BlueFlame [BNHA] {Bakugou Katsuki}

Capitulo 54.

Era Sábado por la tarde, Ryūko ya se sentía mejor, estaba en el jardín junto a Yoshio mirando sus manos activando su quirk haciendo aparecer sus brazos de dragón con garras saliendo fuego azul de ellas.

— Parece que tu quirk volvió — Le dijo Katsuki.

— Esa sensación fría neutralizaba mi fuego azul evitando usarlo — Dijo Ryūko.

— Ya te sientes mejor ¿No?

— Si, ya no me duele nada — Sonrió.

— Si pero ya no hagas cosas estúpidas has entendido — La regañó.

— Si Katsuki-Kun — Dijo ella.

— Y espero no tener que lidiar con más bastardos que intenten matarte.

— Igual yo,.ni se que tanto interés tendrían en mi buirk habiendo tantos.

— Los villanos son idiotas, una de las razones que tengo para ser héroe es matar algunos — Dijo Bakugou — Bueno, por lo menos patearles el trasero ya que se que no faltará que un extra me diga que no lo mate.

— Es que eso depende de la situación, si logras atrapar un villano que posea información no puedes matarlo, pero si es en una pelea de riesgo es obvio que tendrías que matarlo.

— ¿Y tú que razones tienes para ser héroe enana?

— ¿Yo? Bueno...es que siempre admire a los héroes como mi padre, abuelo y ahora mi hermano, yo también quiero darle buen uso a mi Quirk hacer que se rija la justicia y bueno tengo que admitir que es divertido patear traseros jejeje.

— ¿Lo ves? — Sonrió él.

— ¿Y que te parece si salimos, Katsuki? — Sugirió.

— ¿A donde? — Preguntó él.

— No se solo no quiero estar en casa todo el día, quiero salir ya que el clima mejoró.

— ¿Osea, como una cita?

— No exactamente pero si tu quieres esta bien — Después de eso dejó a Yoshio en el jardín, cerró la casa con llave y ahora estában caminando por la calle.

— ¿Y a donde te gustaría ir, Katsuki?

— No se ¿Tú a donde quieres ir?

— A donde sea esta bien, Katsuki.

Ambos estában tranquilamente caminando por la calle cuando de repente les hablaron.

— ¡Oigan! ¡Bakugou, Masayuki! — Ambos se giraron a ver que era Kirishima quien les hablaba siendo acompañado por Kaminari.

— Hola chicos ¿Que hacen? — Preguntó Kirishima.

— Oye Bakugou ¿Donde estuviste ayer? Te esperábamos en el cine — Dijo Kaminari.

— ¿Que? ¿Ayer ibas a ir al cine? ¿Por que no fuiste? — Le dijo Ryūko a Katsuki.

— ¡Por que te estaba cuidando cuando estabas enferma ayer! — Dijo él.

— Pero si querías ir no habría problema pero que les parece si vamos ahora yo invito — Dijo Ryūko.

— ¿¡Enserio!? — Dijo Kaminari.

— ¿¡Enserio, Ryūko-Chan!? — De pronto detrás del dúo KiriKami salio el chico uva Mineta Minoru de la nada.

El cenizo se puso furioso al ver que te tendría que soportar extras.

— Si, yo invito, vengan vamos al cine — Dijo Ryūko mientras los tres chicos estaban emocionados y felices por ello, menos el cenizo.

— ¡Demonios, malditos extras! — Pensó Bakugou con las manos en las bolsas de su pantalón siguió a la chica dragón junto con Kaminari, Kirishima y Mineta.

Una vez que llegaron al cine hicieron fila para los boletos ya habían elegido una película.

— Pidan las botanas que quieran yo las pago también — Dijo Ryūko.

— No Masayuki ya fue suficiente con que pagaras nuestro boleto — Dijo el pelirrojo.

— Yo te tomo la palabra Ryūko-Chan — Dijo Mineta.

— Yo igual — Dijo Kaminari.

— Yo pagaré con mi dinero — Dijo el cenizo molesto en todo momento.

Fueron a comprar sus botanas y comida mientras entraban a la sala donde proyectarán la película.

— ¡Pido sentarme junto a Ryūko-Chan! — Dijo Mineta.

— ¡Ah no, claro que no! — El cenizo tomó de la cintura de forma posesiva a Ryūko quien se sobresaltó un poco.

— ¡Cuidado Katsuki, no quiero tirar los refrescos, baka! — Dijo ella.

— ¡Tú ni te quejes! — Dijo Katsuki.

Los cinco adolescentes habían tomado haciendo desde en los casi últimos asientos pero Bakugou no dejó que Ryūko se sentara en su lugar sino en su regazo.

— Katsuki, me quiero sentar en mi asiento — Regañó ella al cenizo.

— Y yo digo que te quedes sentada en mi regazo y se acabó — Ryūko solo hizo pucheros mientras estaba viendo la película, Kirishima comía de su Hot Dog poniendo atención a la película al igual Kaminari.

— Que envidia — Dijo el cabeza de uva enojado.

— ¿Que pasa, Mineta? — Le preguntó Kaminari.

— No es justo que Bakugou tenga de novia a Ryūko yo la había visto primero — Dijo Mineta.

— Lo sé ¿A quien no le daría envidia? Una novia tierna, amable y ruda que nos pago todo esto sería genial.

— Lo sé, hasta Bakugou está haciendo una de las cosas que yo siempre quise hacer cuando tuviera novia — Dijo resentido el cabeza de uva.

— ¿Y que es? — Dijo mirando a donde estaba Ryūko y Bakugou notando que este la tenía sentada en su regazo abrazándola de la cintura mientras veían la película — Oye eso no esta permitido ¿O si? y yo también quisiera hacer eso.

— Ya ni modo tendré que pensar en otra chica como novia tal vez Ashido o Tsuyu.

— Mejor sigamos viendo la película, se esta poniendo interesante — Los dos pusieron atención a la película mientras que con Ryūko, Bakugou le habló.

— Enana, dame palomitas — Exigió en voz baja.

Ella sin mirarlo le entregó las palomitas estando atenta a la película, Bakugou comió de las palomitas y luego se le ocurrió algo, tomó una palomita y la paso frente a Ryūko.

Ella lo miró confundida.

— Abre la boca — Ella lo hizo y éste le dió de comer esa palomita y así unas repetidas veces cuando en una ocasión Ryūko sin mirarlo giró un poco para comer de la siguiente palomita pero él quitó la palomita y besó a Ryūko en los labios aprovechando la situación.

— Katsuki — Regañó ella en voz baja

— No te quejes — Después de terminar de ver la película salieron a pasear mientras que Kirishima platicaba con Ryūko y Bakugou, el dúo Mineta y Kaminari estaban detrás de ellos.

— Ese Bakugou...— Dijo Mineta con una aura depresiva.

— ¿Que pasa? ¿Que hizo ahora? — Le pregunta Kaminari.

— Se ha estado comiendo a Ryūko...— Dijo seriamente.

— ¿¡Eh!? ¿Como lo sabes?

— Mira el cuello de Ryūko — Ambos la miraron notando que Ryūko tenía puesto maquillaje donde tenía las marcas de los besos que le dejó Bakugou.

— Eres muy fijado, Mineta.

— Es un viejo truco que usan las mujeres, eso creó, pero maldito Bakugou sabe aprovechar.

— No pensaras que ellos ya...tu sabes...— Dijo el rubio.

— Es lo más probable.

— ¡Oigan no se queden ahí atrás, vengan! — Les hablo Kirishima.

— Si, ya vamos — Dijeron ambos yendo hacia ellos.