou le llevó de comer a Ryūko un tazón con sopa de pollo, también llevó uno para él para comer junto a ella.

— ¿Que es esto? — Dijo ella algo cansada y sonrojada ya que la fiebre y el dolor de cabeza la tenían muy debilitada.

— ¿Que estas ciega? Es sopa de pollo — Respondió.

— No le pusiste veneno ¿verdad? — Dijo ella de forma desconfiada.

— ¡Ahora por esa broma estúpida te lo comes doble! — La regañó.

— Solo bromeo Katsuki, que amargado eres — Ella comenzó a comer de esa sopa al igual el chico explosivo, mientras comía la miró y le habló.

— ¿Te gusto la sopa? — Preguntó Bakugou.

— Si, esta deliciosa — Él arqueo una ceja viendo que ella estaba algo deprimida cuando en realidad solo estaba molesta por los acontecimientos que la hicieron pensar que es débil pero eso no la iba a detener.

— ¿Que tienes? — Le pregunta el cenizo.

— Fiebre, dolor de cabeza ¿Y tú?

— ¡Te estoy preguntando enserio! ¿Que te pasa? ¡Estas muy deprimida! — Le dijo.

— Claro que no, si estuviera deprimida no te haría esas bromas estúpidas que tanto dices — Dijo ella con sarcasmo y enojo ya que aún le molestaba lo de ser débil, justo ella pensó que en cuanto se recupere empezaría a entrenar, la mirada rubí de Bakugou estaba enfocada en ella, confundido mirándola por la forma en que le habló.

— Estas enojada...— Afirmó el.

—.¿Y? Tu estas enojado todo el tiempo y ni me quejo — Dijo ella terminando de comer teniendo el tazón en manos también el de Bakugou que él ya había acabado antes que ella, se levanto para llevarlo a la cocina.

— ¡Oye regresa a la cama! — Ella lo ignoró llevando el plato hasta la cocina, él había dejado algunas cosas sucias en la cocina al preparar la sopa de pollo, ella comenzó a limpiar y a lavar los platos — Oye ¿¡Que demonios te pasa!?

— No es nada solo voy a lavar esto — Ella tenía una expresión de seriedad mientras hacía eso pero aun sentía algo de mareo pero se sostuvo de pie y luego de terminar escuchó que su perrito ladró — ¿Ya comió Yoshio? — Preguntó ella.

— ¡Si yo le di de comer pero vete a tu habitación! — La regañó.

— Pero...— Él no la dejó terminar ya que la cargó como costal en su espalda y la llevó hasta la habitación.

— Ahora recuestate y descansa maldita enana.

— Pero Katsuki...

— Si te levantas va a ser peor para ti — Dijo él con una mirada tétrica y amenazante. Ryūko tenía una mirada de cansancio y sonrojó por la fiebre pero simplemente le afectó el que ella no se pudiera defender de los villanos de Gosuto.

— Tengo que salir de aquí — Aprovechando que Bakugou estaba en la sala revisando la pequeña mochila que dejó en el sofá lo que trajo para quedarse el fin de semana pero Ryūko se levantó se puso sus zapatos y una chaqueta, saliendo por la ventana de su habitación usando sus alas volando ahora por el cielo.

Salió volando sin rumbo aún hacia algo de frío ya que apenas se estaba componiendo el clima por lo que provocó ColdFists, Bakugou subió a ver a Ryūko y noto que ya no estaba.

— ¿Ryūko? — Él buscó por toda la casa y se preocupo al ver que ella ya no estaba ella — ¿¡Demonios a donde habrá ido esa maldita enana!? ¡¡¡SHINEEE!!!

Mientras tanto Ryūko había llegado al cementerio donde justamente estaba en el lugar una tumba que tenía una pequeña estatua de un dragón.

— Hola, se que nunca he venido a verlos desde lo que paso ya que no los recordaba totalmente pero ahora...se que no estoy haciendo un buen trabajo...— Justo en frente habían tres tumbas con el apellido Masayuki en ellas — No soy tan fuerte, siento que me estoy debilitando y no pude hacer nada la primera vez...— Dijo ella mirando sus manos luego miró a la tumba donde estaba su abuelo — Siempre quise ser como tú pero aún recuerdo esas palabras que nos dijiste a mi hermano y a mí — Sonrió levemente mientras dejo caer unas pequeñas lágrimas — Nos dijiste "Luchen por sus ideales, sigan sus sueños no importa que, ese largo camino de obstáculos que al terminar de recorrerlo llegaran muy lejos hasta su destino" creo que aún me falta mucho camino para lograr mi meta. — Tenía la cabeza baja, mirando esas tres tumbas que solo le traían vagos recuerdos que pudo recuperar hace tiempo — Bueno creo que necesitaba venir a verlos ya que creo que así me motivaría a seguir con mi vida, prometo no fallarles — Trato de tomar las cosas de forma positiva como le enseñó su tía Nadeshiko — Debo entrenar más sin embargo aún le temo a varias cosas que puedan pasar pero simplemente ya no quiero que me salven al contrario yo quiero salvar a las personas, pero aun tengo mucho por aprender.

Río levemente aún mirando esas tres tumbas las cuales llevaba años que nunca vino a ver desde que los enterraron ahí — Bueno debo irme, tratare de venir de vez en cuando, necesito mucha motivación por ahora para cumplir mi sueño de ser un héroe como mi abuelo, papá y ahora mi hermano...los quiero — Sonrió triste saliendo de ese cementerio caminando a velocidad baja, con las manos en los bolsillos, no quiso usar sus alas ya que ella quería caminar, el frío viento que pasaba por su rostro lograba hacer que su temperatura bajara algo.

Perdida en sus propios pensamientos camino hacia su casa pero lo que no sabía era que el chico explosivo había salido para ir a buscarla, ella aún no llegaba a su casa ya que el cementerio estaba lejos y ahora ella estaba apenas acercándose a su destino.

— MALDITA ENANA ¿¡QUE ACASO NO ENTIENDE QUE CUANDO LE DIJE QUE SE QUEDARA A DESCANSAR ES POR QUE YO LO DIGO!? ¿¡QUE ACASO LE GUSTA LLEVARME LA CONTRARÍA!? — Bakugou hechaba humo de las orejas y se sentía un aura maligna a cada paso que daba buscando a Ryūko por las calles, ella no se llevó su celular ya que Bakugou lo traía en su bolsillo junto con el celular de él así que era más difícil buscarla.

BlueFlame [BNHA] {Bakugou Katsuki}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora