Los mil cielos

Capítulo 72

Nota del sistema:  ¡Feliz 2020!  Primer capítulo del año. ＼(^o^)／

El aspecto para un demonio era tan importante como lo era su habilidad para matar; la calidad de su ropa era un sinónimo de estatus y poder, su belleza era la trampa que usaban para capturar a humanos ingenuos, su fina piel era su orgullo y la atractiva figura de sus cuerpos era una tentación de la cual estaban gustosos de pavonearse. Eran vistos como seres brutales, salvajes, carentes de modales y con boca vulgar, pero en apariencia todos reconocían que no había criaturas más bellas que ellos, siempre congelados en su juventud eterna y ausente de imperfecciones. Sin embargo, cuando el grupo estudió al demonio que rogaba a Zhao Tian para que lo escuchara conforme se arrastraba en el suelo, lo menos que sintieron fue admiración por su belleza, pues la tersa piel había sido remplazada parcialmente por un pelaje descuidado de color blanco, demasiado erizado como para que creyeran que era sedoso al tacto. Se mezclaba con la sangre que brotaba de su pecho y lucía igual a un animal herido.

La mano izquierda ya no era más humana, si bien lo intentaba, la longitud de los dedos ya superaba lo normal con huesos pronunciados y un juego de garras oscuras que se abrían paso por los músculos expuestos. Lo mismo sucedía con la pierna derecha, que era incapaz de apoyarse, pues esta había regresado a una posición invertida y ya no estaba hecha para mantener erguido a su dueño. Aunque la túnica roja era lo suficientemente larga para cubrir el pelaje en esta zona, la incomodidad del demonio al moverse fue casi obvia. Que luciera así delante de los cultivadores era equivalente a pisar su orgullo y después escupirle en la cara.

El demonio apoyó por un lado su mano humana y por el lado opuesto su garra desfigurada, permitiéndose volver a elevar la mirada; la mitad de su cara se estaba desgarrando con pelo blanco, mientras que sus orejas se habían vuelto dos triángulos irregulares bastante maltratados. Quería volver a hablar, por lo que no esperaba que un par de manos lo levantaran del suelo luego de tomarlo por el cuello de su pobre ropa. Siseó.- Tss, ahh, eso duele... ¿P-Podrías calmarte, maldito túnica negra?

Zhao Tian, ejerciendo más fuerza en su agarre, miró fríamente a Huan Mao.- ¿Dónde está Jiang Shen?

-Guh...- La mano humana de Huan Mao tomó la muñeca de Zhao Tian en un intento poco efectivo de suavizar la presión. Le devolvió los ojos asesinos.- ¡Te digo que duele, suéltame! ¡Si estoy aquí es por el hermano Jiang! Estuve llamándote porque debes ayudarlo y...gaa...

Zhao Tian abrió los ojos con sorpresa y soltó su agarre, haciendo que el zorro cayera al suelo. Huan Mao se revolcó de dolor y maldijo varias veces. El protagonista se hincó con culpa en su rostro, sin darse cuenta había guardado viejos rencores contra este demonio y siempre asumía que aparecía para molestar a Jiang Shen- Lo siento.

Huan Mao golpeó la mano de Zhao Tian cuando este quiso ayudarlo.- ¡No necesito eso! Viniendo de ti me da asco... - se volvió a sentar por su cuenta y tomó aire entrecortado. Retomó el tema.- El hermano Jiang está en la cima del volcán de Zishui, Yen Hao usó su sangre para romper la barrera espiritual...

La frase "usó su sangre" hizo que el cuerpo del protagonista se tensara con miedo y enojo, no obstante antes de que él pudiera preguntar, fue Jiang Fai el que avanzó tembloroso e interrumpió a Huan Mao.

-¿¡Usar su sangre!? E-Eso significa que mi shixiong... ¿Q-Qué pasó con él?

Huan Mao giró apretando su herida, la estaba intentado curar, pero la magia de Yen Hao era tan aterradora como la de su maestro, era inútil. Suspiró.- La barrera se abrirá con incluso una gota de sangre, pero fracasé en proteger al hermano Jiang y lo dejé con Yen Hao...yo...desconozco cuál sea su estado en estos momentos, ¡es por eso que no hay tiempo, debes ir a Zishui y salvarlo!