En la penumbra Jiang Shen creyó haber escuchado un grito; un sonido desgarrador que por un momento parecía haber pronunciado su nombre hasta hacer sangrar su garganta, aunque también podía ser sólo su imaginación, de igual manera sonaba tan doloroso y solitario que él quiso responder a aquella voz, pero conforme la oscuridad se adueñaba de su mente, el sonido se hizo más y más lejano hasta quedar en el olvido. Quiso retener la sensación, repetirse a sí mismo que tenía un motivo para no ceder a la gravedad, aun así, las imágenes poco a poco le fueron arrebatadas por una fuerza externa, tan poderosa que no tuvo otra opción más que admirar el suceso.
Recordaba el haber caído, no obstante ya no sabía a dónde exactamente o por cuánto tiempo lo había hecho; si fue mucho o si fue poco, si tardó un minuto o tardó horas. La sensación de vuelo no le molestaba pese a ser una persona con problemas para lidiar con las alturas, algo que disfrutó hasta que una molestia creció gradualmente en su cuerpo, pero aunque era incómodo, no era doloroso y pudo tolerarlo.
¿Qué era lo que estaba haciendo? Pensó y luego toda la bruma que lo abrazaba lo soltó de golpe. Abrió los ojos, tan lento que no lo consideró normal.
Al principio parpadeó cinco veces y luego de hacer una repetición, finalmente reconoció el techo blanco de su cuarto. Por alguna razón, sintió que hace mucho este lugar ya no le pertenecía e incluso vio con rareza la lámpara en forma de pez que decoraba la mesa a lado de la cama. Permaneció inmóvil un tiempo, admirándola con aire insulso mientras esperaba que un ligero movimiento indicara que había fuego dentro. Se rindió tras un minuto.
Resopló agotado y se sentó al borde del colchón, tirando la colcha roja con flores estampadas en ella. Los tonos brillantes de la tela robaron su atención un breve instante antes de que su cuerpo fuera expuesto; si bien antes disfrutaba de dormir con playeras largas y un short delgado, algo en su vestimenta actual le hizo extrañar más tela rodeando su piel, sin embargo no entendía el motivo, desde joven había odiado dormir con mucha ropa.
De pronto, su garganta cosquilleó haciendo que tosiera y se levantó para tomar un vaso con agua en otra mesa al fondo del cuarto de tonos cálidos. En el primer paso no notó mucho, pero en el segundo pudo distinguir que la molestia en sus extremidades persistía con una sensación similar a la de ser sujeto por algo o alguien. Miró de reojo, temeroso de descubrir que así era y al no ver otra cosa que un par de pantuflas de hámster, pudo respirar aliviado.
Caminó ignorando el ligero malestar hasta por fin alcanzar el vaso. Lo bebió de golpe.- Ahh...necesitaba eso... ¿Ah?
Su mano ya estaba en su garganta al escuchar su voz que se había tornado aguda, aunque no permaneció mucho ahí, pues fue bajando sobre su pecho, explorando un delicado cuerpo que desconocía o mejor dicho, que había enterrado en sus memorias.
No estaba bien...pero no sabía el motivo de que estuviera mal.
Los latidos en su pecho se aceleraron, sintió frío venir desde su espalda. Recorrió cada rincón de su cuerpo femenino y, antes de ser consciente, ya estaba delante de un espejo luego de correr a toda prisa para confirmar que no estaba loco.
La cara de Jiang Xian se arrugó en confusión al toparse con su reflejo de cuerpo completo; su cabello ya no era negro, sino que era de un color chocolate y sus ojos eran de rasgos más redondos. Su cintura y piernas más delgadas lucían tan frágiles que casi temió dar otro paso por miedo a caer, no se visualizaba golpeando a alguien pese a que en primer lugar no sabía porque debería ser capaz de hacerlo. La confusión no abandonaba su rostro.- Yo... ¿Qué está pasando?
Se tocó la cara que definitivamente era suya, pero que ya no reconocía más como propia. En ese lapso, su cabeza ya había comenzado a dolerle, ya que cada vez que intentaba poner en orden sus pensamientos, algo lo bloqueaba y le impedía saber qué había pasado antes de que durmiera la noche anterior.
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Los mil cielos
FantasyCuando Jiang Xian muere, transmigra en la más reciente obra de su ídolo literario cayendo en decepción cuando descubre que actualmente es una mala novela y deberá arreglarla si quiere tener una vida pacífica en ese nuevo mundo, sin embargo una muje...