Capítulo 34.

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La situación comenzaba a ser cansada, llevaban ya 6 meses como novios y Christopher parecía no tener ningún interés por demostrar que intentaba mejorar.

Cuando Erick había sido presentado oficialmente a la madre del castaño como su novio, creyó que las cosas mejorarían, pero a decir verdad, eran un asco.

Seguía escondiéndolo, negando lo que era ante las chicas que se acercaban y a pesar de ponerse nervioso por tenerlo ahí con él cuando sucedía, no era capaz de frenar a la gente y tampoco sus respuestas impulsivas.

Erick miraba decepcionado la escena de un Christopher asustado, porque una chica dejaba un beso muy cerca de su boca, luego de haberle pedido su número.

Por supuesto, se lo había dado.

Podía entender que Christopher no quería ponerle cuernos, pero también entendía que no tenía los pantalones suficientes para decir: "Soy gay y éste es mi novio, les guste o no".

¿De verdad le presentaría a su madre, un mocoso sin valentía, como novio? Bah.

Soltó un gran suspiro y se levantó lentamente de su lugar, arrastrando la silla para tener espacio de salir.

Los ojos del castaño se posaron en los suyos, y fue entonces que Erick pudo ver más miedo en su mirada.

¿Debía dejarlo o seguir?

Ni idea.

- Bueno -habló ganándose la mirada también de la chica-... Tú no cambias, háblame después.

- ¿Te vas, Erick? -lo detuvo del hombro y el chico asintió- ¿Por? Vinimos a divertirnos.

- Veníamos a eso, hasta que decidiste que tu novio puede observar tus patanerías...

La chica, abrió demasiado sus ojos y Christopher al notarlo, comenzó a negar.

- ¿M-mi novio? -bufó nervioso- Que gracioso Erick, que buena broma.

El rostro de Erick ya no tenía expresión, la decepción era excesiva en su voz.

- ¿Es en serio? -preguntó incrédulo, soltando una risita luego de algunos segundos- Bueno, tú puedes seguirme negando cuanto quieras, cuando tengas huevos me avisas y talvez te deje dormir conmigo.

Apartó bruscamente la mano del castaño y comenzó a caminar.

Erick pudo haber sido el adolescente más loco de la escuela, pero hasta que conoció a Christopher, comenzó a ser grosero en todos los sentidos posibles.

¿De verdad salir con él, le estaba dejando algo bueno?

Sacó su celular y llamó a Joel, pidiéndole que fuera a su casa. Al menos, Christopher la había cagado mucho antes de la hora definida, así que aún podía pasar el día con Alonsito y sus amigos.

Su novio, jamás intentó detenerlo y tampoco alcanzarlo.

Pero tenía que relajarse, porque no quería estar de mal humor con quienes no le hacían nada. Así que desechó todos sus malos pensamientos y comenzó a llenar su cabeza de ideas, para pasar un buen día con sus amigos.

Christopher miró a la chica, que se encontraba roja. Quizá por la vergüenza.

- Hey, entonces... ¿Quieres dar una vuelta?

Ella negó rápidamente.

- Bueno, no sé cómo te atreves a preguntar eso aún, pero no quiero.

- Oye, él siempre juega así porque no le gusta que lo haga esperar.

- Yo no sé, y no me importa él en realidad, pero si no eres buen amigo, ¿Cómo sé que vas a ser una buena cita?

La noche más fría || Chriserick.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora