Capítulo 26.

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Un año exactamente había pasado desde que se conocieron, 29 de noviembre, y ahí estaban los cuatro corriendo hacia un parque mientras los dos mayores hacían trampa porque Joel y Erick cargaban al bebé.

Lo que había pasado con Christopher había afectado algunas cosas, pero las salidas de los cinco no eran parte de esas. Lo que sí, era que con Erick ya no existía contacto físico alguno, ni un pico, ni un abrazo o roce de manos, ni siquiera dormir juntos luego de un día de terror. Nada había ya, y sobre el diálogo, apenas se hablaban unas líneas y de ahí, todo era con los otros chicos.

El bebé dejó de molestar a Erick sobre Christopher, porque aunque no entendía ni una pizca de lo que pasaba, cuando lo molestaba veía llorar al ojiverde y sabía que eso no era algo positivo. Joel y Zabdiel, también dejaron de intentar unirlos, porque cuando lo intentaban lo único que lograban era alejarlos más, y sobre todo, pensaban que Christopher lo lastimaría mucho con toda su estupidez.

Erick, sabía muchas entradas secretas al parque y llevó por una a Joel mientras los otros seguían corriendo a la entrada principal, que era la única que conocían.

- Hey, eres muy inteligente. -

Halagó Joel al subirse a los columpios.
Por tal cosa, Erick sonrió.

- Pues claro que lo soy, estás hablando con el princeso Erick, no con cualquier menso. -

- Erick, se dice príncipe, no princeso. -

Corrigió y Erick rodó los ojos. Él decía princeso porque quería y porque podía.

Antes de responder aquello que pensaba, llegaron corriendo y con la respiración agitada los dos castaños, que se detuvieron frente a ellos, sorprendidos de verlos ahí.

- ¿Ustedes hacen brujería o qué? -

Preguntó Christopher, y Joel rió mientras Erick sólo levantaba las cejas burlando aquel comentario y miraba a otro lado.

- No güero, nosotros somos mágicos pero muy buenos. -

Zabdiel le dió un piquito a Joel pero luego caminó hacia Erick y lo abrazó, todos ahí sabían que no estaba cómodo ni feliz cerca de Christopher, así que cada uno caminó así. Joel con Christopher y Zabdiel con Erick.

Comenzaron a subir a algunos juegos, esta vez Zabdiel no abandonó a Erick y subió con él y el bebé a los caballitos, luego a los columpios, resbaladillas, entre otros juegos para pequeños.

El día comenzaba bien, aún les quedaba bastante por andar y divertirse. En algún punto de la diversión a Erick comenzó a dolerle de nuevo la cabeza, eran fuertes punzadas y otra vez sentía aquella tristeza y el sentimiento de confusión.

Su estómago se revolvió y estúpidamente corrió a sentarse en algún lugar, pues estaba mareado. Realmente odiaba sentir aquello y tenía miedo de que estuviese enfermo, porque si era así debía ser muy grave para sentir tantas cosas juntas.

Zabdiel se acercó y cargó al bebé para que Erick pudiera hacer cualquier cosa con libertad, y habló mientras acariciaba su cabeza.

- Erick, ¿Te sientes bien? Ya te había visto así antes... -

- Sí, eh, sólo tengo algo... -

- Pero ¿Qué? -

Erick comenzó a temblar y sintió sus ojos aguarse, pero finalmente se tranquilizó.
Miró a Zabdiel y se encogió de hombros.

- No lo sé, tengo algo pero no sé qué es. Igual ya se pasó. -

- Ay Erick, eso no está bien. Quedémonos aquí y cuando vengan los chicos comerémos algo. -

La noche más fría || Chriserick.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora