- No puedo creer que le pediste su número -reclamaba el castaño, mirando a Zabdiel-. Te odio.
- Me amas -respondió sonriendo, confiado de que era verdad.
- Sí, a ambos los amo pero, son terribles.
- ¿Por qué? -preguntó Joel con inocencia, encogiéndose de hombros mientras comía, llenándose la boca con un bombón.
- Joel, tú le diste la idea y este estúpido siempre te hace caso.
- Ajá -habló con desinterés-, ¿Y luego?
Christopher se quedó callado, aún pensando en lo que había pasado, y de pronto soltó un chillido, demasiado agudo a oídos de los otros dos.
- Lo peor es que le dijeron que me gustaba.
Entonces, comenzó a hacer un berrinche y ambos rieron.
- Pero nos dió su número -recordó Joel.
Sonrió pícaro y Zabdiel codeó a Chris.
- Pero cuando le dijeron que me gustaba -se quejó-, prácticamente corrió.
- No nos puedes negar que te gustó.
- No Zab, pero...
Los rizados se miraron sorprendidos y antes de que Chris continuara comenzaron a gritar emocionados.
- ¡Sí le gusta! -chilló Joel dando saltitos.
Zabdiel sonrió y gritó:
- ¡Woah!
- ¡No chicos, cállense! -intentó cubrir con las manos, sus bocas- ¡No me gusta!
Zabdiel chupó su mano y con un gesto de asco, la quitó y comenzó a limpiarse, soltando también al moreno.
- Dices -soltó Zabdiel, encogiéndose de hombros.
- No me gusta, además sólo me interesó acercarme a él porque creí que era el padre del niño y se me hizo raro.
- Ajá, y yo canto bonito -se burló el moreno, pasando un brazo por la cintura de su novio-, igual Zab.
- Cuanto sarcásmo Joel.
Joel asintió, riendo.
- Si tú llegas a ser hétero algún día, nosotros harémos un dúo musical.
- ¡Soy hétero, joder!
Le molestaba muchísimo que sus amigos no creyeran en él.
¿Por qué sería gay, y no les diría? Se suponía que tenían bastante confianza, y si no confirmaba que le gustaban los chicos, era porque no lo hacían.
- Bueno, yo sólo digo.
- Ya no digas nada -respondió un tanto serio.
- Entonces... -habló Zabdiel, pero fue interrumpido.
- Tú tampoco Zabdiel.
- ¡Ven acá Erick!
Corría detrás del chico con un cinturón en mano.
- ¡Estás loca, déjame! -gritó sin parar de correr, consciente del peligro que había.
- ¡¿Qué le enseñaste a mi bebé?!
- ¡¿Qué le voy a enseñar?! -chilló analizando lo que veía, esperando encontrar algo donde pudiera protegerse- ¡Joder, ya déjame!
- ¡Te voy a enseñar yo a ti mocoso! -amenzó, casi alcanzándolo.
- ¡Tranquila!
Brincó a un árbol. La chica suspiró.
- Dime que pasó -pidió con voz fuerte.
- Oye -se quejó-, no eres mi madre...
- Erick.
Nuevamente, sabía que estaba en peligro, así que optó por hacer lo correcto y decir la verdad.
- Bien -suspiró-, sólo vió como un chico besaba a otro, pero no fue mi intención, no sabía que era gay.
- ¿Y? -interrogó, esperando que continuara.
- Nada, sólo que me dijeron que le había gustado a su amigo.
- ¿Cuántos eran? -preguntó confundida.
- Tres.
- ¿Y qué dijiste? -era un interrogatorio, porque ella era la protectora del hogar.
- Nada, me fuí rápido pero tu hijo me dijo que quería otro papá.
La chica soltó un bufido.
- Te pasas, no le enseñes esas cosas.
- Es tu culpa, por no ser buena madre y dejar que se quede conmigo -le recordó, era responsable, pero seguía siendo un niño-, soy tu amigo no su papá.
- Exacto, pero no tengo con quien más dejarlo y sabes bien que tuve que dejar la escuela para poder mantenerlo.
- Sí, perdón -se golpeó mentalmente, había sonado muy grosero.
- Gracias por llevarlo contigo, perdóname por tratarte así.
- Está bien, sé que a nuestra edad es difícil mantener a un pequeño y cuidarlo. Sobre todo siendo madre soltera.
- Me pasa por pendeja -respondió con una mueca.
- También fue culpa del estúpido -le sonrió.
- Baja de ahí, ya vamos a comer.
Erick sacudió sus manos, indicándole a la chica que se alejara y cuando lo hizo, sonrió nuevamente.
- Está bien.
El chico baja.
- ¿Cuándo irás a ver a tu madre?
- Cuando tengas vacaciones en el trabajo, los llevaré conmigo como la familia que somos.
- Pero Erick...
- Nada de pero, somos mejores amigos y aunque ese niño no sea mío me ofrecí a estar contigo y ser un padre para él ¿Recuerdas?
La chica asintió abrazándolo.
- Sí.
- Pues entonces somos una familia.
- Bien Erick, gracias por todo, de verdad te quiero.
Erick la apretó contra su cuerpo y besó su frente.
- También te quiero bebé, ahora vamos a comer porque tengo hambre.
- Vamos.
Erick tomó la mano de su amiga y se dirigieron adentro. Comieron mientras platicaban y reían.
Pasó una semana en la cual Chris quiso escribirle a Erick pero tenía pena y no lo hizo.
Por otra parte, Erick pensó toda la semana en que sí recibía alguna llamada o mensaje de aquel chico no respondería.
No le haría creer algo que jamás pasaría, pues él era hétero y aunque apoyaba el amor gay, él no quería serlo.
No era gay y no aceptaría algo que lo hiciera sentir incómodo. Aceptaba que el chico era guapo pero realmente no le gustaba y seguro él haría comentarios que dañarían al castaño sin darse cuenta.
ESTÁS LEYENDO
La noche más fría || Chriserick.
FanfictionDéjame entrar y saborear una vez más tus labios, mírame, caliéntame como hace el sol de verano☪ Sin tí estoy muriendo, y es que debes darte cuenta, que de todo el invierno, ésta es la noche más fría❄