15. Tim Burgess

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—¿Ya lo localizaron? —preguntó Anthea mientras se paraba tras mi silla, viendo hacia todo el equipo que se encontraba tras los monitores.

—Sí, por supuesto que sí, llama a Walter, dile que te lleve a ti a un agente a la dirección en pantalla, y de allí al punto de encuentro, mantenme informado, por favor.

—Entendido, señor—y antes de marcharse, en voz baja, para que solo se oyera entre nosotros, dijo—por cierto, no presumas tanto, no queremos ahuyentarlo, más bien lo contrario, sólo dile quién manda.

Le sonreí, aunque aquello me iba a resultar difícil.

—¡Comuníquenme con él! —pedí mientras tomaba el micrófono.

Veíamos por las cámaras al objetivo, por lo cual el equipo hizo sonar la primera cabina telefónica, logrando que el sujeto volteara hacia la misma, aunque, y para nuestra mala suerte, ignoró aquello y siguió su camino, a lo cual la llamada finalizó. Las cámaras siguieron su rumbo sin perder detalle, encontrándolo en la calle principal, nuevamente una llamada fue realizada, aquella vez en un restaurante justo en frente, aunque aquello solo fue para desviar su atención del taxi, y claro, jugar con la víctima era parte de la diversión, no podía negar eso.

El teléfono de una cabina volvió a sonar, y si bien el médico se mostraba atraído, no parecía querer acortar la distancia.

—Vamos, ¿Qué esperas?

Giró su cabeza en ambas direcciones de la acera, esperando que alguien más se acercara, pero nadie lo hizo, no había necesidad de ello, la llamada iba dirigida a él. Finalmente entró a la cabina, y aunque dudoso, levantó el tubo.

—Comunicación, realizada con éxito, Señor Holmes, ya puede interferir.

Conectaron el audio, y por los parlantes del lugar, se oyó clara y nerviosa la voz del médico.

—¿Hola?

—Hay una cámara de seguridad en el edificio de su izquierda—hablé mientras oprimía el botón del micrófono, siguiendo los gestos y reacciones mediante las imágenes de la pantalla—¿puede verla?

—¿Quién es? —preguntó el doctor mientras su ceño se fruncía levemente—¿Quién habla?

—¿Puede ver la cámara, doctor Watson? —volví a preguntar, indicando que girasen la misma, llamando la atención del nombrado. Definitivamente estaba disfrutando aquello, aunque no debiera, pero es que ¿Cómo no iba a gozar con semejante juego?

—Sí, la veo.

—Observé—le hablé nuevamente, mientras indicaba que apartaran la cámara lejos de la cabina, lo cual hicieron—. Hay otra cámara en el edificio que está al otro lado, ¿la ve? —volví a preguntar, recibiendo una leve respuesta afirmativa, para inmediatamente volver a hacer el mismo procedimiento—. Y finalmente arriba del edificio, a su derecha.

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A Un Escritorio de DistanciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora