La noche más fría || Chriserick.

Capítulo 40.

Llorar.

Esa fue la primera cosa que hizo Christopher, cuando comprobó lo que Zabdiel le había dicho.

A pesar de aún temer a lo que podría pasarle en ese lugar solo, fue en busca de Erick, pero él ya no estaba.

Joel, discretamente, cuando su novio no estuvo cerca, le dijo que era su culpa y luego se alejó. Ahora imaginaba que era verdad.

Pero no podía perder su tiempo, si quería que el ojiverde volviera, tenía que empezar su cambio.

Lo primero y más sencillo para llegar a ser un gran hombre, por el camino del éxito, era mejorar sus notas en el bachillerato, ya que en sólo meses se iría a la universidad con Zabdiel.

Así que comenzó a aplicarse, a poner atención en clase y a participar en ella. En todas. Los maestros comenzaron a notarlo, y su interés por las clases incrementó rápidamente, ya que sólo era cuestión de poner atención y preguntar sobre lo que no entendía.

- Vélez -llamó el profesor de metodología y Christopher lo miró-. A ver jóven, ¿Puede decirme por qué tiene tan malas notas?

El castaño se preocupó al escucharlo.

- P-Pues yo... -pero entonces el hombre comenzó a reír.

- Esta vez no Vélez, ven acá.

Christopher se levantó rápidamente, siendo observado por sus compañeros con bastante atención.

Cuando estuvo frente al escritorio de su profesor sonrió.

- Dígame, ¿En serio estoy bien?

- Yo diría que sí, de hecho vas a tener que presumir que has llegado al nivel de mi favorito, sólo en cuanto a calificación -sonrió y Christopher frunció el ceño, porque todos en su grupo eran un asco para el estudio-. Joel.

El castaño asintió. Su amigo Joel, que estaba en otro grupo era el más aplicado, y ese día habían obtenido la misma calificación.

¿Lo malo? Joel seguía sin hablarle y, definitivamente no estaría feliz con esa noticia, porque le encantaba ser el único bueno en todo.

Al salir del salón para el almuerzo, Joel pasó a su lado sin querer tocarlo ni un poco, parecía tenerle asco.

- Joel, amigo -le llamó tomando su mano.

El moreno se giró de forma brusca y miró con rabia su mano. El corazón de Christopher se detuvo adolorido, porque recordaba que con su ex novia había pasado exactamente lo mismo, cuando la cagó.

- Suéltame imbécil, mi reputación de arruina.

Devolvió el moreno intentando con fuerza que quitara la mano de la suya, pero sólo logró que los huesitos de sus dedos tronaran y se quejó.

Christopher lo soltó y se abrazó fuertemente a él con brazos y piernas, así que por la sorpresa, Joel cayó sentado al suelo.

- Ay, ya te tiré -habló el chico con los ojos muy abiertos, como asustado.

Joel rodó los ojos.

- Eres bien menso.

Christopher rió al ver, que sin quitarlo aún de encima suyo, el moreno sobaba su trasero por el dolor.

- Joel, no quiero que esto siga así. Perdóname -sonrió acariciando su mejilla-. Ayúdame a ser mejor persona ¿Quieres? No sólo por Erick o por ustedes, si no por todos a los que alguna vez les he hecho daño. Quiero reparar las cosas, y espero que aún sea tiempo, porque no quiero perderlos.