Los mil cielos

Capítulo 23

Mientras Zhao Fang Yin limpiaba la herida con un pañuelo bañado en medicina, quiso asegurarse de que no era demasiado doloroso para Xia Yue, para su sorpresa, el niño no mostró ni una pizca de querer cambiar su expresión y actualmente parecía más interesado en analizar la vaina de su espada Shuijing. Cuando uno escuchaba de ella, uno pensaría en un cristal frágil, pero si alguien la enfrentaba con esa imagen en la mente, era posible llevarse más de una sorpresa desagradable. Era un arma clara como las nubes que tenía fama de ser tan veloz y liviana como el viento, pero esa gentileza ocultaba a un ágil cazador en su interior.

-Su nombre es Shuijing ¿Te gusta?- preguntó Zhao Fang Yin con gentileza.

Xia Yue desvió los ojos y gimió avergonzado al darse cuenta que estaba siendo grosero con este personaje importante-. Lo siento, no quise mirar tanto.

Zhao Fang Yin rió, tomó un pedazo de tela limpio y envolviendo la herida dio por terminada su asistencia-. Puedes ver tanto como quieras, no me molesta...a decir verdad estaría más decepcionado si no mostrarás interés.

Al no obtener una respuesta del niño que lo observaba fijamente, Zhao Fang Yin dio otra risa, aunque esta vez se pudo notar un ligero color rojo en sus orejas al ponerse de pie-. ¿Fue muy arrogante decir eso? Me disculpo.

Sin poder reaccionar a tiempo cuando el hombre se inclinó para mostrar su sinceridad, Xia Yue miró su pierna recién atendida, ya no le molestaba pese a que hace unos momentos atrás juraría que iba a tener que aprender a caminar sin ella. Cualquiera que haya sido la medicina colocada, el efecto fue inmediato. Negó con la cabeza algo tarde-. No es arrogante. Su espada es muy poderosa, maestro Zhao.

La mano de Zhao Fang Yin tomó la empuñadura con afecto-. Sí, lo es, pero a pesar de que las espadas pueden ser virtuosas, no importa que tan bien se hayan forjado, siempre dependerá de aquel que las blande para hacer un uso correcto de ellas.

El niño miró el suelo quedándose pensativo, por lo que Zhao Fang Yin le palmeó la cabeza y se arrodilló hasta quedar a su altura. El rostro que brillaba en el esplendor de sus treinta ensanchó su sonrisa y con un par de ojos claros hizo que Xia Yue tuviera que verlo. Continuó-. Pasa lo mismo con una persona, no importa de dónde venga, depende de que camino y que decisiones toma para ser mejor sin importar que tan duro pueda llegar a ser. Pero ser fuerte no significa ser mejor, lo que nos da valor es el motivo por el que peleamos. Sólo si usas tu poder para proteger a quienes no son capaces de luchar, es cuando podrás decir que has mejorado.

Xia Yue se contuvo a hablar pese a que parecía tener muchas cosas que decir. Zhao Fang Yin se levantó y miró a los lados aplaudiendo-. ¡Bien! La lección ha terminado. Realmente es oscuro aquí ¿Te acompaño a casa?

Hizo una breve pausa-No es necesario, gracias por su ayuda- dijo Xia Yue dando media vuelta luego de pensarlo una segunda vez. Se despidió.

-Ahh... ¿Aún no es posible?- aunque estas palabras sólo las pudo escuchar Jiang Shen que había permanecido sentado bajo un árbol todo este tiempo, Zhao Fang Yin dio dos pasos para alcanzar al niño y se paró frente a él-. Espera, hay otra razón por la que te seguía.

Xia Yue levantó la mirada con recelo, inconscientemente había retrocedido. Aunque al darse cuenta de la mirada suplicante del cultivador, relajó su postura-. ¿Puedo escucharla?

-Claro, quisiera invitarte a que vengas conmigo a la secta Han Zhao- dijo sin vacilación, tocando con orgullo el símbolo de una carpa sobre una nube, bordada con hilo rojo en su túnica. Xia Yue abrió sus ojos con sorpresa, igual esperó a escuchar la explicación-. Cuando te resistías al ataque en el pueblo, tu energía mostró potencial para ser un cultivador, pero me temo que también hay algo dentro de ti que altera su armonía.