A Un Escritorio de Distancia

36. No todas las noches son buenas

⚠️¡ADVERTENCIA!⚠️

Este capítulo contiene material audiovisual con cierto grado de sangre, también contenido narrativo violento, todo esto puede llegar a afectar la sensibilidad del espectador, se recomienda discreción.

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Walter y D'Angelo conducían, íbamos en dirección al departamento de mi hermano, nada realmente importante, solo para revisar cómo llevaba las cosas.

Por otro lado, aquel sería un día pesado, o bueno, una noche, mejor dicho, ya que había sido obligado por Lady Smallwood a asistir a una gala, aquello no era nada extraño en realidad, solía suceder a menudo, servía para relacionarse mejor con las personas que en un futuro, nos ayudarían si así lo requeríamos, el ir a esos eventos era una forma de estrechar la mano en amistad, y si bien siempre teníamos las listas de invitados, no siempre estos asistían, así que más de una vez, me había visto yendo a esos lugares abarrotados de personas, por absolutamente nada.

—Se nota que no deseas ir—me habló Thea sin dejar de mirar su móvil.

—No me afecta que se note en este momento, llegada la hora tendré que disimular bastante tiempo, no hay razón para fingir desde antes.

Levantó su vista del móvil, dejando el juego "Candy Crush" en suspenso, mirándome fijamente a mí.

—No negaré eso, y espero que Lady Smallwood no esté mucho detrás de ti—sonrió con malicia, sabiendo que dicha mujer tenía cierto interés en mí.

Aquello muchos podían haberlo visto como celos, y si bien, en parte lo eran, no llegaban a ser completamente reales, porque era normal que ambos bromeáramos con el interés que Elizabeth parecía tener en mí, y aquellas bromas, eran desde incluso antes de ser pareja. Así que no, no eran solamente celos lo que parecían ir detrás de ese comentario, sin mencionar que Thea sabía que jamás existiría algo entre Smallwood y yo.

—Y es por esa razón es que tú irás conmigo, aunque estemos separados gran parte de la noche y que nadie sepa que estamos juntos, lograrás que nadie se me acerque, confío en ello—le sonreí con soberbia, provocando que rodara los ojos de vuelta a su juego.

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Era ya tarde cuando ambos fuimos a la finca, el día había sido corto, lo cual, en circunstancias normales, me hubiese gustado, pero dado que debíamos asistir al evento, no me fue tan agradable el dejar la oficina a tiempo.

Así que luego del trabajo, ambos fuimos a mi casa para así vestirnos y salir juntos, porque sí, podría haber pasado por ella a su departamento, pero preferí no hacerlo por dos razones; en primer lugar, me agradaba pasar tiempo con ella, y más si este era en la finca, así que aquella era la excusa perfecta para que estuviéramos juntos.

Y, en segundo lugar, cada que recogía a Alice en su apartamento para salir a algún sitio a solas, Jamie no perdía oportunidad de molestarnos, aunque era principalmente a mí, y si bien habían comenzado siendo comentarios sutiles, con el tiempo habían escalado a cosas más fuertes, tales como; "¡Einstein, usa protección! No quiero sobrinos aún". Dichos comentarios no me molestaban tanto, aunque sí me incomodaban, más que nada porque nosotros aún no avanzábamos hasta esa área.

—Ya estoy lista—dijo mientras salía del baño del dormitorio, sentándose en el borde de la cama a mis espaldas.

—Bien, termino de aprontarme y puedes llamar a Walter.

Terminaba de armar la corbata de moño frente al espejo, siempre preferiría la corbata normal, sin mencionar que el cuello que la de moño llevaba, me oprimía bastante. Sí, se veía bien, pero no era necesariamente cómodo.