Capítulo 12.

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Christopher caminaba a un lado de su novia, un paso más atrás, intentando tomar su mano sin lograrlo.
Se encontraban en el parque de diversiones al que había ido con los chicos pero, con su novia era difícil convivir así, pues estaba emocionada, tanto que al bajar de un juego el castaño la perdía y la encontraba en otro después de varios minutos.
Parecía niña pequeña.

Un rato después se acabaron el dinero, así que Christopher la llevó a su casa y luego de que la mamá de la chica lo obligara a comer regresó a su casa, pero no fue buena idea quedarse solo.

Christopher, como cualquier otro adolescente, tiene necesidad. Entonces decidió saciar su necesidad colocando pornografía en su celular, hasta ahí todo iba bien.

La cosa se le fue de las manos cuando quiso imaginar a su novia en esa situación con él y no pudo, los videos seguían reproduciéndose solos. Por más que intentaba, la imagen de su novia no estaba más de unos dos minutos, lo peor fue que cerró los ojos para pensar en ella y los abrió, había un video gay... Erick.

Ese chico sí que se mantuvo en su mente, en el momento que vió eso la cara de ese chico apareció.

Luego de varios videos de ese tipo e imaginarse con el ojiverde, eliminó sus búsquedas y apagó su celular.
Sus ojos se aguaron y en su garganta se formó un nudo muy grande... Asco. Eso sentía.
Nuevamente terminó llorando por lo que sentía, pensaba y era.
¿Qué iba a hacer? Ni siquiera le podía decir a sus padres, amigos y mucho menos a Erick sobre lo que pasaba, era horrible.

Durante la semana se repitió un par de veces el proyectarse en su cabeza una imagen de Erick y suya en una situación bochornosa. Luego, volvía a llorar.

El lunes llegó y sus amigos fueron a gritar a su casa después de la escuela para que saliera, pues querían ir al partido del menor de los cuatro.

Llamó a su novia, quien no podía salir porque estaba enferma, ya que en la escuela había quienes la molestaban y esta vez le habían tirado agua. De no ser por Christopher, hubiese sido peor.

La chica no quiso que la cuidara, pues tenía un hermano muy celoso que después de meses de no ver estaba con ella, atendiendo su enfermedad. A pesar de que la familia de la chica ya conocía al castaño, el hermano quería pasar tiempo con ella, y no sería posible si Christopher estaba ahí.

Los tres chicos se fueron al lugar donde Erick les había indicado que sería el juego.
Al llegar entraron sin problema, sólo diciendo que verían a sus compañeros de escuela.

Bajaron hasta la primera grada para ver bien todo.

Erick se percató de su presencia y antes de que empezara el juego, corrió a saludarlos.

- ¡Chicos! ¡Si vinieron! -

Abrazó a la pajera e hizo un gesto con la mano para saludar a Christopher.
El castaño se acercó a él y lo apretó, rodeándolo en un cálido abrazo. Al separarse sonrió, correspondido por una sonrisa confundida de Erick.

- No es cierto nada de lo que dije, perdón.
Quiero que estés cerca mío como al principio. -

- Está bien, no hay problema. -

- Hola Erick, suerte en el juego. -

Comentó Zabdiel, dando palmadas en su hombro mientras abrazaba a su novio.
Joel besó la mejilla de Erick y sonrió.

- Suerte. -

- Gracias chicos, sí que la necesito. Gracias por estar aquí, mi mamá no puede verme, ni los demás de mi familia. -

- Pues aquí estamos Erick, tienes nuestro apoyo. Yo también te deseo suerte. -

- Gracias Chris, y chicos... -

La noche más fría || Chriserick.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora