Alice.
Era de tarde, pasado el mediodía, ambos íbamos en el automóvil, en dirección a una conferencia, si bien el trayecto no era largo, era el adecuado para tratar cierto tema con mi jefe, quien últimamente, parecía más callado de lo usual, porque si bien hablábamos y bromeábamos entre nosotros, aquello se limitaba un poco más. Yo, adjudiqué esa conducta al trabajo, pues mal o bien, Mycroft estaba bajo cierta presión por aquel tiempo, que, si bien él siempre estaba presionado, en ciertos momentos, aquello se intensificaba, por lo que sí, seguramente el trabajo lo tenía más tenso de lo usual.
Pero volviendo al tema, aquella mañana yo había recibido una llamada, que, por lo menos, era peculiar, no porque fuese de alguien desconocido, por supuesto que no, yo conocía a esa persona, y muy bien de hecho, pero fue el contenido de dicha charla lo que me dejó algo descolocada.
—Mycroft, ¿podemos hablar de algo?
El hombre giró su cabeza en mi dirección, analizándome luego de varios minutos en silencio.
—Por supuesto, ¿Qué sucede? —sobre que él dijo eso, noté cómo Walter y D'Angelo, se mostraban atentos a la conversación.
—Bueno, como sabrás, esta mañana tu madre me llamó, para hablar específicamente conmigo.
—No me extraña, ha expresado un gran cariño hacia ti, así que es algo normal.
—Sí, lo sé, y no es por eso que quiero hablarlo contigo—él frunció sus labios, al igual que su ceño, se veía algo confundido, pero de igual forma me instó a continuar—. Bueno, me dijo que ellos vendrán este fin de semana, y que quiere que ambas salgamos de compras.
Mycroft no respondió, se quedó pensando en mis palabras durante unos minutos.
Miré hacia los asientos delanteros, Walter estaba igual de serio que siempre, aunque había retenido toda la conversación. D'Angelo, por otro lado, intentaba ocultar una sonrisa.
Vamos, yo era consciente de que ambos sabían algo, porque si bien intentaba ocultar mis sentimientos, esto solía salir a la luz tarde o temprano, por lo que no llamaba mi atención que ambos sospechasen.
—¿Y sí irás? —preguntó Mycroft luego del silencio.
—Sí, tu madre fue bastante insistente, y no me molestaría pasar la tarde con ella—y viendo que aún se mantenía serio, pregunté—. ¿A ti te molesta? En ese caso puedo decirle que no, de verdad, no quiero que tú te sientas incómodo.
—¡Oh, no, querida! —sonrió al fin—no, nada de eso, es solo que me sorprendió un poco que te invitara. De hecho, prefiero que vayas, no me mal entiendas, amo a mi madre, pero no me molesta mantenerla alejada a veces.
—Entonces te veré el sábado en tu casa.
Él no contestó, más bien asintió, para luego regresar la vista hacia la ventanilla.
• • •
El día había llegado, y luego de que levantase a Violet en casa de Mycroft, ambas nos fuimos de compras, aquello mientras que mi jefe y Siger se quedaban en casa, y algo me decía que Mycroft, si bien tenía el carácter de su madre, era mucho más parecido a su padre, con quien seguramente se llevaba mejor.
—Y bueno, ¿Cómo has estado? ¿Cómo te ha tratado mi hijo? —preguntó sonriente Violet mientras caminábamos entre tiendas.
—Bien, Myc es excelente conmigo, jamás podría quejarme de él.
—¿Myc?—preguntó con una sonrisa y ceja arqueada.
—Sí—contesté mientras recordaba que él me había dicho que no le dijera a su madre de eso—. Él me dio el permitido de llamarlo así, pero dijo que sólo yo podía.
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A Un Escritorio de Distancia
FanficMycroft Holmes, una persona a la que denominan: "el hombre de hielo", se ve obligado por su trabajo, a contratar un asistente personal, y es aquí cuando ella llegará a las oficinas, quedando a tan solo; un escritorio de distancia el uno del otro. C...