Capítulo 57

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Qui Bai estaba más que agradecido de poder bloquear las siguientes palabras de Jiang Shen, quien tenía escrito en la cara un "te dije que no mentía", por lo que sin deseos de tardarse demasiado, dio un suspiro disimulado y le dijo al mensajero con agotamiento.- Entrégamelo.

El papel se desplegó tan pronto estuvo en sus manos y el cultivador se inclinó habiendo cumplido su misión. Comenzando revisar el contenido, ante los ojos de todos que optaron por esperar a escuchar los detalles, fue una sorpresa cuando tiempo después las palabras se escaparon solas de la boca del líder. -¿Marcha ceremonial?

Jiang Shen había estado observando atentamente el estado de ánimo del líder, en espera de que las noticias pudieran ser buenas, no obstante entre más parecía leer, más oscuro se ponía su gesto y le fue imposible creer que lo que leía era agradable; generalmente el suceso de una boda no debía ir acompañado con una expresión tan seria.

A todo esto ¿quién se casaba?

La impaciencia de Jiang Li habló por los demás, al no recibir una explicación aún luego de que Qui Bai bajara el pergamino sin mejorar su humor.- ¿Qué mensaje mandó Zhao Fang Yin?

Qui Bai tardó en responder, su dedo había subido a sus labios mientras pensaba en algo.- Hay una marcha ceremonial cerca de Han.

-¿Ah? Es una boda, ¿qué tiene eso de extraño?- preguntó Jiang Li confundido.

-...la persona que se casa es Bing Huang-fu- confesó tensando su agarre sobre Juren.

-¿¡Qué!?- todos en la habitación exclamaron al unísono.

Jiang Li arrebató el pergamino de las manos de Qui Bai para leer las mismas líneas. Necesitaba verlo él mismo y no le importó que algunos sirvientes quisieran detenerlo. Aún lucía incrédulo al agitar su manga a un lado-¡Esto es una tontería! ¿Quién se ha atrevido a aceptar tal propuesta?

Jiang Shen no pudo culpar a su padre, ni a los demás que señalaron lo mismo entre susurros discordantes, después de todo ni siquiera él podía creerlo; era impensable imaginar que existía alguien capaz de casarse con un ser que acaba de resucitar, luego de ser catalogado el villano más grande de los ancestros, así como creer que ese tipo de individuo aceptaría a una o dos mujeres como esposas.

-La marcha ha durado seis días- continuó Qui Bai.- Cada noche, veinte mujeres vestidas de rojo han sido escoltadas por demonios al mismo palacio para contraer matrimonio.

No una o dos, sino ¿¡veinte!? ¿Cómo puede contraer matrimonio con tantas mujeres a la vez? pensó Jiang Shen cruzado de brazos, casi indignado por saber que había un hombre capaz de crear un harem antes que el propio protagonista en tan pocos días, aunque la ausencia de esto último en realidad no le disgustara en absoluto.

Quiang Xen también mostró incomodidad y sospecha -¿A quién pertenecía el palacio?

-Es un palacio en la frontera de un pueblo llamado Gudan- continuó Jiang Li en lugar de Qui Bai, después de leer la carta tampoco fue capaz de poner buena cara-, es un lugar que ha estado abandonado por años, así que no tiene dueño, los demonios deben haberse adueñado del terreno.

-¿Por qué molestarse en ir lejos de su propio palacio?- preguntó el cultivador que antes había estado vigilando a Jiang Shen.

Qui Bai dio una risa amarga.- Por supuesto Bing Huang-fu no querría que nos crucemos en sus planes. Ja...quién hubiera pensado que serían unos cobardes y escaparían de nuestro territorio como ratas. ¡Esto es risible!

Jiang Fai, aprovechando los murmullos de los cultivadores y sirvientes que soltaban pestes, se acercó a Quiang Xen -Hermano Quiang ¿esto tendrá relación con las desapariciones que escuchamos?

Los mil cielosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora