Los mil cielos

Capitulo 17

(ㄒoㄒ)

Una disculpa por la lenta actualización, estos últimos días estuve mal de salud , pero de todos modos me apresuré para cumplir con este capitulo. Gracias a los que están siguiendo la historia.

¡Disfruten!

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Guangcai, en sus días de esplendor, había sido conocida por la fortaleza de su arquitectura; construida desde los cimientos abandonados por el demonio que habitaba la cumbre y forjada por el grandioso liderazgo de Wu Xiao. Fue quizá una de las sectas con la mejor defensa de todo el reino. Sus hombres eran hábiles en combate y medicina, con un futuro definitivamente habría dado más tiempo de hacer que la cantidad de cultivadores para defender la ciudad del primer ataque fuera la suficiente. Ningún soldado normal los atravesaría, no existiría tal atrevimiento si tu secta era así de poderosa.

De no ser por qué ese talento se convirtió en su debilidad, en la actualidad el clan Wu podría competir fácilmente contra Han Zhao o Jing Jiang. Pero cuando uno miraba hacia el pasado, se daba cuenta de que no había retorno para ofrecerles dicho futuro. Los pasillos enterrados de Guangcai era todos similares; los edificios adheridos a las paredes apenas podían ser reconocidos a causa de su deterioro, la crueldad del fuego combinado por el pasar del tiempo hacía difícil decir que pedazos de vigas negras y quebradizas habían sido antes un bello restaurante o la casa de una familia.

En cada vuelta que Jiang Shen y Zhao Tian daban debieron tener cuidado de no tropezar con los grandes montículos de tierra que, a diferencia de ellos, el espíritu de las dos personas delante de ellos atravesaba sin problemas.

Zhao Tian alumbraba el camino con un talismán, aunque debido a que llevaban casi dos horas caminando, Jiang Shen se ofreció a intercambiar lugares en un punto medio y luego Zhao Tian volvió a retomar el liderazgo tras unos minutos de descanso. El alma de la familia de Wu Ji danzaba de vez en cuando alrededor de los dos hombres como si mostrara preocupación o simplemente quisiera molestarlos un rato. Eventualmente sólo siguió su camino.

-Ellos no parecen ser hostiles a los intrusos- dijo Jiang Shen terminando de brincar una gran roca- ¿Se deberá a la falta de sus recuerdos?

Zhao Tian lo miró de reojo continuando más tarde-. Es probable que ellos murieran creyendo que fue el fuego lo que los mató o quizá jamás sembraron rencor contra los invasores.

-Seguramente no tuvieron ni siquiera tiempo de hacerlo.

Jiang Shen dibujó una sonrisa amarga en su rostro enmarcado por las flamas del talismán. Dichos destellos ennegrecían aún más su expresión, pero Zhao Tian no era capaz de verlo por lo que cabeceó en aprobación. -Mmh. También creo eso.

Así como Zhao Tian, Jiang Shen ignoraba que el gesto comúnmente inexpresivo del protagonista se encontraba ahora fruncido mientras observaba con intensidad el brillo del espíritu. Sus puños tensos tampoco eran visibles detrás de las mangas de su túnica aunque una de ellas a había desaparecido casi por completo, pero aún si se vieran uno al otro sería complicado que adivinaran que pensaba cada quien.

-¿Hay más espíritus?- Preguntó Jiang Shen sujetando el puente de su nariz.

-Hay algunos pero son temerosos a nuestra presencia, no nos ayudarán.

Los ojos negros de Jiang Shen volvieron a mirar el fuego dorado que en ese momento bajaba por una pequeña pendiente hecha por una casa derrumbada-. ¿Por qué ellos si lo hacen?

-Pedí que nos llevaran a Hei Gong y ellos fueron los únicos que respondieron al llamado, deben saber que la hermana de la líder Wu está ahí- concluyó Zhao Tian.