Los mil cielos

Capítulo 63

Zhao Tian continuaba sentado, admirando con aire ausente la puerta por la que había salido su padre, cuando esta se volvió a abrir y Jiang Shen entró sujetando una bandeja; desde que había tomado un baño y cambiado sus prendas al uniforme de Han Zhao, la piel de Jiang Shen se tornó de un delicioso color cremoso, manteniendo un par de mejillas ligeramente rosadas que resaltaban a la vista por la túnica oscura que de pronto lo envolvía. Un jadeo suave se escapó de los labios del protagonista al cruzar miradas.

-Ah, Zhao Tian, estoy de vuelta.

-Mn.

En la cabeza de Jiang Shen resonaban muchas cosas, así que tardó en esbozar una sonrisa convincente para ambos. Se sentó cerca de la cama y colocó la comida en la mesa con un vistazo satisfecho por el olor que remplazaba el del incienso. -Me topé con Ying Lixue hace unos momentos y me dio esto para ti, ella se preocupa sinceramente por el bienestar de su querido shixiong. Ahh tener una shimei tan responsable debe ser grandioso, aunque no puedo quejarme de mis propios shidis... como sea, ella ahora realmente luce como una discípula de la secta, la última vez que nos encontramos sólo quería seguirte a todos lados como pollito, jajaja.

Zhao Tian dio un vistazo; había una olla que humeaba a un costado de dos cuencos vacíos, desprendiendo un aroma agradable, su interior tenía buena apariencia y los trozos de carne se mezclaban en armonía con finos cortes de raíz de loto, sin embargo le fue imposible no notar un tercer plato que estaba oculto apropósito detrás de la olla, a diferencia de los otros, ya tenía algo de estofado en su interior y los pedazos de raíz eran más burdos.

Jiang Shen continuó sin notar su mirada curiosa -También me dijo que tus heridas están sanando rápido y que tu cuerpo se volvió tan poderoso como un inmortal, pero si somos sinceros ¡el maestro Zhao siempre ha sido fuerte! Que hayas llegado a ese nivel de sorprender a la hermana Yin, ahh déjame decirte, Zhao Tian, me hace sentir bastante orgulloso, quiero decirle a todo el mundo cuán grandioso eres, oh... aunque no esperé que Bing Huang-fu te obligará a absorber los dos fragmentos. ¿Qué planeabas hacer si no salían bien las cosas?

Zhao Tian suspiró.- No importa, las cosas salieron bien.

-Ahh, puedes decir eso, pero ¿sabes cuánto me preocupé por ti? ¡Estuve aterrado! Me preparé incluso para morir en tus manos.

-...

-Eh...-Al ver que Zhao Tian bajaba la mirada, sumiéndose en la negrura de sus recuerdos, un dolor punzante atravesó su pecho con arrepentimiento. Jiang Shen sólo quería tener una charla, molestarlo un poco como una pequeña venganza y luego dejarlo pasar, después de todo tenerlo a su lado era más importante.

¿Qué estás pensando, Jiang Shen? ¡Por supuesto para él fue duro también! Soy un tonto...

Rascó su cabeza, incomodo.-Z-Zhao Tian...lo siento, no me refería a eso, sólo estaba jugando. No tomes importancia a mis palabras.

-No, lo que dices es verdad- tomó aire-. Perdí el control y hay un precio que debo pagar. Tú... escuchaste ¿cierto?

Jiang Shen gimió retrocediendo imaginariamente. Entendía la pregunta de Zhao Tian sin necesidad de explicación, así que asintió confirmando un minuto después.

-¿Desde qué parte?

-...el cambio de sentencia.

Luego de despedirse de Ying Lixue, quien lo acompañó brevemente por el jardín contándole un resumen de los hechos, Jiang Shen se apresuró para ver a Zhao Tian, no obstante al llegar al cuarto, escuchó la voz del patriarca y pudo distinguir cuan alterado estaba, así que optó por esperar fuera. Al final, terminó escuchando la mayoría de su conversación pese a que no era su intención, lo que lo puso en una situación complicada, pues por una parte su corazón estaba dispuesto a apoyar cualquier decisión que tomara Zhao Tian y la otra parte se negaba a verlo sufrir de nuevo. Comprendía que la petición de los ancianos era un asunto que ni los propios líderes podían detener, ellos eran la representación de los ancestros que lograron la armonía entre las sectas e intervendrían si sentían que las cosas se estaban volviendo tensas.