Los espíritus de zorro no solían ser fuertes en combate, por lo que era más común que sus maestros los usaran como sabuesos o distracciones. Si bien no era fácil engañarlos, existían conjuros capaces de dirigir su atención lejos de la presencia de uno. Jiang Shen consideró que sí no era eso lo que estaba pasando ahora, algo probablemente estaba mal con ellos, de otro modo no se alejarían sin siquiera darle un segundo vistazo a las dos personas que estaban unidas en un estrecho pasillo.
La mano que cubría su boca, aflojó su agarre tan pronto la siluetas de las llamas se terminaron por desvanecer en la niebla, al pasar esto, Jiang Shen no perdió la oportunidad para girarse a toda velocidad, temiendo que ese alguien huyera de su alcance. La otra persona no esperaba tal movimiento y terminó por tropezar hacia atrás contra el otro muro.
¡Realmente era un pasillo estrecho!
Los dos cuerpos, frente a frente, tuvieron que guardar distancia ligeramente para poder mirarse. Jiang Shen no había podido evitar que su nariz se golpeara contra el mentón de Zhao Tian, por lo que sus ojos se llenaron de lágrimas.
Zhao Tian torció la ceja, revisó primero la frente roja y luego los ojos llorosos. Suspiró-. Deberíamos salir primero-. Se apartó caminando a la calle, sin embargo la mano de Jiang Shen tomó la manga de su túnica para detenerlo. Se agachó a verlo-. ¿Qué sucede?
-¿Zhao Tian, eres realmente tú?- Jiang Shen preguntó desconfiado al no perder de vista a este extraño Zhao Tian, que luego de tres años lucía más alto y sus facciones eran más maduras a comparación de antes. En su mente le era imposible que el protagonista estuviera aquí, tenía que estar seguro y no bajar la guardia como había hecho en el pasado. Ignorando la cercanía con el bien formado cuerpo delante de él, dijo-. Todos saben que los zorros crean ilusiones, no sé si vayas a atacarme o no, pero si te dejo ir ahora y desapareces porque no eras el real...siento que sería un gran impacto para mí.
Al oír eso, Zhao Tian suavizó su gesto, tanto que Jiang Shen no pudo ignorarlo. Levantó la mirada descubriendo el bello lunar que el protagonista tenía debajo del ojo derecho, sólo que en ese instante los iris dorados que lo observaban firmemente tuvieron mayor impacto. No tardó en sentirse cohibido, aclaró la garganta viendo hacia la calle-. E-El verdadero Zhao Tian podría decirme algo que sólo ambos sepamos.
Zhao Tian inclinó la cabeza para no perderle de vista-. Si soy una ilusión creada por los zorros ¿No podría decirte lo mismo que el verdadero?
-A-Ahh... ¡S-Sólo hazlo! Yo diré si eres el falso o no- chilló Jiang Shen avergonzado, golpeó suavemente el pecho del protagonista.
Haciendo una pausa, Zhao Tian resopló-. En Han solías entrenar debajo de las montañas.
-Ay, eso no ¡Eso lo sabe cualquiera! Deberías esforzarte más-. Se quejó Jiang Shen agitando su cabeza-. Una ilusión no puede ser tan mala ¿Sabes?
-...- Zhao Tian habló-. ¿Qué hay de cuando entrenabas con la espada? - Jiang Shen frunció el entrecejo queriendo cuestionarlo de nuevo, igual dejó que continuara -. Cuando entrenabas con tu espada ¿No hubo un tiempo en el que te gustaba hacer alboroto de ello?
El tono de voz de Zhao Tian sonaba burlón, por lo que Jiang Shen no se frenó a arrojarle una mala cara, pero de repente esperó repasando aquellas palabras y conforme sus ojos bailaban de un lado a otro intentando encontrar la mentira, su cara palideció unos segundos y luego se encendió en rojo vivo.
-A-Ah...aaaaah...- La boca de Jiang Shen se abrió a punto de gritar. No resistió más estar dentro del pasillo. Se apartó y corrió fuera, lo señaló con el dedo-. ¿¡Por qué sabes eso!? No... ¿T-Tú lo viste?
Zhao Tian analizó el rostro encendido de Jiang Shen, colocó una mano delante de su boca para ocultar su sonrisa-. Pasaba por ahí.
¿¡Pasabas por ahí!? ¡Debiste decirlo entonces!
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Los mil cielos
FantasyCuando Jiang Xian muere, transmigra en la más reciente obra de su ídolo literario cayendo en decepción cuando descubre que actualmente es una mala novela y deberá arreglarla si quiere tener una vida pacífica en ese nuevo mundo, sin embargo una muje...